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Si te interesa la arquitectura, quieres contemplar montajes sorprendentes, llevarte una visión panorámica de lo que significa habitar el mundo o simplemente estás interesado en conocer los desafíos del futuro, sin duda, debes añadir este recorrido en tu agenda. De las numerosas exposiciones que acoge la Bienal de Venecia, te conducimos por aquellas que tienen protagonistas españoles, en una edición marcada por el talento patrio.
En esta ciudad, que ha sido puente entre Oriente y Occidente, tuvo lugar en 1895 la primera Bienal de arte. A partir de entonces, se ha celebrado cada dos años una competición pacífica de naciones, que compara la excelencia de cada país. Se ha convertido así en una "isla mundo", un lugar de encuentro al que se le han ido añadiendo otras manifestaciones como cine, música, teatro o danza, llegando este año a la edición 17 de arquitectura.
El título elegido por Hashim Sarkis, el profesor del MIT que comisaria la exposición principal, no puede ser más sugerente: ¿Cómo viviremos juntos? Esta cita permite contemplar grandes propuestas en torno a los avances tecnológicos, las fronteras, las relaciones interpersonales o las urgencias ligadas a la sostenibilidad del planeta, dentro de una concepción expandida de la arquitectura y con una ambiciosa vocación planetaria, capaz de ofrecer un horizonte positivo hacia el que encaminarse.
Dentro de los proyectos seleccionados, no deben pasar desapercibidos muchos en torno a la idea de comunidad y la negociación de bienes en común, entre los que destacan varios con presencia española, como Tactical and Peripheral Architecture, donde Ana Mª López Ortego (Arquitectura expandida), junto con otros arquitectos internacionales, ayuda a identificar y definir estrategias de participación ciudadana. También los proyectos colaborativos descritos por varios arquitectos españoles nacidos en 1985, agrupados como LACOL, o las prácticas de regeneración fluvial reivindicadas por el colectivo PRÁCTICA.
También en el Arsenale despuntan las instalaciones con las obras sociales del estudio madrileño Rojo/Fernández y del barcelonés Miralles Tagliabue en Clichy-Montfermeil. Y sobresale en los Giardini la presencia de Daniel López-Pérez con una de las piezas más llamativas de la exposición: Geoscope 2: Worlds, una esfera inflable y multimedia junto a todas las visiones utópicas homenajeadas por Sarkis. Por último, las reflexiones sobre comunidades emergentes de los historiadores Ignacio G. Galán e Iván L. Munuera.
El protagonismo español ha sido evidente desde el primer momento gracias a la concesión del León de Oro a la carrera de Rafael Moneo. Conocido en España por obras icónicas, personalísimas y tan distintas entre sí como el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, el Kursaal de San Sebastián o el Ayuntamiento de Murcia, además de otras muchas internacionales, como la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, el Museo de Bellas Artes de Houston o el Museo de Arte Moderno y de Arquitectura de Estocolmo, Moneo ya recibió el prestigioso Pritzker en 1996 y ahora se le reconoce una trayectoria en la que ha sabido conjugar experimentación y tradición como muy pocos.
En efecto, bebiendo de fuentes tan diferentes como Alvar Aalto, Jørn Utzon, Aldo Rossi, Robert Venturi o Giuseppe Terragni, ha sabido crear soluciones de enorme originalidad en cada contexto, renunciando a un estilo único, mientras construía una monumentalidad contemporánea y una cultura arquitectónica que es una referencia indudable dentro y fuera de nuestras fronteras.
Uncertainty-Incertidumbre, comisariado por el equipo canario compuesto por Sofía Piñero, Domingo J. González, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera, es uno de los pabellones más celebrados y comentados de esta edición, por su atractiva puesta en escena, pero también por la originalidad de sus proyectos. Más que espacios construidos, expone una serie de estrategias arquitectónicas flexibles para afrontar nuestra convivencia en el futuro.
Ha llamado mucho la atención la instalación central, compuesta por los currículos profesionales de los 466 arquitectos que se han presentado al concurso, individuos heterogéneos que crean una nube colectiva en una edición donde el carácter propositivo se impone sobre las celebrities. Así, ante la incertidumbre de nuestros días, aporta un sorprendente y variado conjunto de procesos, servicios y tácticas urbanas que son capaces de convertir la zozobra en sugerentes oportunidades.
Venecia es uno de los mejores lugares para perderse, esperando una sorpresa fastuosa tras cada esquina, y también donde demorarse acompañado por un spritz o un prosecco, mientras se degusta un buen cicchetto (tapa). Sin embargo, los felices extravíos no deberían impedir las siguientes visitas.
'Catalonia in Venice - air/aria/aire' es el título del pabellón catalán presente en los eventos colaterales. Se trata de una de las instalaciones más elegantes de este año y la prueba de lo reveladora que puede ser una buena investigación unida a una acertada visualización de datos. El mérito es de Olga Subirós, que ha comisariado y diseñado la exposición, y de las cartografías realizadas por 300.000 Km/s (Mar Santamaría y Pablo Martínez), cuyos diagnósticos se ven enfatizados por la inmersión sensorial en el cuerpo central que acompaña la composición de John Talabot, interpretada por Maria Arnal. Todo ello está al servicio de mostrar la preocupante situación del aire de nuestras ciudades, un bien común sobre el que la arquitectura también debe reflexionar, si queremos "sobrevivir" juntos.
The 'Soul Expanding Ocean' #1, de Taloi Havini, comisariada por Chus Martínez, es una pieza sonora de gran belleza dentro del proyecto Ocean Space. En ella el visitante habita una "isla" del Pacífico para escuchar sonidos que parecen remitir a la profundidad del océano y a un legado inmemorial.
Como es de esperar, en un encuentro con 229 jóvenes arquitectos internacionales de 27 países, no podía faltar algún representante español. Así ha sido en el Young European Architects, un evento con vocación de manifiesto para la nueva generación, donde ha quedado finalista The Form of Care, de María José Marcos, presente en Venecia por partida doble, ya que también tiene sus Arquitecturas portátiles en el Pabellón de España.
A todo ello, hay que añadir el programa Spagna. Cultura+Scienza, que presenta en Venecia varias citas:
El 17 de junio se presenta el diccionario biográfico Vislumbres.
El 18 de junio se proyectará la película de Gustavo Salmerón Muchos hijos, un mono y un castillo, como anticipo del festival de cine español.
El 26 de julio la compañía de danza contemporánea Metamorphosis Dance, formada por Iratxe Ansa e Igor Bacovich, estará en la Bienal Danza con el espectáculo Al desnudo.
La Agrupación Señor Serrano, premiada en 2015 con el León de Plata, estará presente en la Bienal de Teatro con The Mountain.
En su conjunto, esta edición permite albergar esperanzadores sueños desde los que imaginar otro mundo por habitar juntos. Venecia nos indica así el camino para proyectar ese necesario horizonte.
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