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Su gran ventaja es tener playa. Y si ya una película nos recordaba que las bicicletas no son solo para el verano, lo mismo sucede con la playa. Practicar deporte o tumbarnos a leer en la arena siempre que no sople un viento fuerte es un plan bastante atractivo. Si nos sigue sin convencer, la Ciudad Condal tieneno uno ni dos sino tres miradores (incluso más) desde donde poder sacar fotografías increíbles. El Turó de la Rovira con restos de una batería antiaérea, el Tibidado (sí, el de la canción de Loquillo) o el de Montjüic son los más conocidos. Si optamos por este último además, no podemos perdernos, de 19:00 a 21:00 horas de la tarde, el espectáculo de luces de sus fuentes. Si sigues pensando que es algo solo para gente mayor o turistas está claro que aún no has pasado por allí.
Al menos es lo que decía Lorca de una de las ciudades más hermosas de Andalucía. Razón no le faltaba pero los suspiros tristes los dejaremos solo para cuando nos marchemos. El pasatiempo gratuito preferido por turistas, locales y estudiantes es tapear. De eso no cabe duda. Pecado sería no hacerlo así como no ver la Alhambra al atardecer desde el Albaicín. Romántico, ¿verdad? Si vamos a enamorar a alguien, además de a ver el monumento más espectacular de la ciudad, llevemos a esa persona especial a ver las estrellas por 2,5€, que es lo que nos costará la entrada al Planetario. El remate perfecto (y gratis) lo tendremos en los baños árabes El Bañuelo, con bóvedas que tienen tragaluces con forma de estrella simulando el cielo. Y no un cielo cualquiera, sino el cielo de Granada.
Centro geográfico, la capital, barrios con identidad propia…Madrid nunca duerme y siempre hay algo que hacer si se sabe buscar. Mercados pop-up, exposiciones, teatros alternativos a bajo coste…el abanico es casi interminable. Además de ser también una de las capitales donde se hacen muchos preestrenos de grandes películas, si somos cinéfilos empedernidos pero con el bolsillo resentido, no entremos en pánico. La Filmoteca cuesta 2,5€ por sesión o 2€ si somos estudiantes. Lo mismo casi que la Sala Berlanga, cuya entrada cuesta 3€ y se proyectan documentales, películas nominadas a los Goya e incluso obras de teatro.
Estaremos cansados de que nos canten eso de que Sevilla tiene un color especial cuando digamos que vamos a visitarla o a estudiar allí. Pero es que es verdad y tarde o temprano lo admitiremos. Mucho que ver, demasiado. Cuando ya hayamos remado en el Parque de María Luisa, tapeado en Triana, nos conozcan en todos los bares de la calle Betis y hayamos comido en todas las freidurías de la ciudad seguro que más de uno nos pregunta si ya hemos subido a la Giralda. Para evitar momentos incómodos, conviene saber que la entrada es gratuita los lunes de 16,30 a 18,00 horas. Eso sí, hace falta reservar previamente.
Es innegable que la ciudad universitaria por excelencia es Salamanca (con permiso de otras también de larga tradición). De octubre a junio es un hervidero de estudiantes deseosos de comenzar la carrera, de salir por todos los bares (que son muchos) y de gastar lo menos posible. Dejemos de dar vueltas a su Plaza Mayor, porque hay otras opciones igual de económicas y también divertidas. Los más misteriosos seguro que disfrutarán de las leyendas que se ciernen sobre la Cueva de Salamanca y donde dicen hay un laberinto subterráneo. Tras la visita, gratuita, nada como ir a uno de los numerosos bares con actuaciones en directo.
Tras un largo camino atravesando campos, bosques y núcleos rurales los que hacen el camino ansían ver la joya de la corona, la catedral de Santiago de Compostela. Pero ¿y si nos decantamos por edificios de este siglo? Porque muchos no lo saben, pero hay dos Santiagos. Y merece la pena conocerlos. Arquitectos internacionales de renombre han firmado algunos de estos edificios que, lejos de desentonar, dan otra perspectiva de la ciudad. La Cidade da Cultura de Galicia, la Escuela de Altos Estudios Musicales y, cómo no y ya que hablamos de estudiantes, varios edificios de facultades son solo una pequeña muestra de este despliegue modernista en Santiago de Compostela.