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Entrar a 'Hermanos Vinagre' y toparte con más amigos de los que planeabas es una escena habitual desde que se ha convertido en uno de los bares de moda de Madrid. Uno de los sitios que primero se te pasan por la cabeza en esos días que apetece tomar cañas y aperitivos ricos rodeados de barullo del bueno, del que reconforta. Una vez encuentras a tu grupo (o a tu cita), destapar el plato de mejillones, elegir entre todas sus banderillas (gilda, torpedo, de atún, de bacalao, de boquerón...) u observar como terminan de preparar los berberechos es un ritual que da alegría. Y aunque los sobresalientes escabeches a veces roban el protagonismo a su pepito, su oreja o su pan con dulce de leche, también merece la pena probarlos con las siguientes rondas.
'HERMANOS VINAGRE' - Cardenal Cisneros, 26. Tel: 91.411.87.99
Carlos y Loli Expósito heredaron en 2012 el negocio que su padre abrió en Usera a mediados de los años 80. De esa ‘Sacromonte’ quedan la esencia de taberna andaluza -“Mi hermano y yo somos la primera generación que nació en Madrid, toda nuestra familia es de Jáen", cuenta Loli-, varios parroquianos y algunas rutinas curiosas. “Todos los viernes a las diez y cuarto de la noche aquí se canta la Salve Rociera, es una costumbre de hace 35 años y a la gente le gusta mucho”, cuenta.
Algunos prefieren tomarse la caña de después de trabajar ya en su barrio. Foto: Sofía Moro
Lo que sí ha evolucionado desde el relevo, según cuenta la copropietaria, ha sido la cocina, debido en parte al aumento de población y proveedores orientales en el barrio, Manuel Medina prepara, por ejemplo, “guantá de gyozas o hot dogs rellenos de pistacho y manzana”. No te lo esperas, pero ahí está, para acompañar las cervezas o algunos de sus vinos. Entre los embutidos, las tapas clásicas, y la decoración casi intacta desde los 80, se aprecia un esfuerzo por innovar que su variada clientela agradece. “Personas de todas las edades, vecinos superfieles, clientes de fuera del barrio, gente joven que se acaba de mudar y viene a conocernos… Aquí acogemos por igual a todo el mundo”.
‘TABERNA SACROMONTE’ - Mercedes Manjón, 3. Tel: 91.476.02.69
Las sonrisas tras la barra dan la bienvenida. Foto: Sofía Moro
Caminar por los Austrias tranquilamente un día de diario mientras atardece es uno de los regalos sencillos que brinda la capital, y sentarse después en una taberna de siempre como 'Casa Revuelta' termina de redondear la tarde. Tras una cerveza, o un vermut de grifo puede entrar hambre y ahí aparece la joya de la corona desde 1966: la tajada de bacalao rebozado. Santiago Revuelta regentó el local durante décadas y cuando Raffaele Berno se lo quedó en 2019 tuvo muy claro que su reto era no hacer nada diferente. Desde el respeto y el tesón, replica la filosofía y el buen hacer de la familia Revuelta y la manera en la que en su cocina se desala, se desespina y se reboza el bacalao es solo un ejemplo de cómo “sigue manteniendo esa esencia”. Entre “vecinos del barrio que venían de pequeños con sus abuelos o grupos de amigos que quedan una vez al mes”, el refrigerio sabe mejor.
‘CASA REVUELTA’ - Latoneros, 3. Tel: 91.366.33.
"Alrededor de una barra pasan cosas, no solamente se consume, no solamente se come". El que habla es Nacho Horcajada, uno de los tres socios (Curro y Kike Sánchez del Amo son los otros dos) de 'Bareto', una idea que en menos de tres años se ha hecho con tres puntos calientes de la región: el principio de la calle Alcalá, Atocha y La Moraleja. ¿Su secreto? "Somos una propuesta muy de Madrid, estamos abiertos ininterrumpidamente y apostamos por el mundo del deporte", desliza Horcajada.
Da gusto llegar a su barra de mármol con azulejos y espejos pintados por un serigrafista con las recomendaciones del día, picar unas aceitunas y el sonido inconfundible del hueso contra la papelera de metal. También cuentan con otro espacio, todo madera, ladrillo y fotografías del Madrid antiguo (de los años 20 del siglo XX para delante). En sus mesas se puede probar, por ejemplo, su versión del bocadillo de calamares: "montado de chipirones a la andaluza, pan de cristal, rebozado muy fino y salsa alioli de brava". Después, quizá un flamenquín, pero el broche dulce casi seguro será la tarta árabe. Esas "obleas de queso brie frito, con crema pastelera rociadas con almendras y azúcar" servirán de colofón al reencuentro.
