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Cuando a finales de enero saltó la noticia de que la banda alemana Kraftwerk iba a tocar durante ocho noches seguidas en el Museo Guggenheim de Bilbao, más de uno se lanzó en pleno frenesí a revisar la agenda y preparar el viático, que el tiempo pasa volando.
Tanto, que ya están aquí. Desde hoy y hasta el 14 de octubre repasarán cada una de las ocho noches uno de sus históricos discos y precisamente en un marco, el Museo Guggenheim, que no hará otra cosa más que realzar una música que siempre ha sido capaz de salirse de los moldes esperados. Porque Kraftwerk establecieron las bases que muchos otros continuarían en años posteriores, con su música llena de hipnotismo, minimalismo, experimentación, electrónica, pero, sobre todo, canciones, ideas, concepto, forma y fondo.
¿Y qué Bilbao se van a encontrar quienes se acerquen desde cualquier rincón de España o de países limítrofes (o no tan cercanos)? La transformación de la ciudad que el museo diseñado por Frank Gehry ha liderado será suficientemente conocida por la mayoría. Pero nunca estará de más que sepan que, a dos pasos del Guggenheim, en pleno barrio de Abando que acoge al museo, la calle Heros se ha convertido en una de las zonas de moda de la Villa. Evidentemente, palabras como cool, hipster, moderno…, espantarán a más de uno, pero engatusarán a quienes buscan reclamos más acordes con otras grandes urbes del planeta pero con gotas de idiosincrasia propia. La calle Heros es ahora la nueva panacea que llena textos varios (como este que tienes en tu pantalla), y establecimientos como Mr. Marvelous, El Sacacorchos o Charlotte combinan tragos y restauración en espacios entre tecnológicos y vintage. Pero además de Heros y calles aledañas, a quienes no asuste la palabra gentrificación también pueden darse una vuelta por los nuevos locales, y los clásicos, tanto gastronómicos como de otra índole, que han ido creciendo alrededor de la calle Dos de Mayo, en el barrio de Bilbao La Vieja, y su rastro alternativo que se celebra cada primer sábado de mes.
Pero, y musicalmente, ¿hay un Bilbao tecno que esté influido por las coordenadas de Kraftwerk? Pues sí, y no. Partamos de la base de que la electrónica de baile actual, lo que hoy en día se conoce también como techno, no tiene en principio las mismas coordenadas que la cerebral música de los alemanes, pero el dominio de las máquinas electrónicas las emparenta de alguna manera.
En este sentido, tres grandes nombres con el espíritu del club a cuestas dominan la escena. En Bolueta, asentado en la discoteca Santana 27 del polígono industrial Santa Ana, el Fever Club acoge sesiones de electrónica tanto con dj’s invitados y residentes, como fiestas de colectivos locales como Exquisite Club. Pero también son los responsables de las sesiones Art After Dark que tienen lugar en el propio Museo Guggenheim, acercando el house y el techno a la vanguardia artística.
La planta superior del Kafe Antzokia (San Vicente 2), principal sala de conciertos de rock de Bilbao en pleno corazón de la ciudad, junto a los Jardines de Albia, además de sala para actuaciones minoritarias bajo el nombre de Kutxa Beltza, se convierte también por las noches en Stereorock, con diferentes fiestas con el techno como bandera (y otras músicas) y residencias como la del club Paraleloan, que suele traer DJ’s y productores muy especiales de la escena internacional.
Como tercera en discordia, la Sala Sonora, en la Ribera de Axpe 27, en el municipio de Erandio, junto a la ría, ofrece cada fin de semana sesiones de techno, techno-house, house y todas sus ramificaciones y fusiones. A esta oferta habría que añadir fiestas en locales más pequeños, pero sin periodicidad marcada.
Sin embargo, fuera de la electrónica de baile, seguramente las corrientes musicales más experimentales sean las que se entiendan mejor con unos Kraftwerk que en más de una ocasión acudían a las raíces mismas del kraut-rock.En este apartado no es que haya una oferta apabullante, pero siempre se puede rascar. Como en el espacio cultural Sarean, situado en la Plaza del Corazón de María 4, en el barrio de San Francisco / Bilbao La Vieja. Ahí mismo, en el histórico barrio chino bilbaíno, uno puede acudir a performances experimentales, videoproyecciones, exposiciones, teatro o jams de música, además de conciertos, como los correspondientes al festival Musica Ex Machina. Precisamente, coincidiendo con la visita de Kraftwerk, hoy está programado un concierto con sintetizadores modulares y el sábado 8 la actuación del proyecto Homeless Network, con miembros de los creadores experimentales Piwi Bizarre Tech y Walk Back Pilgrim. Por último, el Club Le Larraskito, en la carretera Rekalde-Larraskitu 33, siempre está dispuesto a acoger cualquier tipo de manifestación sónica experimental desde el más absoluto y excitante underground.