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Alejandro Blázquez es la cuarta generación de la familia Lobo en llevar esta emblemática zapatería madrileña. “Mi bisabuelo Timoteo, del que tenemos una foto en la tienda, en 1897, siempre se ha centrado en la venta de calzado”. Pero ojo, no se dedicaban a las alpargatas, la estrella del local actualmente. “Por aquél entonces las alpargatas las llevaban la gente del campo, que incluso se las hacían ellos con un poco de cáñamo o yute”. El ancestro de Alejandro trabajaba el género de piel, refinado, para señora y caballero. “Cuando murió mi bisabuelo, las riendas de la tienda pasaron a su hija pero murió joven y fue su marido, mi abuelo Pedro, el que siguió con el negocio hasta 1981, cuando falleció”. Cuando el padre de Alejandro se encargó de ‘Lobo’ quiso darle un giro. “Abandonó el zapato para apostar por algo más artesanal, tradicional… Lo que la tienda es ahora”.
Entrar en ‘Lobo’ es encontrarte con la alpargata en todo su esplendor. “Llevamos más de 45 años centrados en ella”. La más significativa es la básica, la plana de toda la vida que cuesta unos 11 euros y está disponible en más de 30 colores y en tallas que van desde la 16 hasta la 48. “Son todas hechas en España y las hacemos en tantos colores como el fabricante nos permite”.
Alejandro llegó al negocio familiar en 2011 con el objetivo de potenciar el e-commerce de ‘Lobo’ donde se pueden ver y comprar todos los modelos que hay en su extenso catálogo, aunque mucha gente prefiere pasarse por allí, sobre todo turistas, porque la alpargata se ha convertido en un souvenir. “A partir de Semana Santa se suele formar cola en la puerta”. Además del modelo clásico cuentan con más estilos: con cuña más o menos alta, la mule sin talón o tipo sandalia.
“Nosotros no funcionamos por colecciones de temporada sino que tenemos un catálogo estable que vamos incorporando modelos nuevos o retirando otros que no funcionan”. Es más, tienen modelos que se siguen vendiendo desde hace 30 años. Aunque uno de los problemas más importantes a los que se enfrentan es la desaparición de proveedores. “La pandemia hizo mucho daño y hubo fábricas que cerraron, otras lo hacen porque se jubilan y no encuentran relevo generacional así que no nos queda más remedio que buscar sustitutos”.
Además de las alpargatas cuentan con esas Merceditas y Venecianas tan de moda últimamente, babuchas para estar por casa o las bambas, kung fu de lona, sandalias ibicencas y albarcas levantinas tan apetecibles para el verano. También ofrecen botos de Valverde del Camino y zapatos de baile de salón, de claqué o de ballet amén de los llamativos zapatos de lunares de sevillana.
'CALZADOS LOBO'. Calle Toledo, 30. Madrid. Tel. 913 66 40 17.
Había muchos rumores de que esta emblemática tienda de lencería y ropa de casa había echado el cierre (como ha sucedido con la cercana y famosa 'Cerería Ortega'), pero no, la 'Corsetería La Latina' sigue abierta para deleite de todas aquellas personas, con un peso desde los 85 hasta los 200 kilos, que necesitan adquirir una bata, un bañador, un pijama o un sujetador.
La tienda fue abierta en 1925 y, por entonces, no existía la corsetería como tal sino que se trataba de un almacén donde se vendía todo tipo de ropa. Con el tiempo se fue especializando aquí, las personas con tallas que se salen de lo convencional pueden encontrar su talla y además, con diseño moderno, elegante y buena hechura.
Esta tienda, que entró en el Libro Guinness porque para esta casa se fabricó el sujetador más grande del mundo, que durante años estuvo expuesto en su escaparate, sigue llamando la atención del viandante por las dimensiones de sus artículos. Pero es verdad que hombres y mujeres, sea cual sea su talla, necesitan elegir la talla correcta, dar prioridad a la comodidad y sentirse bien consigo mismo.
'CORSETERÍA LA LATINA'. Calle Toledo, 49. Madrid. Tel. 913 65 46 22.
