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A finales de enero, cuando termina la temporada de caza, comienza la pesadilla para el galgo. Los más afortunados serán acogidos por protectoras que les buscarán un hogar definitivo en ciudades de toda Europa. Esa suerte corrió Lola, una preciosa galga que llegó a la vida de Rosa López, alma mater de 'Lucas y Lola'. “La historia de la tienda es muy bonita porque todo surge a raíz de aparecer Lola en mi familia. A mi galguita se la encontró mi hija y venía echa un desastre. Primero acudimos a una protectora pero al final fuimos nosotros los que nos quedamos con ella. Estaba delgadísima y plagada de tumores”, recuerda Rosa, mientras admiramos las fotos que decoran el ‘saloncito’ de esta completa y magnífica tienda para mascotas situada en el madrileño barrio de Chamberí que se ha convertido, para muchos dueños, en salvavidas a la hora de equipar, alimentar y cuidar a sus mascotas.
Cuando Lola aún estaba convaleciente llegó el invierno y con las bajas temperaturas a Rosa no le quedó más remedio que buscar prendas de abrigo para su perra, pero su búsqueda fue inútil porque por aquel entonces, hace diez años, era complicado encontrar prendas para galgos. “Me propuse diseñar ropa que fuese útil para ellos… Más bien era ropa para todos los perros pero los más necesitados, sin duda, eran los galgos. Desde un primer momento quise que aquellas personas que acababan de adoptar un galgo tuvieran un sitio donde acudir para equiparles. Unas prendas además, pensadas para embellecer la raza”.
El segundo elemento crucial en la ecuación -y que forma parte del blasón de la casa- es Lucas, un Carea de los Montes de Toledo que falleció el pasado mes de julio con casi 18 años. Ahora quien ‘manda’ en 'Lucas y Lola' es Violeta, una preciosa galga blanca que, tumbada en su cama, observa a todos los visitantes.
Una parte importante de la tienda está dedicada a la ropa. En anaqueles y armarios se amontonan jerséis de lana, forros polares, impermeables acolchados y hasta cuellos de lana. “El textil es nuestro punto fuerte. Estamos prácticamente todo el año en producción. Cada vez que se crean nuevos modelos se hace algo específico para ese modelo y eso lleva mucho trabajo”, dice Lola.
Lo primero que sacaron a la venta fueron los impermeables acolchados y a partir de ellos han ido desarrollando productos según iban viendo cuáles eran las necesidades de los clientes. “Quizás la creación del forro polar sea el que está teniendo actualmente más éxito, pues es un modelo muy de batalla. Sirve para salir a la calle o al campo abrigados y monos y además, se puede llevar debajo de otro modelo que tenemos… Es muy ponible y funcional”.
Las prendas se ofrecen en muchos colores, estampados y medidas. “El galgo lo trabajamos desde la talla 40 hasta la 80 de cinco en cinco centímetros. Es un tallaje muy amplio porque hay muchos tamaños y también muchas edades y en función de ello, es una u otra talla”. Recomiendan siempre llevar al can porque lo miden in situ para ver cuáles son las más apropiadas para su morfología.
La idea de ‘vestir a un perro’ más por presumir que por necesidad todavía está fija en la mente de mucha gente. “Un galgo y un perro con fisonomía parecida son atletas. Si te fijas en los corredores de élite, cuando van a hacer el sprint, se quitan todo -apunta Rosa-. Un galgo es un sprinter, no es un corredor de fondo, entonces al no tener ni pelo ni grasa, una vez que ha corrido y se queda parado, pasa frío… ¡Y si se sientan en una terraza a tomar una cerveza con su dueño más todavía!”. A ello hay que sumar que, cuando corren no miran, les da igual que ramas u otros objetos puedan causarles rasguños en la piel, algo que suele suceder con frecuencia.
Y atención, porque no sólo han desarrollado trajes para proteger a los canes durante los meses invernales, también las temperaturas veraniegas pueden afectarles. “Los petos de lycra sirven para evitar golpes de calor en verano porque se ponen mojados. Los galgos son unos animales que no soportan el frío pero tampoco el calor. Pero… ¿qué ocurre?, “que con todo lo que vamos creando para galgos se van beneficiando otras razas de perros, porque también les sirve. Por ejemplo a un tekkel le vale nuestra ropa. Luego los piccolos o los whippet son otros animales que tienen sus necesidades".
