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“Mi bisabuela ya era pastelera en la zona de la Moraña, en Ávila”, cuenta Isidro Álvaro, dueño de 'Álvaro Artesanos' (Avenida de Víctor Gallego, 3) mientras trabaja en su horno. Primero en Benavente y luego en Zamora capital, la familia Álvaro ha conseguido ser referente en la provincia “sobre todo por el tema del chocolate". Isidro tiene claro por qué: experiencia, buena materia prima, harinas y huevos de Zamora. Hace ya 12 años que comenzaron a investigar un tipo de pastelería con reducción de grasas saturadas, “más razonable” así que empezar el día tomando un té de los muchos que ofrecen en su pastelería es lo ideal. Para llevar algo a casa, afirma Isidro, la especialidad sigue siendo la viruta: “una pasta con almendra y chocolate, muy crujiente”.
Además de 'Álvaro Artesanos', en Zamora hay otros lugares en los que empezar el día con dulzura o parar a merendar. La solera manda en esa churrería emblemática que es 'Malú' (Plaza del Mercado, 25) y en la acogedora pastelería 'Torrehermosa' (San Torcuato, 45), mientras que la crepería 'Media Luna' (Ronda de la Feria, 23), con su universo Disney, es perfecta para ir con niños. La cafetería 'La Golosa' (Flores de San Pablo. Esquina) es la pista que hace falta para esos días en los que viene bien al ánimo una buena dosis de tonos pastel y tartas de corte estadounidense.
Llega el aperitivo y para tomar un vino a esa hora últimamente suena fuerte 'La Vinacoteca' (Cervantes, 5): queso de la provincia y buenas tapas. Los que sean más de cervezas y vermú, pueden probar varios tipos en 'Ocellum Tap Station' (Plaza Mayor, 5) y si se busca fusión: 'Portillo de Traición' (Postigo, 6). Allí se puede comer, por ejemplo tai-berios, mejillones zamoranos en salsa versión thai, con leche de coco, jengibre, pimentón o lima. "Estudié derecho y empecé a cocinar precisamente mientras estudiaba la carrera. Me metí en los fogones, cocinaba en los descansos hasta que entendí que era esto a lo que me quería dedicar”, explicaba Carlos, su fundador, a Guía Repsol.
Un paseo hasta el mercado y su fachada acristalada. Foto: Helena Poncini
Si se quiere seguir de tapas y raciones, uno de los bares míticos es el 'Bar Caballero' (Flores de San Torcuato, 4). “Lo inauguré el 9 de abril de 1995”, cuenta Jesús López Caballero. “Empezamos con la sardina, luego llegaron las patatas bravas y alioli y luego dimos con los figones, un revuelto de jamón york, queso y chorizo”, relata un hostelero que cuenta los años por el nacimiento de sus tapas estrella. Los chipirones y la casquería son otros de sus puntos fuertes: callo, lengua, riñón, cresta… Tal es su fama que en una ocasión la televisión de Países Bajos eligió el ‘Bar Caballero’ para un reportaje de gastronomía española En la ciudad aún se recuerda a día de hoy.
Otro bar en Zamora muy famoso por sus tapas es 'La Salita' (Herreros, 34). Rubén Becker, también fundador de 'Lasal' (Recomendado por Guía Repsol), describe el tapeo de esta minúscula taberna como “gochón e informal”. Cree que el bar abrió con tanta fuerza en 2022 porque tienen “gente muy competente” trabajando allí: Conchi Rodríguez venía de 'Capitol' -también Solete Guía Repsol- y 'La Oronja', y ahora es el alma mater de 'La Salita'. Además, comparte el secreto de su celebrado montado de panceta: “Nosotros trabajamos la panceta mogollón de tiempo en una cocción lenta con verduras. Una vez que queda melosa la ponemos en la plancha par marcarla, para que cruja. Además, lleva mayonesa japonesa con chile chipotle y pan cristal. Si hay un picante que Zamora acepta de buen grado es el chipotle, porque somos muy de pimentón”, detalla el cocinero. El bikini de coppa de ibérico o el tomate zamorano son otras de los éxitos que se pueden probar en un local forrado de cartas firmadas por chefs de grandes restaurantes del país.
La ciudad también tiene lugares donde sentarse a comer, para un rato tranquilo y de buena cocina, y uno de ellos es el 'El Rincón del Tío Jerónimo' (Libertad, 28). Allí, Daniel Fuentes continúa la misma línea que comenzaron los fundadores hace ya 45 años. Durante su andanza en el restaurante, que ya dura 14, Fuentes no ha dejado de preparar los platos emblema del local, además de incluir más cortes como la chuleta de lechazo de Zamora o buey joven sayagués. Sin embargo, las especialidades siguen siendo las codornices y el conejo a la brasa, símbolo del negocio cuya fama trasciende los límites de la provincia: “La receta de la salsa para preparar el conejo me la dieron los antiguos dueños, es secreta. No es la fórmula de la Coca Cola pero a nosotros nos ha dado de comer”, afirma el cocinero. Las mollejas, guisadas o a la brasa, las setas, y los embutidos y quesos de la zona, con vinos de las DO zamoranas redondean su propuesta.
Entre Solete y Solete, una parada en la Plaza de Sagasta. Foto: Helena Poncini
Otra opción es 'Clavo y Canela' (Lope de Vega, 4), un lugar de mezclas creativas y menú del día. Desde hace casi cinco años, Emilio Seisdedos y Marta Casas sacan adelante junto con dos personas más de su equipo, un restaurante que da 40 comidas al día. “Intentamos hacer algo diferente a la cocina tradicional”, explica Seisdedos, que tiene en el trato al cliente otra fortaleza, y en el menú una base de pruebas. Así, algunas de sus preparaciones más exitosas son el perrito caliente de pulpo braseado con polvo de torrezno o el pan bao con pulled pork y encurtidos. Además, tiene terraza y opciones veganas y vegetarianas.
También hay días que apetece una pizza bien hecha, o una suculenta tosta. Para la primero hay que apuntar, al menos, dos pistas claras: 'Ágape' (Plaza San Miguel, 3) , justo debajo de la Iglesia de San Juan y 'La Artesanal' (Pablo Morillo, 32), donde destaca la pizza Trajano. En cuanto las tostas, merece la pena ir a 'Santa Eulalia Tapería Urbana' (Plaza de Santa Eulalia, 12) a probar la de Matrimonio, con anchoa, boquerón y tomate, o la Premiada, con queso de cabra, nueces, miel y confitura de pimientos.
Si el tiempo lo permite, la ciudad cuenta con varios puntos en los que estar muy a gusto al aire libre. Uno es 'Los Pelambres' (Carretera Carrascal, 1), un merendero con una panorámica perfecta de la ciudad y una ubicación muy agradable, junto al Duero. Los asados de 'MerenDuero' (Carretera de la Aldehuela, s/n), por su parte, han sido premiados en jornadas gastronómicas provinciales. Pero si toca apostar por una terraza más urbana se puede ir tranquilamente a 'The Patio Canalla' (Plaza Santa Eulalia, 14): cafés, batidos, cócteles y, si hay suerte, música en directo hasta bien entrada la noche.
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