La Latina se encuentra en pleno Rastro madrileño y uno de sus mayores atractivos son las tiendas de muebles. “Mi abuelo tenía una almoneda”, comenta Paola Gamella. Ella, junto a su madre, Marta Hernández, y su padre, Víctor Gamella supervisan la cuidada selección de muebles antiguos, vintage y de diseño, así como su variedad de objetos en cerámica. “En cuanto a los muebles, nos hemos especializado en estilo nórdico -comenta Paola-. Mi madre es restauradora y antes, los muebles que traíamos daban muchos quebraderos de cabeza. Ahora traemos muebles que no necesiten demasiada intervención, simplemente tratar arañazos o marcas de vasos en la madera”.
En la planta de arriba hay una singular mezcla de sillones, aparadores, mesas, sillas, lámparas y otros objetos decorativos con una distribución tan especial, que crean un ambiente acogedor y lleno de personalidad que invita a entrar al transeúnte. En la de abajo también hay muebles y lámparas, muchas de ellas antiguas y de cristal.
“Hay algunas piezas que ahora son imposibles por las dimensiones tan reducidas de las casas”, asegura Paola. Por eso, se centran también en la creación de lámparas que diseña Marta. “Tienen un toque sesentero pero moderno y además, las podemos hacer a medida”. Paola se ha percatado de que ahora la gente prefiere decorar sus casas de forma diferente, aportando su toque personal. “Cada vez más la gente viene buscando algo único” y aquí, seguro que no sólo va a encontrar la pieza clave sino también la ayuda y el asesoramiento para dar con ello.
'MARANTIKK'. Calle Santa Ana, 9. Madrid.
El diseñador almeriense Mario Cruz se mudó a Madrid nada más acabar sus estudios de Confección y Patronaje en Granada. En 2018 nació su marca ‘Mario Cruz Studio’ y desde entonces ha desarrollado unos diseños de ropa y accesorios muy personales, genderless, elegantes y atemporales. En definitiva, una marca que busca el cambio social y que mira al futuro con estilo y originalidad. “Sacamos colecciones cada temporada pero no llevamos el mismo ritmo que otras firmas”.
Con ello consiguen crear prendas que duran mucho tiempo en el armario por lo que son muy sostenibles. Tops, vestidos, camisas, monos y petos, pantalones, faldas, cazadoras, chaquetas, camisetas… Piezas “de líneas puras, muy limpias, que no suelen pasar de moda”, asegura Mario. Los colores tienen mucho peso en su ropa. “Jugamos con ellos para dar vida a las prendas”.
Además, cuenta con una gama de complementos muy apetecibles -alguna propia y otra de otros diseñadores españoles- como los bolsos acolchados, la joyería, las gafas de sol o los pañuelos de seda estampados con motivos muy especiales como el dedicado a Vejer de la Frontera, localidad gaditana a la que Mario está muy unido porque suele abrir allí una pop up store durante la temporada estival.
El almeriense está muy contento con el barrio donde está situada su tienda-taller a pesar de la situación actual. “En Madrid a la gente le gusta hacer barrio y La Latina ha sido siempre un barrio obrero. Ahora, con el encarecimiento de los alquileres la gente está más empobrecida pero sigue haciendo barrio y resistiendo”. Hay vecindario para rato.
'MARIO CRUZ'. Calle de la Ruda, 9. Tel. 911 19 90 39.
En 1934, Francisco Moreno inauguró una tienda de ultramarinos, pero en 1936 empezó a especializarse en caramelos y bombones, comenzando así lo que sería la dulce trayectoria de ‘Caramelos Paco’ y convirtiéndose en la primera tienda especializada en Madrid en estos productos.
En la tienda se pueden encontrar varios formatos (como los adoquines, los masticables, los toffees…) y sabores: malvavisco, café con leche, piñones, cubalibre, chocolate y vainilla, menta, regaliz, miel, anís, leche merengada, eucalipto, jengibre, mojito… Pero además hay de esos dulces que nos trasladarán a la infancia como los Caramelos Selt, los Petazeta, los Caramelos Pez, los Palotes…
Cuentan también con una amplia gama de gominolas, nubes y otras chucherías y en cuanto a bombones ofrecen una gran variedad como la leña vieja de chocolate (con leche o negro), la roca de almendra o de avellanas y chocolate, Lenguas de Gato, Naranjines, bombones de licor o Frutas de Aragón, entre otros. Hay que señalar que ‘Caramelos Paco’ es un pionero en ofrecer caramelos sin azúcar y caramelos sin alérgenos.
'CARAMELOS PACO'. Calle Toledo, 53. Madrid. Tel. 913540670.
