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Por ello, es muy importante que tanto el transporte público por carretera como los vehículos particulares atiendan y respeten la normativa de seguridad vial y transporte escolar.
El medio de transporte más habitual, el que mueve mayor cantidad de niños y niñas, es el autobús que, según la Dirección General de Tráfico, es el medio más seguro de todos. En total, se calcula que son cerca de 17.000 autobuses (40% privado) los que realizan servicios de transporte escolar.
Según los datos de la DGT, las principales causas de accidentes de autobuses escolares, son la velocidad inadecuada y las distracciones, por lo que para evitar accidentes y bajar el índice de siniestralidad, tanto los padres como los niños y conductores deben saber y cumplir las normativas antes, durante y después del trayecto.
La normativa del transporte escolar dice básicamente que cada niño debe viajar en un asiento y siempre sentado y si el 50 por ciento de los ocupantes tiene menos de 12 años, el autobús debe contar con un acompañante. Además, los autobuses dedicados al transporte escolar no podrán superar los 16 años de antigüedad y deberán pasar controles de ITV periódicas.
Además, el autobús debe tener plazas para minusválidos y estar dotado de martillos rompe cristales así como de un botiquín de primero auxilios y extintores. El piso del vehículo no puede ser deslizante y los bordes de las escaleras deben ser de colores vivos.
En cuanto a las salidas de emergencia, se tiene que poder leer de manera clara y visible, desde el interior y exterior, la expresión “Salida de emergencia” o “Salida de Socorro”. Las puertas del autobús sólo podrán ser operadas por el conductor, y la abertura de las mismas deberá ser señalizada con las luces de emergencia.
Respecto al trayecto, la duración máxima del tiempo de viaje en cada sentido no debe exceder 1 hora. Los recorridos y las paradas deben estar previamente autorizados, y siempre debe circular a una velocidad 10km/h menor que la establecida en la vía.
En cuanto a los asientos, es importante resaltar el uso del cinturón. Todos los asientos deberán contar con cinturones de seguridad individuales (vehículos matriculados a partir de 2007) a excepción de aquellos que por su antigüedad tengan permitido no llevarlos. Ahora bien, si cuentan con asientos ubicados frente a huecos de escalera, o aquellos que no estén protegidos por el respaldo de otro, deben contar con un elemento fijo de protección y, si estos asientos van ocupados por niños de cinco a once años, los cinturones tendrán tres puntos de anclaje y dispondrán de cojines elevadores.
Cuando se trata de un vehículo particular, es imprescindible que los padres y madres sean conscientes para que el niño vaya correctamente sentado y sujeto con el cinturón de seguridad o con los sistemas de retención homologados. Según datos de la DGT, llevar estos dispositivos puede evitar 9 de cada 10 lesiones infantiles.
Hay que recordar que por muy corto que sea el trayecto, es muy importante que todos los ocupantes del vehículo utilicen los sistemas de seguridad adecuados, ya que estos salvan vidas, y en caso de colisión, a una velocidad de 50 km/h, un niño de 20 kilos de peso que viaje sin ningún tipo de sujeción, se golpearía contra el parabrisas con una fuerza equivalente a 500 kilos. La seguridad está en manos de todos.