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Los aficionados son legión en el norte de Europa. Franceses, belgas y holandeses le cogieron el gusto hace años. No les culpamos, volver a circular por la carretera con la que llegabas al pueblo de niña o sentarte en un acantilado con los pies colgando mientras cae el sol puede arrancarte un suspiro de nostalgia… Aquí, las caravanas se pusieron de moda en los 50 y vuelven junto a otras opciones setenteras.
"En tres semanas se ha alquilado cerca del 60 % de la flota y hay un 30 % de primerizos que nunca antes han probado la experiencia que ahora, ante las circunstancias, se ha animado", cuenta José Manuel Jurado, presidente de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar). Si no hemos viajado antes con autocaravana, todo es un mar de dudas. Resolvemos algunas, empezando por sus ventajas:
¿Os acordáis? Esa sensación de no tener prisa por llegar al destino. Quizá no. Bajad la ventanilla, sentid el aire fresco en la cara y dejad que el viaje fluya. Parar en ese pueblo por el que pasamos o en el siguiente ¡por qué no! Tener libertad para hacer lo que a uno le venga en gana. La autonomía y la espontaneidad son dos de las ventajas cuando nos ponemos al volante de nuestra propia ruta. La España rural nos espera. Si os tira el norte, podéis aventuraros en el Valle de Liébana, partiendo desde Potes y recorrer algunos de sus más de 100 pueblos decidiendo sobre la marcha; o conducir hasta Extremadura y descubrir las maravillosas montañas de la Vera a través del retrovisor.
Podréis leer tumbados viendo el bosque desde la ventana, desayunar tirados bajo un árbol o mojar los pies en un riachuelo. Y todo, con una banda sonora silvestre. Por ejemplo, una ruta desde Pont de Suert, adentrándoos por el valle pirenaico de la Alta Ribagorça hasta Caldes de Boí, siguiendo el curso del Noguera de Tor (apenas unos 100 km) os dará la oportunidad de ver nutrias en su hábitat natural, de hacer paradas encantadoras con un plus de relax u otear pueblos recortados en las laderas. También la naturaleza más salvaje te espera en la Costa da Morte, con sus faros, acantilados y atardeceres. Lo importante es tener la mente abierta y conectar con el entorno.
Toda la que quieras. El número de personas que se crucen en tu día lo puedes decidir tú. En Burgos, por ejemplo, hay decenas de rutas con rincones espectaculares que, sin embargo, aún no cuentan con masas de turistas. Escoged una: de Aranda de Duero a Peñafiel, de Sepúlveda a Alentejo… Paisajes con mil matices, patrimonio y arte. Todo sin cláxones ni terrazas.
Si queréis, ninguna. Podéis llevar casi todo desde casa porque, en realidad, necesitamos muy pocas cosas. Si algo nos ha enseñado la reclusión hogareña obligada es el valor de la austeridad. Es cierto, conviene planificar bien qué se necesitará. Y, si hay un imprevisto, paramos a comprar protegiéndonos como lo estamos haciendo ahora.
Quizá les hemos tenido lejos durante meses y podemos "recuperar el tiempo", o puede que viajar juntos nos dé seguridad. ¿Es buena idea viajar con la prole? A veces sí, a veces no tanto. Aunque la idea romántica de los viajes hippies nos asalte, viajar en caravana no es barato. Convivir puede ser una ventaja, pero hay que tener en cuenta la duración y las refriegas que pueden surgir. Si no, puede que esa ruta por la costa gallega –de Malpica a Finisterre o de A Coruña a Fragas do Eume– con curvas de infarto y atardeceres sobrecogedores acabe con nuestro amor precipitado por un despeñadero donde se acaba el mundo. La recomendación a nivel psicológico es que "nos escuchemos y conectemos con qué nos apetece realmente (al margen de expectativas)", como sugiere Diana Lozano, psicóloga del Centro TAP, para decidir con quién viajar.
Rutas nuevas, experiencias nuevas. El espíritu aventurero está en muchos de nosotros y es una de las ventajas que atrapan de este tipo de experiencia. Subirse a un árbol, pescar, asar carne al aire libre… Cualquier momento es bueno para parar, hacerse una foto o decidir, el último instante, cambiar de carretera. Si lo vuestro es el sur, es muy recomendable la ruta que une Jerez de la Frontera y Tarifa (220 km). En la vieja N-IV entre Sevilla y Cádiz, podréis desayunar molletes de pan caliente untado con pringá colorá en algún bar de cambio de rasante. En este sentido, hay que ser flexible y no hay que tener miedo a improvisar.
Después de estar prácticamente encerrados dos meses, sentirse seguro es importante y el viaje en caravana lo ofrece. "La incertidumbre es una de las emociones que más cuesta gestionar. No llevamos demasiado bien el no saber, el no controlar o el que las cosas no dependan directamente de nosotros", expone Lozano. Autocaravanas, caravanas y campers tienen sus espacios definidos –camas, baño, cocina o salón– recreando una vida que se asemeja a una vivienda particular. En las de alto standing casi puedes olvidar que estás dentro de un vehículo.
