Recinto amurallado de Montblanc

Montblanc, Tarragona

Qué ver

¿Montblanc de noche, Montblanc de día? Es prácticamente imposible elegir. De día su recinto amurallado se alza noble, regio; la rudeza y la elegancia de su piedra choca en violento contraste con el azul añil del cielo mediterráneo. ¿Y de noche? De noche la muralla luce como un collar de oro de kilómetro y medio alrededor de un casco antiguo declarado conjunto histórico-artísitico. Si se opta por la visita nocturna, el juego ya no será de colores, sino de luces y sombras que se encargarán de realzar la belleza de esta fortificación del siglo XIV. Será un placer recorrer sus cuatro tramos y conocer la historia de Montblanc a través de su muralla. Por ejemplo, que la mandó construir Pedro el Ceremonioso para defender la plaza de otro Pedro, el Cruel, rey de Castilla. También que, debido a la envergadura de la obra, se tardaron unos diez años en terminarla. Incluso que, ya entonces, se acudía el "crowdfunding" para financiar estos proyectos, puesto que para éste se pidió la colaboración física y financiera de los vecinos del pueblo. Hoy, a pesar de los avatares sufridos del siglo XV en adelante, seguimos disfrutando de estas murallas en un magnífico estado de conservación. Aún quedan aproximadamente veinticinco de sus treinta torres originales y, en cuanto a sus puertas, todas siguen en pie esperando a que algún viajero las atraviesen.