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A pesar de sus paisajes desnudos y de su abrumadora calma, Fuerteventura ejerce de imán inesperado para artistas de todo el mundo. Muchos llegan a la isla por casualidad y de forma temporal, pero deciden establecerse en ella para dar rienda suelta a su creatividad impulsados por el etéreo magnetismo de los volcanes centenarios y de los infinitos azules que perfilan los horizontes majoreros. Otros, en cambio, han crecido bajo la influencia de estos paisajes, valiéndose de ellos para mantener viva la artesanía local. Visitamos los talleres de seis artistas, de distinta especialización, para comprender la fuerza inusitada que les empuja a desarrollar sus magníficas creaciones.
Las dunas del Parque Natural de Corralejo, la fuerza que emana de los volcanes de Bayuyo y las playas vírgenes que abrazan El Cotillo ejercen de estupendos paraísos creativos para artistas y artesanos. El hecho de que permanezcan ausentes de grandes edificaciones turísticas los ha conservado como edenes insospechados, pero algunos de estos espacios ven peligrar su estado de protección por culpa de innecesarios proyectos turísticos, algo que reivindican artistas como la pintora Greta Chicheri o la diseñadora Teresa Caruncho. "Estoy absolutamente en contra de la construcción masiva sin coherencia ni respeto y muy preocupada por el rumbo que puede tomar la isla", afirma esta última. Efectivamente, recorriendo este entorno mágico es posible comprender cómo cualquier alteración puede cambiarlo todo.
Greta y Teresa tienen sus talleres en Lajares, uno de los pueblos de interior que, a pesar de pasar inadvertido entre turistas, para los artistas es pura calma e inspiración. "Es un pueblito de buena vida austera donde nos conocemos todos", manifiesta Teresa. Precisamente en la plaza de Lajares, los sábados se celebra un mercado de artesanía que reúne aproximadamente a 50 artistas y sirve de reclamo para aquellos que no tenían previsto pasar por este sencillo municipio. "Aquí exponen artistas locales fijos, pero también se reservan puestos a artistas itinerantes para que siempre haya variedad de productos", cuenta María, una de sus organizadoras.
El mercado artesanal transforma por completo el ambiente de su calle principal (Coronel González del Hierro), donde no faltan atractivas cafeterías, tiendecitas dedicadas a los amantes del yoga o del surf y otras con originales productos hechos a mano. Pero para descubrir los lugares de creación de artistas hay que abrir bien los ojos.
Cuero, lino y lana son los materiales principales con los que Teresa confecciona bolsos, viseras, ropa, monederos, neceseres y hasta portatablas de surf en Cotton's Waves. "Está todo diseñado sin prisas, como se hacía antiguamente, con patrones especiales". Son piezas cargadas de mimo y detalles, algo que puede apreciarse nada más cruzar la puerta de madera que da paso a su mundo de creación. Entre ellas, son sus originales prendas de vestir con las que más disfruta a la hora de diseñar, "aquellas que aunque en la percha no llaman la atención, cuando te las pruebas, te enamoran", remarca haciendo hincapié en el aspecto práctico y confortable que han de tener todas ellas.
En el año 1998, Teresa decidió cambiar sus veranos en Francia por Fuerteventura. "Me hablaron de la isla y de lo bien que encajaría con mi carácter". Lo que no imaginaba entonces es que acabaría convirtiéndose en parte de ella. Siendo coruñesa, donde el mar también está muy presente, sorprende ese hechizo que Teresa tuvo con Fuerteventura. "Me enamoró su silencio, su tranquilidad y su luz; en el mundo no he visto otro color igual". Hechizo que le empujó a desarrollar su creatividad costurera y que, a pesar de no contar aún con tienda online ni presencia apenas en establecimientos, ha sido un éxito total.
"Tengo clientes extranjeros que cuando vienen me vacían el taller". Lo cierto es que a nosotros también nos entran ganas de llevarnos los delicados vestidos de lino, las originales faldas vaqueras y todos los bolsos de piel que cuelgan de las estanterías de su bonito espacio repleto de máquinas de coser. "Nunca hago dos piezas iguales. Elaboro mis diseños con telas de calidad, muchas compradas en mis viajes por el mundo". Diseños atemporales y sobrios con los que transmite parte de ella y deja un pedacito de la sencillez, luminosidad y calma de Fuerteventura.
