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La utilización del GPS siempre supone una distracción, por eso solo debe habilitarse cuando sea imprescindible para poder llegar al destino. Cuando se inicie una ruta con el navegador activado y se llegue a un punto en el que el conductor ya se sepa desenvolver, se debe apagar el dispositivo. Tampoco hay que sobrecargarlo con información y pedirle que indique la situación de lugares cuya situación es irrelevante para el viaje.
Siempre se debe introducir la ruta antes de iniciar el trayecto y con el coche parado. Si hay que manipular el GPS para cambiar algún dato lo ideal es parar en un sitio seguro como podría ser un área de descanso. Cuando se viaja acompañado debe ser el copiloto quien lo manipule. En este caso es necesario que el acompañante sepa configurarlo e interpretar los datos. De lo contrario el conductor tendrá que darle explicaciones sobre cómo funciona y se distraerá de la misma manera.
Si se da una contradicción entre lo que ordena el GPS y lo que dicen las señales de la vía, siempre hay que hacer caso a las señales. A veces se dan fallos en el dispositivo, el mapa está obsoleto o, simplemente, puede que haya obras y se desvíe el tráfico por otra carretera. Para evitar algunas de estas confusiones se recomienda actualizar los mapas cada determinado tiempo.
Se debe colocar en un lugar en el que no obstruya demasiado el campo de visión. Lo correcto sería ubicarlo lo más abajo posible, ya sea a la izquierda o derecha, en la línea visual del conductor. Aunque mucha gente lo pone encima del parabrisas nunca debe situarse en este lugar.
Además, tiene que ir bien sujeto, en un soporte adecuado para evitar que se caiga. No se debe llevar suelto en el asiento del copiloto, ni colocarlo donde haya un airbag.
Lo primero de todo es activar la opción de navegación por voz, de esta manera se evita que el conductor aparte la vista de la carretera para fijarse en lo que indica la pantalla del GPS.
También hay que tener en cuenta el momento del día en el que se vaya a utilizar. Aunque algunos GPS lo hacen de forma automática, es recomendable activar el modo noche a medida que vaya bajando la intensidad de la luz natural del día. En este estado el navegador cambia el brillo de la pantalla y hace que los colores contrasten mucho, haciéndose más visible.
Si se quiere observar una ruta completa o contemplar un punto alejado del lugar en el que nos encontramos se aconseja activar la opción 2D. Cuando se prefiera tener una visión más detallada y realista se debe usar el modo 3D.