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A veces no hace falta ser un experto para detectar algo diferente y que mueve la fibra sensible, para acceder a la magia del arte o, en este caso, de la copa. No obstante, hay personas como el escritor Manuel Villanueva que sienten, distinguen y además saben. En su libro, Palabra de vino (Muddy Waters Books, Madrid 2021), lo demuestra, pero quizá lo más jugoso no está en sus conocimientos vinícolas sino en su habilidad para que el maridaje entre los humanos y la botella armonice los diálogos y, de paso, demostrar que no hay un perfil concreto en esto del disfrute gastronómico.
Y resulta injusto encuadrar la obra en la balda de títulos de gastronomía porque cada encuentro es casi una breve biografía, una ventanita por la que se asoma el autor y se invita al lector a compartir la vida sobre la mesa, y a descubrir lo que hay más allá del personaje, de la máscara. Y es que este es un libro de personajes.
Por sus páginas desfilan Iker Casillas, Juan Echanove, Javier Sardá, Susi Díaz… De hecho, está construido con las charlas sobre el vino que Villanueva firma en el diario digital Nius, con el mote autoimpuesto de Correcaminos gastronómico.
Un correcaminos que no habrá tenido problemas en conseguir contactos. El escritor tiene amigos hasta debajo de las piedras. Su agenda debe valer un potosí. Y es que Manuel Villanueva (Marín, Pontevedra, 1957) lleva toda la vida vinculado a los medios de comunicación. Por resumir mucho, ocupó cargos en diversas emisoras de radio y luego se pasó a la televisión hasta que llegó a Telecinco, donde sigue desde la primavera de 2002 como director general de contenidos y de Mediaset España. Sin embargo, siempre saca tiempo para cultivar su pulsión escritora.
Palabra de vino se divide en cinco apartados: La vida entre pasiones; La vida entre letras; La vida entre fogones; La vida entre bambalinas y La vida entre botellas. Además, incluye una descripción final de los vinos descorchados. Unas 30 personalidades de la sociedad española (cada una con su ilustración en blanco y negro de Victoria de Diego) desfilan sin pausa por este mosaico humano. Eso, sin contar a los protagonistas secundarios que son las fuentes de información privilegiada que maneja Manuel: desde Fernando Ónega hasta Vicente del Bosque, Iñaki Gabilondo o Julio Iglesias, todos atienden su llamada para completar el perfil que toque.
Es una lectura amena que se asienta en la infinidad de anécdotas que se cuentan, en las descripciones cariñosas de los comensales y en la pasión y capacidad descriptiva del autor. El libro, además, está regado de referencias literarias que enriquecen las páginas. Villanueva es como un viticultor que mima las palabras como si fueran sus viñas. Aldous Huxley, Julio Verne, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Borges... Infinidad de frases entrecomilladas y párrafos de sabiduría condensada que brotan en la fuerza del diálogo entre amigos, donde muchas veces los sentimientos traspasan el papel.
Leyéndolo, al final lo que más apetece es abrir una botella y brindar por cualquier motivo. Los broches de cada capítulo siempre son para darle voz a los que trabajan el vino. Son bodegueros, sumilleres, enólogos... los que hablan entonces de cepas viejas, del microclima, de suelos minerales, de brotaciones tardías, de maduración, de acidez y complejidad o de cómo algunos se inventaron una etiqueta tras ver una película de cine. Villanueva tiene la rara habilidad de mezclar la rigurosidad y la precisión periodística con la belleza literaria; por momentos parece un Kapucinski gastronómico.
No es este un libro para aprender de vinos sino para darse cuenta de que somos seres sociales y necesitamos compartir, que alguien escuche tus confidencias, y si se hace bendecidos por el espíritu de Baco, pues mejor, pero Manuel lo explica siempre con más estilo. "[…] El vino no es soledad, es conversación y compañía, antes y durante la comida. […] El vino ocupa espacio de refraneros, poemas, obras en prosa y conversaciones de taberna. Y hay hasta quien dice que hay que mirarlo, olerlo, probarlo y hablar de él aunque no se sepa. Hablemos y bebamos".
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