Santuario del Santo Cristo

Balaguer, Lleida/Lérida

Qué ver

Poco podía imaginarse Nicodemo que su talla de un Cristo, imaginada tatas veces y esculpida al fin por los ángeles durante su sueño, cientos de años después fuese una de las imágenes más veneradas de Cataluña. El Santo Cristo de Balaguer parte de una leyenda que asegura que fue la primera imagen que se hizo en el mundo por parte de alguien llamado Nicodemo. Es una bonita historia que nos traslada hasta Jerusalén, donde permaneció hasta que la ciudad cayó en manos romanas. Trasladada a Beirut, fue hallada por los musulmanes que la tiraron al río Adonis. Surcando mares y subiendo ríos su periplo finalizó en el río Segre, a la vista del convento de las Clarisas que desde entonces han sido las encargadas de guardar la imagen.

A pesar de las muchas vicisitudes padecidas por la talla a lo largo de los siglos, no fue capaz de soslayar los envites de la Guerra Civil. Fue quemada durante la contienda. La imagen actual es una copia y tiene 'trasplantado' un pie salvado de las llamas. La devoción por esta imagen a la que se le atribuía curaciones y milagros, llevó consigo la construcción de un templo acorde con su prestigio. Sobre la antigua mezquita árabe del Llano de Almatá comenzaba a edificarse la que primero fue la iglesia de Santa María de Almatá, destruida durante los años de guerra entre árabes y cristianos, y después el Santuario del Santo Cristo. De la antigua iglesia aún pueden verse restos de la puerta con un rosetón de estilo románico. A fines del siglo XVIII se levantó la bóveda de la nave principal y se construyó el lugar donde se encuentra la imagen del Santo Cristo. Durante los primeros decenios del siglo XX se construyeron la fachada y la entrada actuales.