En el lateral de la casita de Teresa, Giorgia y Davide han encontrado su sitio en Fuerteventura. Esta pareja italiana llegó a Canarias en caravana el pasado mes de noviembre con ansias de libertad y naturaleza. “"Al menos queremos quedarnos aquí hasta que la pandemia desaparezca", dice Giorgia. "Estamos muy a gusto rodeados de estos paisajes", recalca Davide. Ellos son algunos de los artistas itinerantes que pasan por Lajares, aunque tal y como se encuentran de instalados, es probable que su estancia sea más larga de lo que creyeron cuando dejaron Sicilia.
Davide trabajaba la madera, mientras que Giorgia creaba en macramé. "Me di cuenta de que ya había mucha gente que hacía cositas en macramé y decidí que tenía que cambiar", detalla ella. Fue dicho y hecho. Durante un viaje a México, la pareja aunó su pasión artesana por medio de las joyas tras llevar a cabo un curso de diseño en plata y crearon 'Sensai'.
En su nuevo taller, donde el ritmo lo marca el canto de los pájaros, dan forma a pendientes, colgantes y anillos en los que reflejan sus emociones. "Yo trabajo con piedras semipreciosas y naturales que buscamos en nuestros viajes, mientras que Davide se inspira más en las formas geométricas". Entre las joyas de Giorgia, sobresalen sus colgantes de enormes turquesas engarzadas en plata. Lo de Davide son los sencillos anillos de plata con alguna nota especial. En uno de sus últimos diseños ha incorporado una reproducción mini de un coral, también en plata. Corales y turquesas que homenajean al mar que tantas emociones les contagia.
Desde las ventanas del estudio de Greta, en el centro de Lajares, se entrevén los cautivadores cuadros de esta pintora gallega que se instaló en 2005 en Fuerteventura. Enamorada del mar y de la vida, lleva más de 17 años pintando, a veces sobre madera y otras sobre lienzos inmensos que cubren las paredes de su estudio.
La mayoría están inspirados en Fuerteventura, representando versiones de la isla que se pierden entre la realidad y el sueño. "Me vine a Fuerteventura sin ninguna expectativa, pero aquí he encontrado mi lugar y a él le dedico parte de mi obra". Pueblecitos, volcanes y palmeras escapan del lienzo para cobrar vida. "Considero mi pintura como metafísica", explica Greta.
Son cuadros en los que la luz y la simetría juegan con la arquitectura y los paisajes, siempre protagonizados por la vegetación. "Las plantas son fuente de inspiración y mi casa está llena de ellas". Sorprende esta inclusión de vegetación en áridas tierras volcánicas llenando de color los edenes particulares de Greta. Paraísos dentro del paraíso que de vez en cuando saltan a la galería madrileña 'Utopía Parkway'.
Situado a tan solo 10 minutos en coche al sur de Lajares, La Oliva es otro municipio de interior en el que el arte ha sido parte de su historia. En él se encontraba, hasta el inicio de la pandemia, el Centro de Arte Canario, fundado por Manuel Delgado, lugar que atrajo a numerosos artistas y artesanos.
Juan Sánchez y su familia ceramista son ejemplo de ello. Después de dejar obras en países como Chile o República Dominicana, país en el que Antonio Sánchez Castellón, padre de Juan, incluso creó escuela, llegaron a Fuerteventura. "Mi padre vino a representar a los ceramistas en la Villa de Artistas que se creó ligada al Centro de Arte Canario", recuerda Juan. Fue en los años 80, y en La Oliva decidieron plantar sus raíces y su taller cerámico Nopal. "Vinimos toda la familia y estamos encantados porque la isla es tranquila para crear y hacer trabajos manuales".
Echando un vistazo a las piezas que llenan cada recoveco a la entrada del taller, llaman la atención desde trabajos utilitarios y rústicos a otros de lo más elaborados, entre los que sobresalen platos llanos esmaltados con vivos colores. "Hemos creado nuestros propios esmaltes y seguimos evolucionando con propuestas como la que hemos desarrollado junto a Bea". Juan habla de Beatriz Trujillo, arquitecta y propietaria, junto a su pareja Alejandro Viera, de Aulaga, un encantador establecimiento de regalos y decoración abierto recientemente en el centro de La Oliva.
