Pinturas rupestres de Val del Charco del Agua Amarga

Alcañiz, Teruel

Qué ver

Una verja cerca una cueva a un lado del camino; si el caminante emprende ruta senderista desde Alcañiz a los alrededores del paisaje, caminando algo más de una quincena de kilómetros, topará con este lugar. Nada hace adivinar que guarde un tesoro de la prehistoria, catalogado como Patrimonio de la Humanidad y que la UNESCO diga del conjunto al que pertenece que “las pinturas rupestres del arco mediterráneo del Este de España son uno de los conjuntos más grandes…de toda Europa y constituye una imagen excepcional de la vida humana en un período de la evolución cultural de la humanidad". Ha perdurado en el tiempo pero esta simple verja lo protege y salva del vandalismo de éste. O al menos persuade.
La cueva era guarida, hogar, lugar de reunión, santuario o de celebración ceremonial para los hombres y mujeres de la prehistoria. En ellas se protegían y ellas guardaron la huella de su existencia. Un lugar al abrigo de todos. Las pinturas rupestres del abrigo del Val del Charco del Agua Amarga muestran más de 150 figuras y ofrecen escenas relacionadas con la caza y la fecundidad, claves de la supervivencia del propio individuo y de la especie. Desde su hallazgo se restauraron, debido al mal estado de conservación, fruto del paso del tiempo y la climatología; se limpió el lugar de maleza y se acondicionó, señalizando la ubicación, elaborando paneles informativos y trazando rutas guiadas para explicar el contexto en que se realizaron. Todo para que se haga visible la cueva que guarda la memoria de nuestros ancestros. Deber nuestro es protegerla, cuidarla y guardarla. Queda al abrigo nuestro.