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No es un mito: si te das una escapada a Tenerife en invierno es muy posible que puedas acabar el año dándote un baño en el Atlántico y secar el cuerpo al sol agradable y suave que sigue brillando en las islas durante las épocas más frescas del año.
Pero Canarias es también un lugar de microclimas y, si en el sur de Tenerife uno puede andar en chanclas con los pies llenos de arena mientras se bebe una cerveza en una terraza, es posible que en el norte alguien se haya puesto unas botas para protegerse de la lluvia.
Así de locas son estas islas. Siempre lo fueron. Por eso, te proponemos estos cinco planes para que elijas en función de lo que vayas buscando en cada momento.
El Médano era un pueblo de pescadores del sur de Tenerife hasta que, con el desarrollo turístico, los extranjeros amantes del windsurf lo descubrieron y lo convirtieron en un lugar de referencia para este deporte. Ha sido varias veces sede del campeonato mundial de windsurf.
También es lugar de residencia para personas que trabajan en el sur de Tenerife, pero conserva ese halo hippie y relajado que tienen las zonas dedicadas a la práctica de los deportes de viento, algo que se nota en algunas de las cafeterías y restaurantes que salpican el largo paseo que va desde el muelle hasta la mitad de la playa.
Quienes los practiquen pueden alquilar aquí mismo el material. Y, quienes sean principiantes, tienen algunas escuelas como 'Surf Center Playa Sur', 'Azul Kiteborarding' o 'Bahía Waters Sports Center' donde se imparten cursos de iniciación de windsurf, de kitesurf y surf. Aunque no acaben dando piruetas en el mar, seguro que pasarán un día divertido e interesante. Y cuando caiga la noche, dormirán a pierna suelta.
Tenerife es un lugar privilegiado para la observación de fauna marina. Existen especies autóctonas como el delfín molar o el calderón tropical, también llamado ballena piloto.
Pero también, hay otras especies migratorias que se pueden observar en distintos momentos del año como el delfín moteado, el delfín común, el rorcual tropical, la tortuga boba o la tortuga verde. Esta última, en su fase subadulta, puede llegar a una zona específica de la isla y estar allí hasta cinco años antes de alcanzar la madurez sexual y volver al lugar donde ha nacido para procrear.
Para los visitantes de la isla interesados en ver este tipo de animales marinos, existen pequeñas empresas que organizan visitas guiadas en pequeñas embarcaciones. Una de ellas es 'Atlantic Eco Experience' con base en Puerto Colón, en el sur de Tenerife y que hace bandera del turismo sostenible desde su fundación, en 2016. Ofrecen dos tours diarios de tres horas a 65 euros, y un tercero de dos horas (solo en verano) a 45 euros.
Utilizan una embarcación solo para diez pasajeros. Interactúan con los animales de manera respetuosa y apagan el motor cuando los animales están cerca del barco. A bordo, Antonio, un biólogo especializado en vertebrados, explica las características y el comportamiento de estas especies.
La experiencia "no es un zoo; es más un aula interactiva que una excursión. Nuestra prioridad es la seguridad del animal. Queremos ver cómo se comporta naturalmente", explica Antonio. "Uno de nuestros objetivos es crear conciencia de conservación entre quienes viven esta experiencia".
Para los nostálgicos del frío, siempre quedará La Laguna, donde los alisios soplan con fuerza durante la Navidad para que los laguneros se pongan el abrigo y saquen los paraguas. Pasear por sus calles ambientadas para las fiestas, comiéndose un trucha de batata, es un clásico.
Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999 por el trazado urbanístico y sus numerosas casas antiguas, palacios, iglesias y conventos que sirvieron de modelo para futuras ciudades y pueblos coloniales de América Latina. Hoy, La Laguna es una ciudad bulliciosa de tiendas, tascas y 'dulcerías'.
Aunque a veces el centro puede parecer un centro comercial al aire libre, todavía hay muchos rincones que tienen el encanto de lo auténtico. Entre ellos, algunas de las 'dulcerías' donde disfrutar de las tradicionales truchas de batata, un dulce canario típico navideño que consiste en una oblea muy similar a las de las empanadillas, a la que se le pone un relleno hecho a base de batata –también conocido como boniato o camote– almendras, azúcar, matalauva, un poquito de canela y pasas. Luego se fríen las truchas, se les seca bien el aceite y se les espolvorea el azúcar.