En esta coqueta tiendecita Bea y Alex, además de vender productos de los artesanos de la isla, realizan una gran labor poniéndoles en contacto y promocionando su trabajo. Las modernas vajillas de Nopal destacan, con gran personalidad, en uno de los mostradores de Aulaga. "Hablé con Juan para trabajar juntos en diseños que son tendencia". La ilusión de Bea con las piezas de Nopal eleva el valor de estos productos. "Paso mucho tiempo innovando y perfeccionando", asegura Juan sacando del horno varios modelos de una bandeja para sushi, en tonos blancos y negros, que acaba de diseñar, "además hemos incorporado la piedra volcánica a nuestra técnica", añade.
En Nopal elaboran platos y vasos para restaurantes, trofeos, murales, esculturas. "También hay obras nuestras repartidas por la isla". Es el caso de los números de las calles de El Cotillo o la escultura de la mujer 'Jareando' en la calle Iglesia de Corralejo.
Nuestra ruta artística majorera nos lleva hasta Pájara, en el centro de la isla, donde conocemos a María, una artesana de las de toda la vida, de talento heredado y difundido durante generaciones. "Aunque yo empecé con 12 o 13 años, los primeros recuerdos los tengo con mi abuela, pero esta tradición familiar venía de más atrás", relata ahondando entre sus recuerdos. Lo suyo es la palma, con la que elabora productos típicos como sombreros, escobas, cestas, esportones para guardar el grano y esteras para los que utiliza hasta once hojas. De ellos realiza versiones en menor tamaño para que los turistas puedan llevarse un pedacito de su arte.
Su taller, situado en el bajo de una casita, nos introduce en la Fuerteventura más tradicional por medio de útiles de agricultura. "Me encanta defender que lo antiguo siga teniendo uso", razona María poniendo en valor su trabajo. Por este motivo imparte cursos, para que las tradiciones no se pierdan en el tiempo.
Para María, los diseños con palma son un complemento a otro trabajo, aunque a ellos les dedica gran parte de su vida. "Puedo tardar más de cinco días, con sus respectivas noches, en hacer una pieza como es un sombrero, su obra más lucida y aclamada". Tiempo al que hay que sumarle el que invierte en ir a recoger la palma, quizá la parte más ardua del proceso. Pero su afición tejiendo palma le resulta de lo más gratificante. "Me encargaron gran parte del atrezzo de la película Exodus", presume orgullosa esta artesana tradicional que se atreve con todo.
Muy cerca de Pájara está el pueblito de Tiscamanita, en el que también gobierna el ritmo pausado que tanto alaban los artistas de la isla. Ese que no entiende de tiempos y que fue el que conquistó a Pau Valverde hace 30 años. Llegó a Fuerteventura por amor hacia una majorera, pero también se enamoró de los paisajes tranquilos, y de ellos deja constancia en las cerámicas que moldea con tierras isleñas en 'Tierrarroja Tiscamanita'.
"Solo utilizo materiales de proximidad", garantiza mientras que, en apenas unos segundos, ha dado forma a un jarrón con su torno. ¡Vaya manos ágiles! El taller se encuentra junto a su casa, rodeado del sosegado e inspirador paisaje isleño. En él imparte cursos de los que han salido grandes discípulos. "Empecé con la cerámica a los 12 años y a los 16 ya era mi trabajo".
Las detallistas piezas de Pau se caracterizan por los tonos marrones y beige. Son los barros y tierras que recoge cerca de su hogar. "También me gusta ir a por el barro histórico de Morro Belosa". Su paleta de colores queda reducida a estos materiales, pero tampoco hacen falta más tonos para aportar modernidad y elegancia a sus tazas, platos, juegos de café, tajines, adornos… Entre las composiciones más llamativas, Pau muestra un tofio "es un cuenco aborigen que servía para recoger la leche del ganado y que a veces reproduzco". Estupendos recuerdos que pueden adquirirse en los museos y en las tiendas de la isla.
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