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Torre Montfort

Riells i Viabrea, Girona/Gerona

Cuatro metros. Apenas cuatro metros de pared restan de lo que antaño fue una torre de vigilancia. El valle de Riells estaba a sus pies, su condición de patrimonio no corría peligro, y pocos moros en la costa podían eludir su guardia. Hoy en día está de capa caída, cierto, y no obstante el castillo de Montsoriu sigue contando con ella como una de sus torres de vigía situadas estratégicamente. Y es que puede rastrearse su gloria dormitada entre una aspillera, lienzos de muralla, cuerpo de paredes y una piedra plana umbral de la entrada. Circular y pequeña, la torre se agazapa en lo alto de una colina, sin avergonzarse de su aspecto mermado del mismo modo en que el soldado no oculta sus heridas de guerra y las cuenta como pruebas de su valor. Venir aquí es jugar al escondite con el  aburrimiento, sacarse un billete con destino al hogar de los vizgondes de Cabrera, quitarse el sombrero ante las proezas arquitectónicas y permitir que la cultura y la historia nos salgan al paso. Es también recomendable visitar la Torre d'en Pega, la iglesia de San Martín de Riells y la iglesia de San Llov de Viabrea.

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