Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
Entre Atocha y Vallecas se encuentra 'The Doger Café', un acogedor local que, en sus poco más de dos meses de vida, ha conseguido lo que muchas protectoras no han podido en todo un año: fomentar la adopción desde el respeto y la concienciación. Detrás del proyecto se encuentran Javier Alcázar y Roberto Aláez, cuyo amor por los perros comenzó en una plataforma online y ahora se ha materializado en este novedoso concepto. "Hace unos meses desarrollamos una plataforma digital en la que queríamos facilitar todo lo necesario a quienes que tuvieran un animal de compañía: alimentación a domicilio, guardería, adiestramiento a precios económicamente viables…".
Pero aquello les pareció insuficiente y se dirigieron a las protectoras para ver cómo podían colaborar. "Lo que vimos es que están lejos, mal comunicadas, necesitan personal, muchos fondos… así que pensamos en una idea que pudiera ayudarlas de una forma distinta a la habitual". Así describe Roberto el origen de su negocio. "Se nos ocurrió abrir un espacio recreativo donde la gente pudiera adoptar, interactuar y, además, aprender sobre el tema de las mascotas".
Cuando se entra en 'The Doger Café' lo primero que atrae las miradas es el corralito. Allí se encuentran varios cachorros que mordisquean los barrotes en un afán de minimizar las molestias del nacimiento de sus dientes y emiten lastimeros quejidos con el fin de llamar tu atención para que les cojas. Ese es uno de los principales rasgos distintivos de 'The Doger Café': en el local solo hay cachorros. "Trabajamos con perros de pocos meses por dos razones: porque tenemos un espacio limitado y porque ellos son los más vulnerables a la hora de estar en protectoras", explican los impulsores del proyecto. "Allí están más apartados, en terreno más insalubre, aquí su cubil siempre está limpio, están bien atendidos y vigilados las 24 horas, no aislados", describe Roberto.
Existe un cuidado especial por indicar a los visitantes que que allí los perros no son una herramienta. "Cuando vienen les hacemos conscientes de por qué estamos abiertos, qué es lo que hacemos, cómo lo hacemos y sobre todo que cada cosa que consumen aquí ayuda a que ellos estén mejor, ¿estoy jugando con perros? No, estoy ayudando al mantenimiento y cuidado de estos animales. Todo el mundo queda muy satisfecho. Los clientes porque ven que se ayuda y las protectoras están encantadas porque nos hacemos cargo de los más vulnerables".
Cuando el público entra en 'The Doger Café' puede jugar con los perros que estén en el corralito. "Les avisamos de que les van a mordisquear los zapatos y la ropa" y, también pueden dedicarse a charlar, conocer gente afín e, incluso, echarse una partida de algún juego de mesa.
La oferta gastronómica es cien por cien vegetariana, en su carta destacan los brownies artesanales o las tostas de zakuska, una receta procedente de Rumanía de la que resulta una especie de pisto a base de berenjena y tomate. Además, los amantes de la cerveza tienen un rincón especial. "Una cervecería afín que nos ha creado una línea de birras artesanales que responden a la idiosincrasia de cada raza perruna. La más bajita y la que menos graduación tiene, por ejemplo, es la Yorkshire y conforme va aumentando el tamaño del perro, la cerveza va aumentando en cuerpo. La Husky, la Pastor Alemán, la Bulldog… y vamos a traer dos más: la Samoyedo, sin gluten porque es una raza que no tolera bien el gluten y la San Bernardo, porque es una rubia muy fuerte, de esas de tomarte una y no más", puntualiza Roberto.
Cuentan con una boutique en la que no faltan productos de alimentación canina, correas, juguetes... e incluso género de herboristería como el CBD, un aceite procedente del cáñamo pero nada psicoactivo que otorga grandes beneficios tanto para perros como para humanos. "Es un analgésico sin ningún tipo de tóxico. Es vasodilatador y antiestrés. También se utiliza como champú, como pomada antiinflamatoria… como una valeriana pero multiplicada por diez".
Y ya que entramos en el campo de terapias alternativas, el siguiente paso en el que quieren adentrarse estos dos emprendedores es el de las terapias con animales. "Queremos empezar a ir a los hospitales para hablar de los beneficios que tienen para los pacientes con depresión o alzheimer. Ya se utilizan perros para detectar el cáncer o para cuando a los diabéticos les va a sobrevenir una bajada o subida de azúcar. Para los niños con autismo, por ejemplo, se utiliza los Boyeros de Berna, una raza muy tranquila, calmada y empática con la que ya se está trabajando en Madrid, y lo están haciendo adiestradores nuestros. Queremos hacer todo ello siempre con un especialista al lado –finaliza Javier–. Queremos darle caña a este tipo de cosas porque los animales son terapéuticos".
El cuidado por los animales es tal que hasta la elección del barrio y del local ha tenido mucho que ver con los cachorros. "Queríamos una zona residencial y tranquila para que no se estresasen", puntualiza Javier. En este momento, hay dos hembras y un macho de unos cinco meses de vida. "Intentamos tener en acogida solo cuatro o cinco cachorros, seis como máximo". Pero, con suerte, estarán poco tiempo allí. Javier y Roberto se sienten muy satisfechos y orgullosos cuando dicen que han conseguido familias para diez crías en tan solo un mes. "Pero no por ello vamos a dejar de lado a los adultos –aseguran–. Estamos dando forma a un espacio de 17.000 metros cuadrados a las afueras de Madrid que va a funcionar como guardería y protectora".
Adoptar una mascota no es algo baladí, los animales no vienen con un manual bajo la pata aunque con 'The Doger'… casi. "Seguimos un protocolo de adopción muy meticuloso para que no sea todo amor a primera vista. Por ejemplo, realizamos visitas a domicilio. La próxima semana vamos a los hogares de los primeros adoptantes para ver qué tal se ha adaptado el animal, qué tal se han adaptado los humanos, si tienen alguna duda… además, les mandamos en PDF una especie de guía sobre qué hacer en caso de vómito o de diarrea, cuando te muerdan tus cosas… ¡que lo harán!". Todo para que el proceso de adaptación sea lo más gratificante y menos traumático posible.
Además, adoptar con 'The Doger' tiene sus ventajas, como enumera Roberto. "Para empezar les enviamos el alimento a domicilio. Es un pienso natural que ya comen ellos aquí con lo cual no tienen que cambiarles la alimentación, y es económico. También tienen descuento en la peluquería por si lo quieren traer aquí y ofrecemos un 2x1 si hiciera falta adiestramiento ante cualquier problema de comportamiento que presente el can. También les damos una charla donde se les guía durante el primer año. Muchos me dicen: 'ya tengo o he tenido mascota' y yo les respondo: 'muy bien, has tenido tu mascota pero no esta mascota. [Yo estoy aquí todos los días y sé cómo es el perro y no te voy a decir qué va a pasar, pero sí te voy a decir cómo es]".