Casa de Campo en Madrid

Hay muchas formas de llegar a la Casa de Campo: en coche, en metro, en bici… pero nosotros hemos decidido montar en teleférico. De esta manera podemos contemplar desde lo alto toda su extensión además de tener una vista privilegiada de todo Madrid: las Cuatro Torres, el Faro de Moncloa, la Torre de Madrid y el Edificio España o el Palacio Real y la Catedral de la Almudena… Todo se ve diferente desde aquí, desde arriba, tan al oeste. Como diferente es también la sensación dentro del parque, como si de pronto nos hubiéramos marchado muy lejos, a algún lugar rodeado de Naturaleza donde no llega el ruido del tráfico de la ciudad.

La Casa de Campo debe su nombre a que, efectivamente, dentro de esta finca al otro lado del río y frente a la muralla y el antiguo Alcázar, había una casa de recreo, la Casa de Vargas, que recibía ocasionalmente visitas del Emperador Carlos V. Desde entonces fue ampliándose y adecuándose a las diferentes épocas para disfrute de reyes y nobles que gustaban de cazar aquí y tener una vía verde que conectara el Palacio con el Pardo. Cuando se proclamó la Segunda República pasó a manos del Ayuntamiento de Madrid, que lo abrió a todos los ciudadanos, al pueblo que Madrid que lo celebró y acudió en masa festejando una multitudinaria fiesta.

Considerada bien de interés cultural, además de albergar el Zoológico y el Parque de Atracciones, hoy podemos ver en la Casa de Campo los arroyos y el gran estanque, su vasta vegetación, el recinto ferial e instalaciones deportivas de todo tipo. Y de todo ello disfrutan los madrileños y quienes visitan Madrid en cortas o largas temporadas.