... algunas sugerencias. ¿Qué llevamos y qué precauciones tomar? Hay una regla no escrita que dice que los caravanistas son los reyes del minimalismo. En esencia, es así.
1. Llevar un botiquín de primeros auxilios con lo esencial es buena idea. Llevar jabones en pastilla, también (duran más y son más ecológicos). Existen para cabello, sí, y para ropa. Mejor un par de juegos de toallas que uno (a nadie le gusta secarse con una toalla húmeda y, a veces, el clima juega malas pasadas) y siempre calcetines de sobra, un par de linternas y pilas.
2. Es importante conocer el vehículo. El llenado de agua, la recarga de energía o gas y el vaciado de los residuos en el sitio correcto son tareas que tendremos que hacer sí o sí, así que hay que saber cómo hacerlas antes del viaje. Lo mismo para el vaciado de aguas grises o negra (solo en áreas de estacionamiento de autocaravanas o campings). Si pensáis en alquilar una caravana, la ficha técnica del vehículo os dirá la masa máxima remolcable y el peso que puede soportar detrás.
3. Aunque se puede parar y dormir prácticamente en cualquier lugar, si no estamos seguros de si podemos acampar –implica sacar patas estabilizadoras u otros elementos–, simplemente estacionemos. A nadie le gusta levantarse con un policía llamando a la puerta. La velocidad también puede ser fruto de multas: la máxima es de 90 km/h en carreteras convencionales y de 100 km/h en autovías y autopistas.
4. En cuanto a la prevención, es recomendable llevar mascarillas FFP2 para todos y usarlas cuando estemos con terceras personas si no podemos mantener la distancia de seguridad de dos metros. Los guantes desechables al repostar, minimizar las paradas en sitios concurridos (no se trata de no apearse, pero sí de no ir a comprar compulsivamente souvenirs), además de tener una solución hidroalcohólica al 75 % a mano cuando no tengamos agua nos ayudarán.
5. Viajar con la casa a cuestas nos permite cumplir con las medidas de desinfección recomendadas por la DGT, a las que se añaden otros consejos como los del Manual de prevención del Coronavirus (Alienta Editorial) —del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Wuhan—, o las recomendaciones del Gobierno.
Entre ellas, airear el coche y limpiar con más frecuencia lo que más usamos y los materiales donde el virus resiste más. Nos referimos a manecillas, retrovisores, volante, botones de cierre… Igual que en casa limpiamos los pomos e interruptores, en el coche más contacto es más riesgo. En esta guía tienes todo los que necesitas saber sobre limpieza y desinfección de vehículos al detalle. Alquilar a empresas profesionales es siempre una buena idea. Desinfectan los vehículos antes de la entrega y os darán cobertura si hay algún accidente o avería insuperable.
- ¿Necesito un carnet especial? No. Es una de las preguntas básicas que reciben en Aseicar. Una caravana, una autocaravana o una camperizada se pueden conducir con el carnet B. Pero solo nos permite llevar vehículos que pesan con carga 3500 kg… Ese detalle es importante.
- ¿Qué vehículo escoger? Integrales, capuchinas, caravanas, autocaravanas, camperizadas… Visto como un nexo de comunión con la naturaleza y la aventura, el turismo de caravana y autocaravana se ha desarrollado para ofrecer y adaptar vehículos a todo tipo de familias y de viajeros. Dejaros aconsejar por expertos. Podéis concertar cita para verlas en persona en cualquier tienda de compra o alquiler autorizada. Adaptad la elección al tipo de viaje. Una autocaravana es ideal para parejas con niños (hasta para 6 personas), en cambio, las camperizadas arrasan entre las parejas aventureras. No siempre más grande es mejor.
- Planificar todo al detalle. Prever las mejores rutas con Google Maps, Waze o Maps.me y los puntos de interés y la hora de llegada. Os simplificarán la vida.
- El tiempo. Es un factor fundamental cuando estamos en carretera 24h. Conocer de antemano la climatología del lugar al que nos desplazamos será básico y nos ahorrará disgustos. Apps como Accuweather lo ponen fácil.
- Aplicaciones de móvil para ganar tiempo y ahorrar combustible. ¿Dónde poner gasolina o dónde parar para dormir? Campercontact, AutoC en Ruta, GasAll o Park4Night, con recomendaciones de otros usuarios os harán el viaje más sencillo. Algunas no necesitan datos.
- Respetar siempre el medio ambiente. Es fundamental y una de las más importantes recomendaciones. Debería de ser una máxima de cualquier viaje, pero en este caso cobra doblemente sentido. Parafraseando a Charles Moore, recuerda que "solo los humanos producimos basura que la naturaleza no puede digerir".
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