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Este recorrido confortante y aromático empieza en la Comunidad Valenciana, concretamente con los guisos potentes y algo picantes de ‘Ramen del Norte y del Sur’ (Pelai, 32. Valencia). Doce horas de cocción y pasta elaborada a mano dan lugar a unos platos que atraen a jóvenes valencianos y japoneses. Otra opción, también en la ciudad de Valencia, es ‘Ramen Kuma’ (Pintor Salvador Abril, 6), donde Koji Tanaka sirve una receta que estuvo practicando durante tres años.
‘Natsu Ramen’ (Reyes Católicos, 57) puede ser una buena opción en Alicante, por su creación propia de Toryufu Ramen (con un toque de trufa), además de otras recetas clásicas como el Tonkotsu, basado en un caldo de hueso de cerdo, el de Miso, o el Haek Buldak, la versión superpicante. Tampoco falta en su carta las opciones de ramen vegetariano, y sus recetas son tan populares en la zona que una de las pizzerías con Solete de Alicante, 'Infraganti, se basó en ellas para su innovadora pizza de ramen.
Subimos hacia Cataluña para recalar en un par de Soletes en el centro de Barcelona. ‘Kanada-Ya' (València, 240) apuesta por los caldos tradicionales, aunque se trata de un equipo inquieto que ha llegado a idear ramen de gazpacho o de escudella -sopa tradicional catalana-. Tras triunfar en la ciudad japonesa de Fukuoka y en Londres, este negocio se ha hecho un hueco en la ciudad condal. Otra idea es pasarte por ‘Mosquito’ (Calders, 46), donde también encontramos ramen entre su variada oferta de platos asiáticos. Aunque no solo en Barcelona se come ramen: entre los platos que se elaboran en el ‘Sushi-Bar Ajumma’ (Galió, 12) de Reus (Tarragona) destaca el bulgogi -receta coreana de carne marinada- y por su ramen.
Ponemos rumbo al oeste hasta la Comunidad Foral. En su capital contamos con al menos dos opciones: ‘Napargar’ (Plaza del Castillo, 32), y ‘Bang Bang Ramen’ (Campana, 2). En el primero, Guille y Eneko combinan desde 2019 ramen y otras recetas de cocina japonesa con una amplia variedad de cervezas artesanales. Pollo de caserío cocinado durante más de ocho horas y fideos frescos, ajitsuke tamago -huevo marinado y cocido- y verduras salteadas con aceite de sésamo conforma la base de todas sus sopas. Quien opte por ‘Bang Bang’ tendrá que dejar espacio para, además del ramen, probar su costilla de cerdo glaseada o sus gyozas de cerdo y verduras.
Esta ruta del ramen continúa hacia el oeste hasta ‘Oh! Taku’ (Heros, 14), uno de los Soletes de Bilbao que obtuvo su distinción en otoño de 2021. El equipo del restaurante ‘Kuma’ (1 Sol Guía Repsol) está al frente de esta cocina cuya intención desde su apertura en 2018 ha sido acercar el ramen urbano al comensal. En el local de este negocio, que hace un juego de palabras con la palabra “otaku”, cuenta con una decoración basada en el anime y la cultura moderna japonesa. La vecina provincia de Cantabria también cuenta con opción de ramen y entre los Soletes de Santander destaca el 'Kaneda' (Río de la Pila, 18). Quien vaya deberá pedir ramen TanTan, una de sus especialidades.
Viajamos un poco al sur hasta ‘Zushi Burgos’ (Avenida del Cid Campeador, 100), donde según los expertos de Guía Repsol, además de sushi también se puede probar un reconstituyente ramen. Y de Castilla a Aragón: en Zaragoza un equipo liderado por Víctor Barrado prepara ramen de autor desde 2021. En el local de ‘Senbazuru Ramen’ (Heroísmo, 39) se puede probar el de la casa, con cerdo y borraja marinada y el Ebi Tempura Kare, con base de curry y tempura de langostino y setas. Tanto en el ramen como en el resto de especialidades japonesas -por ejemplo, las gyozas- la carta se centra en pocos platos, y quien quiera probarlos, deberá reservar.
En la ciudad toledana de Talavera de la Reina se encuentra ‘Koí’ (Avenida de Castilla-La Mancha, 10), el restaurante japonés que recomendó el cocinero Carlos Maldonado (‘Raíces’, 1 Sol Guía Repsol) en la última edición de Soletes. Aquí se apuesta por la soja, tanto en la especialidad más básica como en la de pato y en la de pollo. En el ‘Masae’ (Callejón Antonino, 6) de Granada cuentan con dos opciones: el tradicional, con bambú y chashu (filetes de carne); y el Kaizen Ramen, con fumet de marisco y pescado, noodles, puerro y langostino.
Hace tiempo que el ramen dejó de ser una tendencia más y ahora es un plato relativamente común cuando llega el frío a las ciudades. El archipiélago no es una excepción y en Las Palmas de Gran Canaria la principal representación es ‘Don Don Ramen’ (Doctor Miguel Rosas, 9). En este restaurante, situado entre el Parque de Santa Catalina y la playa de las Canteras, se puede probar por ejemplo, ramen vegetal o de miso, aunque el shoyu ramen también gusta mucho a sus clientes. Cuando llega la hora del postre, la mayoría lo tiene claro: cremosa tarta de queso y té matcha.
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/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La barra fresca, ácida y picante de Bérgamo y Correa")
