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La Roda, Albacete
Los labios se embadurnan de azúcar glas al morder el “Miguelito”, un crujiente pero suave sonido resuena entre nuestros oídos y el paladar comienza a saborear el dulzor de esta repostería tan característica de La Roda, que nunca llega a ser empalagosa. Manuel Blanco, repostero rodense, que aprendió a trabajar el hojaldre en Pamplona, a su regreso a La Roda inició durante los años cincuenta del siglo XX la andadura de este singular dulce, cuyo principal ingrediente es un hojaldre crujiente relleno con crema pastelera, todo ello espolvoreado con azúcar glas. Al principio se elaboraba a mano, abriendo la masa de hojaldre fría e introduciendo la crema con mucho cuidado, hasta que llegó la maquinaria que facilitó la producción de Miguelitos en grandes cantidades. El más tradicional de todos y popular es el de crema pastelera, pero podemos encontrarlos de chocolate negro y chocolate blanco. Aplastarlos o abrir bien la boca es solo cuestión de gustos, como el comerlos fresquitos, recién sacados del frigorífico.