Las mejores pastelerías para probar las truchas son 'La Princesa' (Plaza de La Concepción, 1); 'La Catedral' (Calle San Juan, 1); 'López Echeto' (Calle Carrera, 51 y Calle San Antonio, 14) y 'El Aderno' (Calle Herradores, 95), todas en el centro histórico de la ciudad.
No solo de playas vive Canarias. Hay muchos lugares donde la lava volcánica tomó direcciones imprevisibles y se formaron pequeñas piscinas naturales junto al océano. Aquí los llamamos charcos y son muy populares. Es como estar en un pequeño jacuzzi, solo que lleno.
Hay muchos salpicados por toda la costa pero hemos elegidos dos en la zona norte, de camino hacia la Isla Baja, donde suele haber buen clima. Están muy cerca el uno del otro y tienen buen acceso.
Uno de ellos es el Charco de la Laja, en el pueblo de San Juan de la Rambla. Tienes que entrar en el pueblo y seguir la carretera hasta que te encuentras con la calle de Los Sabandeños a mano derecha. Sigues recto hacia abajo y llegas a un parking no muy grande que está al lado del charco.
Justo después de San Juan de la Rambla está el municipio de La Guancha, en la carretera que va hacia Icod de Los Vinos. En ese trayecto hay una señal que indica el camino hacia el Charco del Viento, por una carretera un poco estrecha llena de plataneras que te traslada al Tenerife de grandes explotaciones agrícolas de monocultivo que tan importantes han sido para la economía de las islas.
Después de la platanera, uno puede dejar el coche y bajar por un camino muy sencillo hasta el charco. Tanto este como el anterior tienen mar del norte, lo que significa que hay que estar atento a la fuerza que tenga ese día para no tener ningún problema con las corrientes.
La vida nocturna de Santa Cruz lleva unos años de recuperación, tras una época en la que fue incapaz de competir con la muy vibrante movida universitaria de La Laguna. Ahora han empezado a cambiar las tornas. Pero la Navidad ha sido siempre un momento álgido en el ocio nocturno santacrucero, incluso, en momentos más sombríos.
Quizá espoleados por el buen clima, la calles santacruceras se llenan de gente en esa época, sobre todo las noches del 24, el 31 y el 5 de enero. Hay una variada oferta de bares con música, concentrados, sobre todo, en torno a la Avenida de Anaga.
Si quieres empezar la noche tomando una copa en un sitio cultural y tranquilo, puedes ir a la terraza del 'Equipo PARA'. Dentro de la casona donde se instaló esta asociación cultural hace unos años te podrás encontrar música, conciertos, lecturas de poesía, teatro... "Un lugar curioso y variopinto", dice el pianista tinerfeño Pablo Díaz.
Pero, desde hace años, ha ido germinando en esa zona un ambiente de música independiente para gente joven, más tirando hacia el rock que hacia la electrónica. El precursor fue el desparecido 'Honky Tonk', uno de cuyos dueños montó en el mismo local 'El Hombre Bala', digno heredero del 'Honky', que igual que pone buena música sirve unos nachos estupendos y cervezas de calidad.
En una onda similar, el 'Barbas Bar' se ha convertido en otro de los referentes de calidad musical en la noche santacrucera, en cuyas paredes cuelgan retratos de gente con protuberantes barbas que hay que cuidar con esmero y que se parecen bastante a las de algunas de las personas que se dejan caer por el local.
Y para los que tiran más por la electrónica está el 'Berlín 89', un local relativamente reciente que se ha consolidado entre los amantes de este estilo. Por último, uno de esos fenómenos extraños: el día 24 de diciembre, la terraza del 'Café Atlántico', un clásico de Santa Cruz, con más de 70 años, se convierte en el lugar donde mucha gente termina la noche. No ocurre ningún otro día del año, solo ese. Cosas de la Navidad y sus tradiciones.
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