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Culleredo, Coruña, A
La puerta de entrada a Curelledo. Su emblema y su alma. Cruza la ría de o Burgo mientras se sostiene sobre dos localidades -Culleredo y Cambre- con pies de cemento y paso firme peatonal. No se sabe si su origen romano le dio la tranquilidad de saber que algún día todos los ojos se posarían en él, sobre sus únicos seis arcos de medio punto que coronan la ría. Antiguamente este puente disponía de más arcos, más ojos por los que mirar su villa frente a frente. Pero el siglo XIX trajo la Guerra de la independencia Española y con ella la destrucción de parte de sus piedras. Tiene el poder de observar Culleredo desde sus dos flancos, uno el paseo marítimo y fluvial de la villa, al otro un camino bien cuidado de jardines y parques. En el final de dicho sendero hay un puente de paseo que contiene el eterno habitante de Corulledo. Una escultura que se mece denominada 'El columpio' de Ramón Conde. Desde allí, en constante movimiento congelado contempla el puente románico. La villa no puede sentir mayor orgullo de su emblema, uno que marca el camino inglés a Santiago y que da la bienvenida, desde sus ojos desvelados, a la Galicia más coruñesa.
