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La empresa madrileña de hostelería Azotea Grupo ha convertido un antiguo cuartel de la Guardia Civil en uno de los establecimientos clave de la excelente costa de la provincia de Cádiz. Abierto en plena pandemia, dispone de dos mil metros cuadrados donde, además de para la gastronomía, hay hueco para talleres, conciertos, sesiones de dj y una azotea que ejerce de mirador. Sus vistas son únicas: la excelencte playa de La Barrosa, en Chiclana de la Frontera. "No es solo venir a comer, es muchísimo más", dice el chef Mikel Badiola.
Él ejerce de mano derecha de quien dirige los fogones: Manuel Berganza, que ha diseñado una carta con mucho sabor gaditano y apuntes internacionales. Ahí entran desde una mojama con almendras Marcona o unas coquinas marineras, hasta un steak tartar de retinto con tuétano y encurtidos, diversas frituras de pescaíto y numerosos platos centrados en el atún de almadraba.
También hay arroces y fideuá, pescados a la parrilla o unos huevos rotos con patatas fritas y carabineros. Hay una gran diversidad de vinos, con especial atención a los del marco de Jerez, y propuestas cocteleras diseñadas por Luca Anastasio. "Hemos preparado una coctelería inspirada en lo que es Chiclana, sus paisajes, sus atardeceres, tragos frescos, tragos agradables, reconocibles y de baja graduación alcohólica", dice el italiano. El cielo está más cerca de lo que pensamos.
Al sur de se sitúa uno de los chiringuitos más especiales de toda la mágica costa de Cádiz. ‘La Manuela’ es el sueño hecho realidad de Manuel Martínez, reportero televisivo de Canal Sur que empezó su andadura en la restauración con este negocio hace casi una década. En este tiempo ha trabajado duro para que el suyo se convierta en un local de referencia a base de buen producto y una cocina que tira de tradición, pero busca -y encuentra- la fusión con otros recetarios internacionales y productos que el propietario ha ido descubriendo en sus viajes mientras rodaba Andaluces por el mundo. “La idea era traer a Chipiona esos chiringuitos chulos de Tarifa o Zahara y fusionar lo mediterráneo con lo que he ido encontrando por el mundo”, subraya el empresario y periodista.
De ahí salen platos como el nigiri de sardinillas, el tartar de atún con ajo blanco de pistacho y esferificaciones de roquefort o las gyozas de langostinos, que comparten carta con tortillas de camarones, acedías, papas con choco y revueltos de ortiguillas y aguacate. Croquetas, arroz de puntillitas, salmorejo o gazpacho son algunas propuestas clásicas de un establecimiento que en 2021 ha inaugurado una ampliación con decoración de estilo asiático inspirada en Bali, maravillosas vistas al océano y una amplia carta de cócteles para disfrutar del atardecer. El restaurante ofrece también numerosas actuaciones musicales en directo.
Sombrillas balinesas sobre la arena gaditana. Sin duda, el punto de partida de cualquier historia en el chiringuito ‘Bebo los vientos’ es único. Ubicado en el corazón de la maravillosa playa de La Victoria, en el extremo sur de la ciudad de Cádiz , a esta casa se viene a comer sabores locales tan clásicos como los chocos fritos, la dorada de estero o el cazón en adobo, pero también exquisitos arroces como el meloso de corvina o carabinero y el negro con choco y alioli.
Más allá, carnes a las brasas, salmorejo, papas aliñás y completas ensaladas. Hay un especial cuidado en la carta de vinos a los dulces y generosos, pero toda su bodega es más que completa. Siempre hay que echar un ojo a los cócteles, que la tarde es joven y la playa, un milagro por disfrutar.
En la desembocadura del arroyo del Barrancón existe una playa gigante. Su nombre es Las tres piedras y es una de las más populares de Chipiona. Allí, en la margen izquierda del cauce, entre sombrillas y toallas, destaca un local: ‘Chinini Beach’, un lugar en el que se sabe la hora de llegada, pero nunca la de salida. Cocina mediterránea y oriental son la base de un lugar que también cuenta con una terraza chill out con música en directo y sesiones de dj para enmarcar los atardeceres entre cócteles.
Patatas en salsa brava, costillar de atún rojo a la brasa, ensalada con langostinos en tempura o ensaladilla de atún y gambas conviven con salmorejo, croquetas, calamar a la plancha o tartar de carabineros, frituras, arroces y cazuelas de pescado. Por si acaso, también hay pizzas, que nunca se sabe. Compartir es vivir.
Una hamaca, el Atlántico a tus pies, la playa de La Fontanilla y el casco histórico de a un paso. Imagínate en el paraíso y te encontrarás en restaurantes como ‘El Huerto’, con un servicio de terraza donde te sirven buena parte de su carta en tu hamaca. Un amplio salón pone la guinda a este establecimiento que siempre propone pescado de calidad, hace un amplio seguimiento al atún rojo de almadraba y dispone de una gran variedad de arroces y ensaladas.
En la recién estrenada carta de 2021 hay clásicos como el revuelto de ortiguillas, puntillitas de Sanlúcar, gazpacho o cazón en adobo, pero también buñuelos de gambas y wakame, rejo de pulpo a la brasa, croquetas de camarones y carne de retinto, además de cuatro propuestas de arroces -carabineros, bogavante, chocos y marisco- así como espaguetis y fideos con almejas. Además, hay atún en diversos cortes -toro, morrillo, tarantelo, ventresca- y en ricas elaboraciones como el marinado picante sobre base de coco o el ceviche con mango, cebolla morada, aguacate y lima.