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Si se dispone de una plaza de aparcamiento lo mejor es guardar el coche en el garaje. En caso de no tener una, lo más aconsejable es aparcarlo en un lugar bien iluminado y muy transitado. Los ladrones no suelen robar en sitios en los que corren el riesgo de ser vistos. Si se va a aparcar en un parking público lo mejor es situarlo cerca del puesto de vigilancia.
Cuando alguien se va de viaje por una larga temporada su coche queda aparcado durante todo ese tiempo en el mismo lugar. Esto es un error, si es posible hay que dejar las llaves a algún amigo o familiar para que lo vayan cambiando de lugar. De esta forma, se impide que los ladrones fichen el vehículo.
Puede parecer algo lógico, pero a veces las prisas hacen que el conductor se baje del vehículo y se olvide de cerrarlo, o que se acuerde pero no pulse bien el mando. Algo que ayuda a no dejarlo abierto es adquirir el hábito de comprobar que la puerta del conductor está cerrada tirando de la manilla.
Por otro lado, nunca hay que dejar el coche arrancado y con las llaves puestas, ni si quiera cuando se vaya a permanecer solo un minuto fuera de él. Siempre hay que apagar el motor, coger las llaves y cerrarlo. Los ladrones son rápidos y habilidosos, y se dedican a esperar este tipo de despistes para cometer sus fechorías.
Hay que procurar esconder cualquier cosa que pueda llamar la atención de los ladrones: bolsos, portátiles, móviles… Aunque se deje una mochila vacía, los atracadores la verán y pensarán que puede que contenga algo. Lo mejor es guardar este tipo de objetos en el maletero, si son de valor será preferible llevarlos con uno mismo.
Uno de los trucos más utilizados por los ladrones es simular que tienen alguna avería o problema. Solicitan al conductor del vehículo que quieren robar que baje del coche para echarles una mano y es entonces cuando aprovechan para entran en acción. Normalmente basta con que la víctima baje la ventanilla para intimidarla y lograr que abandone el coche.
Por eso, si se va a circular por ciudad, hay que hacerlo siempre con las ventanillas del automóvil subidas y el seguro de las puertas echado. De lo contrario se corre el riesgo de que al parar en un semáforo cualquier persona pueda entrar en el coche.
Ante una situación así lo mejor es llamar a la Guardia Civil para que, si de verdad tienen un conflicto, ellos puedan ayudarles.
No garantiza del todo que se impida el robo del coche, pero al menos el ladrón verá que el hurto le va a llevar más tiempo de lo esperado y es probable que decida darse por vencido. En la actualidad hay muchos sistemas que sirven para bloquear determinadas partes del vehículo, como pueden ser los bastones de timón o de pedal. Los coches más modernos incluyen inmovilizadores electrónicos.
Además, instalar un aparato localizador GPS es una buena idea, en caso de robo el coche se puede encontrar en una media de 4 horas. Los últimos modelos de localizador dan incluso la posibilidad de cortar la corriente eléctrica del coche o enviar señales acústicas y visuales.