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Teatrales y contagiosamente divertidos, los LKan llevan 15 años ya haciendo canciones. Y lo acaban de celebrar con Lo nuevo y lo viejo. Canciones fósiles y canciones flamantes, un recopilatorio publicado en abril que están presentando por festivales y locales de conciertos.
Hablamos con Belén (vocalista y letrista) y Luis (guitarra y compositor), que son además los responsables del mítico 'Ocho y medio' en Madrid –faltan Olav (vocalista) y Maru (bajo y sintetizador)– de lo que da de sí subirse a la furgoneta y recorrer España tocando allí y allá.
Hay una canción que se llama Un verano muermo que se nos ocurrió en la furgoneta viajando por carretera al pasar por un pueblo de esos que dices ¡qué horror tener que pasar aquí las vacaciones!
Somos más de ir Luis y Olav delante callados y Maru y yo (Belén) detrás hablando sin parar. A ratos ponemos música de Spotify pero nos gusta mucho hablar y ponernos al día, a veces la cosa deriva en conversaciones filosóficas.
Cuando vas a tocar tampoco ves mucho el sitio porque vas con el tiempo pegado. Pero sí hay cosas que te sorprenden. Recuerdo que teníamos esa idea de que Teruel es un desierto demográfico como dice todo el mundo, y fuimos a tocar al festival Electroperra y nos resultó impactante porque la realidad superaba a lo que habíamos imaginado. Íbamos por carretera atravesando unos bosques espectaculares y no nos cruzamos absolutamente con nadie.
Las actuaciones en cascos históricos también son muy sorprendentes porque tienes una visión fantástica de lugares muy bonitos. En Lugo tocamos al lado de la catedral y nos gustaron mucho las murallas y Logroño también fue muy especial.
Yendo a Gijón pasamos por el embalse Barrios de Luna (León) que nos gustó bastante y luego cuando entras en Galicia, la exuberancia del paisaje es increíble. Por Guadalajara, hay un pueblo que atravesamos una vez, Las Inviernas, del que me atrajo el nombre para ponérselo a un grupo de chicas. Al principio, nos hacía mucha ilusión pasar por el meridiano de Greenwich al ir por la autopista de Zaragoza.
Los hoteles a veces los buscamos nosotros y otros no los dan puestos. Lo que necesitamos es que sea fácil aparcar para poder dejar cerca la furgoneta y que sean de tres o cuatro estrellas. El hotel 'San Clemente', en Santiago de Compostela, en el que hemos estado hace poco, es muy recomendable. Cuando empiezas, vas a sitios más cutres, hemos dormido en habitaciones que eran una cocina. Pero luego dices basta.
Tenemos una lucha entre los que no quieren salirse de la carretera y los que preferimos explorar. En la N-1 Madrid- Irún km 146, hay un restaurante en el que nos paramos siempre, 'El lagar de Milagros'. Puedes pedir bocadillos o sentarte a comer y está todo muy rico. A Olav que es muy morcillero, le encanta.
El restaurante 'Timón', cerca del club nautico Les Bassetes (Calpe), es un poco difícil de encontrar pero merece la pena la vista. Es ideal para asistentes al Low Festival. Y en Valencia, el mítico ‘La Utiielana’ (plaza del Picadero de Dos Aguas, 3), al que van muchos músicos y actores porque es muy barato. En Levante solemos buscar arroz, mejor al lado del mar,
Maru es el más dado a eso. Dice, voy a llevarme 20 kilos de naranjas o estas botellas de vino. Es es el que va más informado y luego si nos interesa, le copiamos y compramos lo mismo.