Museo Thyssen-Bornemisza

Madrid, Madrid

Qué ver

Parece mentira, pero hasta 1992 aun había en las pinacotecas madrileñas un hueco que llenar. Con el Reina Sofía y el Prado, el Museo Thyssen forma el vértice norte del llamado Triángulo del Arte, el complemento perfecto que atrae en su conjunto cada año a cinco millones de turistas. Nada mal para una superficie de apenas un kilómetro cuadrado.

El Museo Thyssen-Bornemisza está en el Palacio de Villahermosa, junto a la plaza de Neptuno y se accede a través de un patio coqueto desde donde se ve la unión del edificio primigenio y su moderna ampliación. Allí se reúne una colección amplia en épocas y en estilos, desde Durero o Caravaggio hasta Picasso, Pollock o el pop art, además de otros artistas europeos y rusos que no se habían expuesto nunca en los museos españoles. Por si fuera poco, siempre se puede disfrutar de las importantes y muy solicitadas exposiciones temporales de temática de todo tipo.

En sus pasillos pasamos de la delicadeza de “Venus y Cupido” de Rubens o el “Retrato de un campesino” de Cézanne, a la sobrecogedora luz de “El puente de Charing Cross” de Monet o los volúmenes de los tejidos en la escultura de la Anunciación de Jan van Eyck hasta llegar al “Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar” de Salvador Dalí o la “Mujer en el baño” de Roy Lichtenstein. Hay obras para todos los gustos, ideal para disfrutar del arte desde distintos puntos de vista y distintas sensibilidades.

El barón Thyssen quería que su gran colección privada estuviera al alcance de todo aquel que quisiera conocerla y lo consiguió: hoy es el quinto museo más visitado de España y está entre los cien más visitados del mundo.