'BARETO' - Alcalá, 55. Tel: 91.297.71.41
Alfredo Seijo y su familia están acostumbrados a hablar con periodistas. Se ubicación, muy cercana al Congreso de los Diputados, suscita un interés del que no se hace gala en el bar, donde todo es cercano y de diario desde 1929. Sí es cierto que hay noticias de actualidad política que ellos saben antes de verlas en los medios y que son, ante y todo y como decía el abuelo del ahora dueño, "sordos profesionales". Se nota que ya han relatado muchas veces aquel 23F en el que contaban con el único teléfono de la zona y no pudieron cerrar hasta bien entrada la madrugada, o aquellos tratos previos a la redacción de la Constitución.
Lo que quizá muchos no sepan, es que no solo de políticos vive 'Casa Manolo': su cercanía con el Círculo de Bellas Artes les trae a escritores y a gente joven, el Teatro de la Zarzuela, a actores y gente más mayor; los museos, a familias los sábados por la mañana. "Los que que quedan del barrio también vienen", apostilla Seijo. La cerveza aquí puede ir acompañada de croquetas -las tienen "casi siempre de jamón pero a veces también las preparan, por ejemplo, de rabo de toro"-, empanadillas de masa casera, o platos que ya no se ven en tantos sitios, como la tortilla en salsa de callos o la lengua estofada.
'CASA MANOLO' - Jovellanos, 7. Tel: 91.521.45.16
Justo enfrente de 'Casa Braulio' hay un colegio así que las voces de niños de fondo pueden amenizar la quedada si es por la mañana. Además, cuenta con la típica clientela que traen esos lugares: madres, padres, profesores. Al entrar en el bar, propiedad de la familia Serrano desde 1965, es fácil imaginar "las grandes tinajas de vino" que había en otros tiempos. Carteles taurinos, -apenas cinco minutos caminando separan 'Casa Braulio' de la Plaza de Toros de las Ventas-, camareros ocupados pero amables y la televisión encendida y a un volumen generoso, para contar confidencias a buen recaudo. Con la caña o el vino -"los más demandados son de Madrid y La Mancha", explica Eduardo, el dueño actual-, aquí se puede pedir, por ejemplo morcilla de Zamora: "la tenemos en versión dulce y picante, la picante es la que más nos piden", cuenta el dueño. No hay tantos bares así con terraza y además este está en La Guindalera, perfecto para pasear entre las viviendas modernistas después de los brindis.
'CASA BRAULIO' - Avenida de los Toreros, 43. Tel: 91.356.11.82
'Los Torreznos' de Goya es uno de los supervivientes de un barrio donde cada vez es más complicado simplemente sentarse a tomar una caña. José Luis Blázquez llegó a Madrid en 1956 desde el puebo castellano de La Hija de Dios y su filosofía de caña bien tirada y torrezno de Ávila se ha asentado hasta el punto de contar con tres locales (López de Hoyos y Alonso Cano son los otros dos). Muchos tienen asociado 'Los Torreznos' a tomar algo después de ir de compras, o a las previas de los conciertos en el Wizink pero lo cierto es que cumple bien su función durante todo el año.
'LOS TORREZNOS' - Goya, 88. Tel: 91.401.53.36
Mola mucho irse de cañas a un sitio donde ha habido gente tomando algo desde 1892, pensar que las historias que cuentas se suman a todas las historias que se han contado en ese rincón de Malasaña durante los últimos 130 años. Casi siempre a reventar de gente, botellas y recuerdos y tras unas pesadas cortinas que insinuan intimidad, en 'La Ardosa' ofrecen lo que saben que funciona: cervezas, buen vermut, alcachofas, pincho de tortilla. Su clientela suele ser una amalgama de viajeros curiosos y gente que trabaja por la zona, lo que genera un ambiente distendido y a ratos, exótico. Para ponerte al día con un familiar o empezar la tarde de cañas con amigos, sigue la fachada roja y el neón.
'BODEGA LA ARDOSA' - Colón, 13. Tel: 91.521.49.79
Cuando José Manuel García, propietario y tercera generación de 'Casa Paco', leyó "Eres un Solete", dijo: "Ya lo sé, pero ahora por qué exactamente". Lo cuenta entre risas porque, como tantos otros negocios del día a día, no se esperaba el reconocimiento. "Yo llevo aquí desde 2007, Paco era mi abuelo, que abrió el bar en 1954", explica el dueño "de familia asturiana pero de toda la vida del barrio de Argüelles". Cuenta que abren a las siete de la mañana, y que la repostería la elabora él mismo (especial atención al bizcocho de cítricos), que todas las semanas se repite el plato principal del menú según el día (los lunes, lentejas; los martes, fabada...) y que aunque la tortilla de callos se cayera de la carta en pandemia, los callos y la tortilla, sus dos emblemas, "no se van a ir nunca". Hasta las once y media de la noche aquí siempre hay tiempo de pedirse algo más.
'CASA PACO' - Altamirano, 58. Tel: 91.543.28.21
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/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La barra fresca, ácida y picante de Bérgamo y Correa")
