San Francisco el Grande

Madrid, Madrid

Qué ver

Qué hubiera pensado el Pobre de Asís si hubiera visto esta monumental basílica en su nombre. Sin duda, se habría quedado maravillado por la enormidad de su cúpula, “la tercera más grande de la cristiandad”, como se dice con orgullo, solamente por detrás de la propia de San Pedro, en el Vaticano, y la impresionante y colosal del Panteón de Agripa, en Roma desde hace más de dos mil años. Qué hubiera sentido el Santo al entrar por primera vez en su interior, donde las imágenes de Nuestra Señora de los Ángeles elevan la vista hasta el cielo de quien camina en dirección al altar, sintiéndose minúsculo, o donde no queda un espacio libre de su estructura –sus columnas, sus capillas, sus arcos, sus vidrieras…–, ni un solo metro cuadrado que no esté pintado u ornamentado con pasajes del Evangelio. Cómo se hubiera visto San Francisco a sí mismo, retratado por Goya o por Zurbarán, predicando la pobreza o sufriendo sus estigmas, o rodeado por las doce estatuas gigantes de los doce apóstoles. Cómo habría rezado en su interior, desde su sillería renacentista, o qué habría dicho a sus fieles desde los dos enormes púlpitos de mármol. No podemos responder a ninguna de estas preguntas; sólo podemos reflexionar y experimentarlo por nosotros mismos.