Actualizado: 22/03/2016
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La barra fresca, ácida y picante de Bérgamo y Correa
Enclavada en el Cantábrico y con una escarpada costa, encontramos Comillas, a medio camino entre villa marinera y tesoro arquitectónico. Con aire noble y señorial, este pueblo es uno de los más célebres y visitados de toda Cantabria. Además de tener un marco natural incomparable, cuenta con algunas de las obras cumbre del modernismo en España. Por si esto fuera poco, la villa cuenta con un encantador barrio de pescadores donde podemos saborear el mejor pescado recién salido del mar y, por supuesto, el afamado cocido montañés, a base alubias, berza, patata y matanza de cerdo. Esta tierruca nos enamorará a cada paso.