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Al notar que el coche tiene algún problema se debe reducir la velocidad de forma gradual y estacionarlo en la zona de la vía que menos obstaculice el tráfico del resto de turismos.
Cuando la incidencia es leve lo mejor es pararen un área de descanso. Si por el contrario, la situación es grave, habrá que detenerlo en el arcén. Después, se apaga el motor y se activa el freno.
Acto seguido hay que encender las luces de emergencia para que el resto de transeúntes queden advertidos de que el coche está parado en la vía y representa un peligro. Así podrán actuar en consecuencia y con antelación.
El uso del chaleco reflectante es obligatorio para el conductor si la avería se da en una carretera fuera de ciudad. Aún así, es conveniente que todos los pasajeros lo lleven puesto en cualquier tipo de vía.
Siempre debe guardarse en la cabina de conducción, en un sitio al que se pueda acceder desde el asiento. Si hubiera que bajar del coche para cogerlo se considera una infracción, ya que en caso de emergencia el conductor nunca puede salir del automóvil sin llevar el chaleco puesto.
Cuando la avería sucede en una vía de doble sentido deben colocarse dos triángulos de señalización: uno delante y otro detrás del vehículo. Hay que situarlos cada uno a 50 metros del coche, de manera que sean visibles desde una distancia de 100 metros.
Si la carretera es de sentido único basta con colocar un solo triángulo en la parte trasera del coche, siguiendo las mismas pautas que en el supuesto anterior.
En cambios de rasante y curvas, el triángulo se sitúa antes del cambio de rasante o la curva.
Una vez colocado los triángulos hay que apartarse a una zona segura. Lo ideal es situarse en el arcén o si es posible, fuera de la carretera, tras el guardarraíl.
A continuación, hay que informar a la compañía aseguradora acerca del incidente para que envíen una grúa. Es importante llevar una lista con varios teléfonos de emergencia, así como la documentación del seguro de tu coche.
Preguntarán sobre qué tipo de avería aparenta tener el vehículo y en qué carretera, kilómetro y sentido. Además, conviene avisar sobre cuántos acompañantes van en el vehículo y si alguno de ellos tiene alguna necesidad especial a la hora de viajar.
Si la situación es grave, conviene llamar a la Policía o a la Guardia Civil.
Aunque parezca algo obvio, hay que llevar el móvil bien cargado antes de coger el coche. Será el principal aliado a la hora de solicitar asistencia en carretera.
El teléfono siempre debe estar libre y con suficiente batería, ya que la grúa puede intentar volver a ponerse en contacto para solicitar más información. Es mejor esperar a llamar a familiares y amigos una vez se haya recibido la ayuda necesaria.