En enero de 2012 tres amigos (Kika Gaitero del Bao, Ana Sánchez Valverde y Antonio-Diniz Almeida) decidieron abrir ‘Molar’ que, además de ser librería y tienda de discos, es mucho más, es un espacio donde compartir y descubrir lo que se cuece en la cultura independiente. “‘Molar’ es una librería y tienda de discos -asegura Antonio-, más librería que tienda de discos, como un 70-30 por ciento”.
En cuanto a los libros, huyen de los best sellers. “Intentamos traer las cosas que nos gustan a nosotros y los estilos musicales que nos apasionan” así, hay biografías musicales, ensayo, novela gráfica, cómic, poesía, humor…Incluso cuentan con una interesante propuesta autoeditada y una sección infantil. En música (predomina el vinilo y también ofrecen alguna casete) de estilos tan diversos como rap, reggae, funk, folk actual, electrónica… difíciles de encontrar en canales convencionales. Y ofrecen un sinfín de gadgets para regalar y regalarse como camisetas, tazas, cuadernos, láminas…
‘Molar’ se encuentra en la calle Ruda, una de las vías comerciales más interesantes de La Latina. “Cuando empezamos había almacenes de ‘al por mayor’ y esto estaba desierto de comercios. Cuando cerraron aquellas tiendas la calle se ha abierto a negocios interesantes”. Su cercanía al Rastro madrileño además, es un plus. “Pasa tanta gente por aquí que el domingo es un buen día” pero eso sí, no es su público. “Nuestra clientela suele ser gente del barrio”. Organizan presentaciones de libros o cómics, conciertos, exposiciones… por lo que hay que estar pendientes de su agenda.
'MOLAR'. Calle Ruda, 19. Madrid. Tel. 911 72 57 40.
La joyería de autor se refiere a aquellas piezas de joyería que son diseñadas y elaboradas por un artista o joyero individual en lugar de ser producidas en masa por grandes empresas. Cada joya de autor es única y refleja la visión creativa y el estilo personal del diseñador. Lucía Rujas lleva más de 25 años trabajando en esta tienda-taller de la calle Ruda. “De cuando empecé a ahora estoy más adaptada a lo comercial porque ya estoy menos motivada”.
Además de joyería más popular y vendible para mujer y unisex cuenta con joyería espectacular con formas vegetales (espigas de trigo, flores) y animales como serpientes, caballitos de mar, conejos, ciervos, caballos o jaguares. “No es lo que más funciona. Tiene un público más limitado pero son cosas que nos gusta hacer porque es nuestra seña de identidad y claro, si caemos en todo lo comercial, dejamos de ser nosotros pero es que hacemos de todo, hasta piezas geométricas e inspiradas en Art Decó”.
Entre las particularidades de ‘De Piedra Creaciones’ es que restauran piezas antiguas adaptándolas a las corrientes contemporáneas; realizan piezas únicas y utilizan piedras naturales, de ahí su nombre. Lucía se lamenta de que, actualmente, no se valora la joyería de autor. “Al contrario. La gente quiere comprar cosas buenas a precio barato y eso no es así porque la mano de obra de hecho, yo ya no la incluyo. De cuando empecé hasta ahora, ha cambiado mucho”.
La exclusividad ha dejado de tomarse en consideración. “Antes nadie vendía bisutería. Era o la joyería clásica o tiendas como la mía por lo que mi trabajo se valoraba mucho más. A mi tienda venía gente de todas partes a comprar algo especial y ahora, vende joyas todo el mundo, hay cosas monísimas, baratísimas en cualquier tienda de ropa”. Aunque hay que señalar que cualquiera de sus piezas llama más la atención que una de un establecimiento de moda.
Además del sector, Lucía también ha apreciado los cambios en el barrio. “Tenemos clientela del barrio, clientela fiel que siempre nos ha seguido pero ahora mismo están cerrando locales para hacer pisos turísticos y bueno, estamos aguantando. La Ruda, que es una calle pequeñita y con personalidad, ahora mismo somos como un oasis. A ver la resistencia hasta donde nos da. Pero de momento, estamos aguantando”.
'DE PIEDRA CREACIONES'. Calle Ruda, 19. Madrid. 623 06 53 65.
