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Cuando se acerca mediados de julio, en Cartagena se respira, se huele y se saborea la música del mundo. Está en las plazas, en las calles y en los monumentos, e inunda cada rincón de esta ciudad de la región de Murcia gracias al Festival La Mar de Músicas, convertido en uno de más avalados de Europa en su género.
Con el Auditorio Parque Torres como escenario principal, un lugar privilegiado desde el que se divisan los restos del teatro romano, durante estos días el tejido urbano se convierte en un frenesí que incluye, además de música, cine, literatura y arte. Porque todo en el fondo forma parte de lo mismo: la cultura en el sentido más amplio y diverso de la palabra.
El Patio de Armas del Parque de Artillería, la plaza del Ayuntamiento, el Castillo Árabe y las ruinas de la Catedral Antigua, todos situados en el centro histórico, son los otros escenarios del certamen.
Tradicionalmente, cada edición cuenta con un país invitado. Este año hay un plus de ambición y escala: toda Latinoamérica está invitada con una programación de récord. "Hemos preparado una edición especial titulada Sonidos Latinoamericanos", cuenta Paco Martín, director del evento.
"Es un festival sin precedentes en lo que se refiere a la cantidad y calidad de los creadores que van a participar. Nunca se ha hecho en Europa un festival con tanta participación latinoamericana, con 25 grupos de 12 países distintos, además de un sinfín de artistas plásticos, fotógrafos, directores, escritores…".
En el apartado musical, y por seguir con los números, serán 48 conciertos de los cuales 22 tendrán entrada gratuita. El miércoles 19 en el Paseo del Puerto, junto al auditorio de Batel, la Barra Libre del Mar patrocinada por Repsol, invita a bailar con los conciertos de los tropicalistas peruanos Bareto; la mezcla de rumba, reggae y funk de Macaco, y la nueva cumbia de los chilenos Chico Trujillo. Será la cita más bailonga de todas las que tendrán lugar en el festival.
El panorama nacional estará representado por Estricnina, Rosalía y Raül Refree, y El Kanka, entre otros. El premio del año lo recogerá Pablo Milanés, quien además dará un concierto especial, y entre los reclamos más evidentes están el inclasificable Franco Battiato (entradas agotadas), Rodrigo Leao + Scott Matthew,UB40 y Alpha Blondy.
"Hay tres o cuatro artistas que me hace mucha ilusión traer porque es la primera vez que vienen a España", explica Martín. "En primer lugar habría que nombrar a una cantante estadounidense de jazz que se llama Kandace Springs, a la que ya están comparando con Norah Jones, Diana Krall y Madeleine Peyroux. Tiene una voz maravillosa y además compone sus propios temas".
"Luego hay otra cantante muy interesante, Leyla McCalla, que hace una unión entre jazz, folk de la vieja escuela y música tradicional haitiana", continúa el director del festival. "También traemos a una brasileña muy poco conocida en España pero que en Brasil es una estrella, María Gadú, que ha vendido 10 millones de discos allí y ha sido apadrinada nada menos que por Caetano Veloso.
Y, por último, destacaría la presencia del noruego Moddi, que va a utilizar un repertorio con canciones prohibidas de distintas procedencias y épocas, temas de Billie Holliday, Serge Gainsbourg y otros censurados en su momento".
Las actividades paralelas han ido ampliándose en las últimas ediciones. Se podría decir, incluso, que La Mar de Músicas es un festival de festivales, ya que también ofrece una perspectiva actualizada del cine, el arte y las letras latinoamericanas. Este año destaca el homenaje a la poetisa y cantautora chilena Violeta Parra con conciertos, documentales y exposiciones dedicados a su figura y enmarcados en el centenario de su nacimiento.
Pero la protagonista de este año quizá sea La Mar Chica, con una programación específica para que los más pequeños también disfruten de esta fiesta de la diversidad, que incluye varios conciertos como los de Fetén Fetén, Malvariche oJamaikids y talleres pensados específicamente para ellos en la plaza de San Francisco.
Nunca es demasiado pronto para que vayan adentrándose en el placer y la riqueza de la música, para que jueguen a ser cocineros o aprendan a fabricar un instrumento musical con una impresora 3D.
Para explicar la atmósfera que se vive durante esos días en la ciudad portuaria, Martín se saca de la manga una metáfora bastante elocuente: "Es una especie de maratón musical y artístico. En menos de nueve días puedes ver a cerca de 50 grupos y una decena de exposiciones, películas, conferencias y presentaciones de escritores... Viene mucha gente de fuera y hay un ambiente en la ciudad totalmente distinto al del resto del año. Es una fiesta en la calle muy especial".
Además, no es algo que se centre únicamente en el casco urbano de Cartagena, sino que se amplía a los encantos turísticos de toda la región. "Como los conciertos empiezan a las siete de la tarde, la gente que viene de fuera durante estos días utiliza las mañanas para acercarse a las playas cercanas y a los parques naturales como el de Calblanque, que tiene una de las mejores playas de toda España".
Uno de los grandes atractivos de Cartagena es su oferta gastronómica y para recomendar algunos de los lugares y platos imprescindibles de la zona el propio Paco Martín saca pecho por su tierra y empieza a enumerar sitios a tener muy en cuenta. "Aquí tenemos una gastronomía muy particular, encabezada por el caldero y los pescados a la sal. En Cabo de Palos tienes tres restaurantes míticos de toda la vida: el Miramar (paseo del Puerto, 14), La Tana (paseo de la Barra, 3) y El pez rojo(calle los Palangres, 3), donde se sirve el caldero más sabroso de toda la región. En Cartagena también hay locales con mucha calidad, como pueden ser La marquesita(Plaza Alcolea, 6), el Barrio de San Roque (calle Jabonerías, 30) o el Magoga (Plaza Dr. Vicente García Marcos, 5). Y lo mejor de todo es que tampoco son caros, de precio medio y alta calidad".