Yacimiento Ibérico de Fondo del Roig

Cunit, Tarragona

Qué ver

Que haya habido vida antes de nuestros tiempos es una certeza; que existan modos de comprobar dichos asentamientos, tangiblemente, y documentarlos también, un derecho de pocas localidades. El Yacimiento Ibérico de Fondo del Roig usa a los íberos cosetanos como certificado de identidad y pasado, un vestigio tan rico que no cuesta colocarlo entre los mejores que acampan aún por Cataluña. Vestido de granja y escondido bajo un puente, mirarle a la cara es mirar ruinas e ingeniería arquitectónica al mismo tiempo. Los siglos IV y III a.C. dormitan en su interior -y muy bien conservados, dicho sea de paso-, materiales escasos que sin embargo brillan por lo que aportan a la actividad agrícola de la época de los cosetanos, mostrando cómo era su sociedad, su vida diaria y su modo de almacenar los cereales, el vino y el aceite. Para visitarlo, basta asomarse al puente de la autopista C-32 o, directamente, apuntarse en la ruta ecoturística de "Cunit a tu aire", forestal fértil, protegido y lleno de viñas, frutas y garroferos y salpicado de campos de cereales.
Es también recomendable visitar la Sima de San Antonio o Cueva de l’Avenc, de Sant Antoni.