"Este año hemos hecho para ellos camisetas térmicas, que pueden llevar debajo de un abrigo, jersey o forro polar; o lo pueden tener solo cuando están en casa. Incluso se las han llevado para chihuahua, que están siempre congelados; un pinscher también se ha puesto este tipo de prenda…", enumera Rosa. "Al final hemos creado una línea de ropa en beneficio de cualquier perro que lo necesite”, añade. Y no sólo perros, porque 'Lucas y Lola' ofrece una amplia gama de artículos (chuches, rascadores, camas-cueva…) para gatos y algunos dueños se han llevado prendas (de las más pequeñas para canes) para vestir a sus mininos.
Otro componente importante de su catálogo son las camas especiales para galgos. “Como buenos perros de campo, lo que intentan siempre es buscar un sitio para ahuecar como si fuese un lecho de hierba, de paja o de hojarasca. El tipo de cama que tenemos les ofrece eso. Son super mullidas para que ellos puedan dar vueltas, hacer un hoyo y una vez que tienen hecho el hueco, se tumben”.
Las camas además tienen unas fundas muy cuidadas no sólo por sus elegantes estampados, sino también por la calidad de sus tejidos. “Usamos por ejemplo algodón resinado, que es el mismo que se utiliza en los hospitales para que no salgan escaras, y que es transpirable. Además, fáciles de quitar y de lavar en la lavadora. Aparte, tienen una colección de mantas de diseño propio y una línea de pijamas. “Son fundamentales en casa para que te dejen dormir -asegura Rosa-. Cuando me pregunta la gente les digo ‘tu elige si quieres dormir solo o acompañado'. Si quieres compañía, no le pongas un pijama ya verás qué pronto se sube a la cama”.
'Lucas y Lola' también produce su propia línea de collares, martingales, arneses y correas de algodón con estampados diferentes y también, de cuero. Aunque sí cuentan con mucha variedad de premios para perros -los hay hasta veganos-, la alimentación no es su especialidad, pero ofrecen una selección de piensos y comida húmeda de alta gama.
Entre otros servicios destacables está su peluquería canina con cabina de secado para que los galgos (y otros canes) no se estresen y una bien surtida sección de parafarmacia y farmacia veterinaria, con productos homeopáticos incluidos. “En la página web todo lo que lleva prescripción veterinaria no aparece porque por ley no pueden aparecer”, pero cuentan con antiinflamatorios, leche para lactantes, complementos vitamínicos, cardioprotectores, productos dermatológicos… “Cuidamos mucho al animal. Es nuestra premisa. Cuanto más los cuidamos, más nos duran, que eso es lo más importante”.
Asisten tanto a los que ya forman parte de una familia, como los que todavía no han encontrado un hogar porque 'Lucas y Lola' ha sido, desde sus inicios, una casa muy comprometida con los animales abandonados y han apoyado -y lo siguen haciendo- a muchas asociaciones. “En la actualidad tenemos una protectora que vende nuestra ropa y, desde hace diez años, hemos hecho donaciones de ropa a un montón de grupos", comenta Rosa.
"La última acción ha sido a través de nuestra página web. Iniciamos un proyecto muy bonito y es que la protectora que quiera nos escribe y nosotros hacemos que figure en el e-commerce y una persona que compre puede hacer una donación de lo que estime oportuno, un euro, dos euros, cinco, lo que sea, de su compra final a esa protectora. Nosotros lo que hacemos es trasladar ese dinero a esa protectora. Empezamos con tres y en la actualidad hay como unas doce. La gente ha respondido muy bien. Nuestro compromiso con las protectoras ha sido siempre muy grande. Y si acuden a nosotros por alguna razón siempre respondemos, sobre todo seleccionamos ‘protes’ chiquitinas, que son tres chicas que cuidan siete perros y no tienen medios y esa, es la que aparece”.
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