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Real Monasterio de Santo Tomás

Ávila, Ávila

El Real Monasterio de Santo Tomás debe su fundación al más alto poder terrenal. La voluntad de Tomás de Torquemada, inquisidor general, que compró los terrenos, y el dinero de los Reyes Católicos, que financiaron la construcción, levantó este bello conjunto que tiene la singularidad de poseer tres claustros. El primero de ellos, toscano y muy austero, es el del Noviciado. El Claustro del Silencio fue el segundo en construirse. Gótico, de dos plantas, se destinó al estudio y meditación de los frailes dominicos. El tercero, el Claustro de los Reyes, es grande y, otra vez, austero. Se le ha llamado así porque se creyó que fue utilizado por los Reyes Católicos como residencia de verano. Sin embargo, su existencia se debe a la creación del Colegio de Estudios de la Orden, novena universidad de la Península.

La iglesia del monasterio, joya del gótico flamígero, alberga en su interior el otro gran tesoro, el retablo de Santo Tomás de Aquino, de Pedro Berruguete. De estilo gótico, mide 21 metros de altura y está compuesto por 19 pinturas. El templo, en el que también está el sepulcro del Infante Don Juan, primer hijo de los Reyes Católicos, tiene en su fachada, en forma de 'h', tallas de Gil de Siloé y Diego de la Cruz. 

 

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