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Producto fresco, una terraza frente al mar y bonita decoración. ¿Qué más le podemos pedir a un chiringuito? Prometen comidas memorables en chanclas o con los pies en la arena de la Platja de la Mar Xica mientras escuchas el vaivén de las olas… y lo cumplen.
Su propuesta gastronómica, que es una auténtica explosión de sabores, se completa con una carta de cócteles y combinados que maridan a la perfección con una noche de verano. Están especializados en arroces, pero no te puedes perder sus originales y creativos platos de temporada, donde el producto manda.
Este restaurante y gastrobar es ese lugar en el que disfrutar de buena gastronomía de proximidad, firmada por el chef Rubén Amorós, con productos del mar pero también del interior de la provincia de Castellón. Aquí la tradición se fusiona con guiños de vanguardia en platos como Fideuá de abanico ibérico y boletus, Ventresca de atún rojo, berenjena a la llama y kimchi o Lechona de porc negre. Para los más clásicos, los arroces nunca defraudan. Su ubicación privilegiada con vistas a la bahía de Benicàssim, su servicial equipo y su ambiente mediterráneo lo convierten en ese chiringuito al que ir en cualquier época del año.
Mar y más mar en un concepto dos en uno para recrearse con el Mediterráneo: un chiringuito con platillos y tapas sencillas (Mar) y un restaurante bajo las moreras y delante de la playa (Mer), donde comer pescados y carnes a la brasa, paellas tradicionales o arroces en cazuela. Marimer es el proyecto personal (y el sueño cumplido) de Antonio Bellés, que se enamoró de la cocina ayudando a su abuela a Amparo, cuando preparaban la paella de los domingos como si de un ritual se tratara.
Estudió cocina, pasó por grandes cocinas de la época ('Arzak', 'Subijana', 'El Bulli', 'Dorado Petit' o 'Via Veneto') y fue Sous Chef del 'Hotel Arts' en los años 90. Estancias profesionales en San Francisco, Washington y Nueva York marcaron su espíritu aventurero, que culminó en Los Cabos (México) y más tarde, en Londres, donde abrió su propio restaurante, Lola Rojo, de tapas y arroces, con Cristina, su compañera de vida. De vuelta a casa, nació Marimer: una vuelta a los olores y sabores primarios, a los inicios, donde disfrutar con la cocina otra vez. Sus hijos Pol en la cocina y Antoni en sala completan el equipo de un chiringuito casual que es, sobre todo, una experiencia.
Una apuesta segura en pleno puerto pesquero de El Grao castellonense: aquí el producto es fresquísimo y siempre de temporada. Su seña de identidad, además del pescado y el marisco, son los arroces en su punto y sus sabrosas fideuàs. Terra Milles es lugar de peregrinaje de viajeros locales que van buscando su maestría con estos platos tan mediterráneos. Su amplia terraza y su atento servicio completan la experiencia gastronómica con vistas al mar.
Los bares de piscina se están reinventando y uno de los últimos ejemplos, que abrió en 2020, es este: en el complejo municipal del pueblecito castellonense de Les Coves de Vinromà, encontramos una agradable terraza con cocina mediterránea casera de proximidad e influencias asiáticas, africanas y sudamericanas. ¡Un rara avis! Ojo con sus bravas, a las albóndigas al estilo thai o a su tarta de queso. También tiene una zona chill out donde tomar unas copas al atardecer.