‘La Gatoteca’ es un lugar perfecto para aquellos que están pensando en adoptar una mascota felina, para los que les gustan los gatos pero no puede tener uno en casa o para aquellos que simplemente, quieren pasar un buen rato jugando con uno de ellos… Entrar en 'La Gatoteca' es entrar en un espacio donde los mininos son los protagonistas. A la izquierda del espacio hay una zona dedicada a tienda con transportines, juguetes, alimentación, merchandising, libros… “Ahora la tienda va a cambiar a un concepto de donativo y además, los que adopten a un gato podrán llevarse a casa el kit básico”, cuenta Aitor Legardon, uno de los socios de ‘La Gatoteca’, y se les ofrece asesoramiento sobre alimentación o el uso de hierbas
La primera etapa de ‘La Gatoteca’ comienza en 2013, cuando abren el primer local en la calle Argumosa. Tras la pandemia deciden trasladarse al local en el que están ahora en La Latina. Los visitantes se quedan entusiasmados con la sala de gatos situada a la derecha. En cada visita, se acepta un total de 16 personas simultáneamente, incluidos niños, que está limitado a un número no superior a cuatro.
La entrada al Salón de Gatos cuesta unos 5-8 euros y se necesita inscripción previa. Además, al entrar se dan una serie de pautas de comportamiento para no asustar a los gatos como no gritar, no darles comida, no hacer fotos con flash o jugar con ellos mediante juguetes, no con las manos, entre otras muchas recomendaciones. Y la entrada lleva consigo una consumición para hacer la velada más acogedora.
En definitiva, aquí los animales juegan, comen, se acicalan… como si fuera en una casa, no en el chenil al uso. “Tenemos 24 gatos que están en adopción”, dice Aitor. Si hay flechazo entre minino y humano se presta a un proceso de pre adopción que conlleva hacer un cursillo básico y la fórmula parece que funciona porque desde la fundación de ‘La Gatoteca’ han encontrado hogar unos 900 gatos. Incluso algunos de ellos se han ido a Suiza, Portugal, Inglaterra o Alemania, por enumerar algunos de los puntos del globo. “Después de la pandemia la gente se dio cuenta de que estar solo no mola y los gatos por su carácter independiente son muy apropiados ya que requieren de un tiempo de atención y de cariño -finaliza Aitor-. Te das cuenta de la paz que te generan”.
'LA GATOTECA'. Calle Duque de Rivas, 7. Madrid. Tel. 919 40 60 63.
Saray Morales inaugura ‘La Positiva’ en 2016 en el multicultural barrio de Lavapiés. En 2024 decide trasladarse a La Latina, justo en uno de los locales exteriores del emblemático Mercado de la Cebada, y desde entonces ‘La Positiva’ se ha convertido en un espacio perfecto para los que practican un consumo consciente. “Yo era estilista, estudié estilismo y diseño de moda, y siempre quise tener mi marca y mi tienda donde impulsar a jóvenes creadores como yo” y, aunque Saray ha aparcado por el momento el diseño y el estilismo ya que la tienda le absorbe todo el tiempo, sí que ha desarrollado un ojo clínico para descubrir aquellos talentos noveles que con su trabajo contribuyen a conseguir un mundo mejor.
En su tienda se pueden encontrar moda y productos artesanales de marcas y diseñadores emergentes por lo que en la tienda se puede encontrar un surtido de lo más ecléctico. “Hay mucho colorido -asegura Saray-, también hay prendas más minimalistas y otras, más retro. Me gusta que sea todo muy diferente a lo que ofrecen las grandes marcas de moda”.
Saray nos recomienda echar un vistazo a la ropa de ‘León Gavira’ o de ‘Pepa Loves’; la joyería de ‘Kimblim’; los bolsos de ‘Ölend’ o los pañuelos de ‘Mi abuela Lila’, los monederos de ‘Ecke’. Pero además, objetos de decoración como las cajas de luz de ‘Lucernario’; las ilustraciones de Patrizia Martos y de Ana Clrerichi… Y además hay jabones y artículos para niños y niñas. “No hay sólo ropa”.
Aunque en su e-commerce hay algunos de los artículos, “no están todos” por lo que se recomienda dar una vuelta por ‘La Positiva’. “A la tienda online suele entrar gente de entre 25 y 35 años pero por la tienda de La Latina entran todo tipo de gente, y también muchos turistas tanto extranjeros como de fuera de Madrid”. Además, hay algunas prendas que son exclusivas, que sólo hay una, “por lo que no compensa subirla a la red”.
'LA POSITIVA'. Plaza de la Cebada, s/n. Mercado de la cebada, local exterior 1 y 2. Tel. 918 23 70 71.
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