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Llevamos muchos meses con el sofá como principal aliado de casa. El confinamiento y las restricciones de movilidad, los temporales de nieve y ahora las lluvias propias del invierno. Quedarse en casa parece ese leitmotiv del 2020 que se está haciendo extensible al nuevo año. Los viajes por ocio están restringidos y se apodera de nuestro espíritu viajero la nostalgia, por los que ya hicimos o por los que soñamos con hacer en el futuro. Pero hoy, gracias a la llegada de las plataformas OTT podemos permitirnos el lujo de disfrutar de carretera y manta en compañía de personajes inolvidables que nos harán vivir aventuras, reír, llorar y emocionarnos. ¡Viva el cine! Hemos elegido cinco títulos españoles para que la cuarentena se te haga lo más llevadera posible. ¿Nos acompañas?
Inspirada en un caso real. Es la historia de un profesor de inglés de un colegio de Albacete (Javier Cámara), que en 1966 emprende un viaje a Almería para conocer a John Lennon, que estaba rodando la película antibelicista Cómo gané la guerra a las órdenes de Richard Lester. Antonio, el profesor, utiliza las canciones de los Beatles para sus clases de inglés. Ganó seis Goyas, incluidos los de mejor película, director y actor. Supuso, además, el descubrimiento de Natalia de Molina, uno de los grandes rostros del cine español actual. La joven de Linares interpreta a Belén, de 20 años, que ha escapado de la turbia reclusión a la que está sometida por su familia y el entorno social del país. A ellos se une un joven adolescente con el pelo demasiado largo para la época.
Se rodó en localizaciones almerienses. El pueblo que los tres antihéroes eligen como base de operaciones es La Almadraba de Monteleva, un pequeño vecindario con una treintena de habitantes, dentro del parque natural del Cabo de Gata-Níjar. Sus desplazamientos en busca de Lennon transcurrieron por el paraje natural del desierto de Tabernas, donde se rodaron películas como Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963), Viajes con mi tía (George Cukor, 1972) o Las aventuras del barón de Munchausen (Terry Gilliam, 1988).
El cómico Leo Harlem, bajo las órdenes del director Dani de la Orden, interpreta a Curro, un vendedor de robots de cocina. En plena crisis matrimonial y con muchas deudas, le hace una promesa a su hijo Nico que no puede cumplir: si saca todo sobresalientes, le llevará a unas vacaciones de verano inolvidables. El niño lo logra y padre e hijo emprenden un viaje que les llevará por carretera a localizaciones como Arganda del Rey y otros lugares de Toledo.
Divertida, tierna, emocional, la película logró llamar la atención del público y recaudó en 2018 más de ocho millones de euros, convirtiéndose en una de la cintas más taquilleras del año. Ideal para ver con niños, ahora que los tenemos en casa todo el tiempo.
Un título que bien podría aplicarse a nuestra situación actual de aislamiento, de subirnos por las paredes por no poder salir de casa y aguantar la convivencia con la familia. Pero también esta expresión da nombre a una road movie en la que Gregorio, un banquero muy conservador, le pide a Dios la virtud del Santo Job. Y todo porque, tras la muerte de su mujer, se ve obligado a emprender un viaje en furgoneta con sus hijos e hijas y las parejas de estos. ¿Y por qué necesita tanta paciencia? Porque sus yernos son sus némesis: un catalán culé con tufo independentista, un hippy antisistema y el novio con el que se va a casar su hijo, recién salido del armario, que no es ni más ni menos que un negro vasco. El colmo para un madridista muy español y chapado a la antigua.
El viaje les llevará desde Madrid hasta llegar a carreteras gaditanas y a Sanlúcar de Barrameda o Chipiona. Álvaro Díaz Lorenzo dirigió esta comedia con viaje hacia la tolerancia con rostros como los de Jordi Sánchez, Berto Romero, Salva Reina o Megan Montaner en el reparto. Y fue todo un éxito de taquilla congregando en salas a casi un millón de espectadores en su año de estreno.
Y continuamos con comedia porque son tiempos donde la risa es más necesaria que nunca. Por eso, el viaje que un taxista (Dani Rovira), acuciado por las deudas y el embarazo de su mujer, decide emprender junto a un expresidiario recién llegado a la libertad (Joaquín Furriel) y una joven con ganas de aventura (Ingrid García Johnson) no puede ser más delirante.
Su objetivo es encontrar el oro perdido que supuestamente se esconde en los túneles del Peñón de Gibraltar. El taxi recorrerá carreteras del Campo de Gibraltar y de Algeciras y todo ello bajo la batuta de Alejo Flah, director argentino que viene del campo del guion.
Mucho años antes de batir récords de taquilla con la comedia Ocho apellidos vascos, Emilio Martínez Lázaro dirigió este drama en forma de road movie en el que un padre (Antonio Resines) y un hijo (Fernando Ramallo), recorren la costa catalana por apartamentos turísticos en temporada baja.
Su única posesión es un Citroen Tiburón, gracias al cual viven aventuras en las que participan nombres ilustres de nuestro cine como Maribel Verdú o Jesús Bonilla. Toda su vida dará un giro cuando deciden alejarse de la costa para adentrarse en el interior por carreteras secundarias.