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Para arrancar nuestre viajecito 'hawaidrileño', visitamos el bar hawaiano más mítico de Madrid, situado en la plaza de Santa Ana desde hace 45 años.
"En esa época se puso de moda esta estética y había otros lugares así, pero ahora quedamos nosotros y poco más, así que viene gente de todo tipo porque es un sitio distinto", nos dice su encargado, Miguel Alba, engalanado con su camisa tropical. Cuatro décadas después, este bar de tres plantas resiste intacto, con su flora, su fauna (hay tortugas, peces y ¡hasta pájaros sueltos!) y una decoración ad hoc de máscaras tiki, mimbre y cristaleras de cocoteros.
Todo muy setentero y muy kitsch. ¿Y para beber? Obligatorio, probar uno de sus exóticos –y no menos míticos– cócteles (7,50 €). El rey sigue siendo el Volcán, un refrescante brebaje con sabor a piña y coco, servido en un vaso-volcán, con humos y todo. En su carta no hay comida pero, a cambio, siempre ponen cinco aperitivos con la bebida. ¡Gracias! –Mahalo!–.
El poké es un plato hawaiano llamado a ponerse de moda en 3, 2, 1… De hecho, ya hay varios restaurantes de la ciudad que lo tienen en sus cartas. Eso sí, 'Aloha Poké', que abrió en junio, es el único especializado en ello.
En este poké bar de Chueca, con su decoración vegetal y sus tablas de surf pertinentes, la cosa funciona así: te pones ante el mostrador de ingredientes y eliges la base del plato (arroz o quinoa), la parte de proteínas (tacos de salmón, atún rojo, gambas, pulpo o tofu), los toppings (cebolla, aguacate, alga wakame, sésamo…) y una salsa para rematar.
Como hay más de treinta productos, las combinaciones son infinitas. "La receta original es más sencilla, pero nosotros tomamos la versión que se hace en otros sitios de EE. UU., con más ingredientes y salsas, y una mayor influencia japonesa", nos explica Guillermo Fuente, uno de los socios, que añade: "Es un poco como comer sushi, pero con todo mezclado en un bol y algo más barato" (bol pequeño: 9,90 €; grande: 12,90 €). El resultado es fresquito, sano y bien rico.
Uno no puede sentir que está realmente en Honolulu si no lleva puesta una de sus icónicas camisas floreadas. Eso es así. Para hacerte con una, grábate a fuego el nombre de esta tienda de segunda mano al peso, ubicada en Malasaña. Dado que es una de sus prendas estrella, siempre, ya sea verano o invierno, dispone de un montón de modelos entre los que escoger, tanto para chica como para chico.
Al igual que el resto de ropa, sus hawaianas proceden de ferias, subastas o almacenes de distintos puntos de Estados Unidos. "Muchas de estas camisas vienen en concreto de Hawái y, en general, suelen ser de los años 40-50, de manera que están hechas con tejidos naturales muy buenos", nos cuenta su encargada, Sandra Corcobado.
A diferencia de lo demás, estas no se venden al peso, sino que tienen un precio ya marcado de 8 € –has leído bien–. Te vas a llevar varias y lo sabes. ¡Ah! Y para las clásicas flores de hibisco, acércate a la también malasañera 'Viva Las Vegas Shop'. Son artesanales y las hay de todos los colores.
Conoces el masaje tailandés, el chino e, incluso, el balinés, pero ¿sabías que en la capital puedes darte también uno hawaiano? En el centro 'Xiao Ying', especializado en masajes orientales y conocido por la autenticidad de su técnica, fueron de los primeros, hace diez años, en incorporar el ancestral lomi lomi nui, como se llama.
"Es de cuerpo entero y se hace con las manos y los antebrazos. Además, es suave, relajante y reconfortante, de modo que va muy bien cuando estás estresado o tristón, para prevenir la tensión corporal, etc.", apunta el creador del centro, Manuel López.
"Nos lo piden mucho para desconectar porque no es un masaje curativo, sino más interior, en el que se trabaja la espiritualidad, lo energético, así que es muy bueno para eso", señala Xiao Ying, la directora. La sala a media luz, la delicada música de fondo y el aceite puro de almendras hacen el resto (60 minutos: 50 €).
Si hay algo que tiene la capacidad de transportarnos a otros lugares es la música. Y, si viene de un instrumento tan unido a Hawái como el ukelele, mejor para nuestro propósito. En Madrid, hay varias tiendas en donde comprarlo, entre ellas, ésta del barrio de Quintana, creada por el luthier cubano Evelio Domínguez hace más de 30 años. Aparte de la guitarra y el tres cubano, el ukelele es su otra especialidad. Los tienen de diversas marcas (Kala, Tanglewood, Mele, APC…), tipos (soprano, concierto, tenor y barítono, electrificados y sin electrificar), colores, materiales y, por supuesto, calidades y precios.
Si sólo quieres probar si esto es lo tuyo, que sepas que “aquí puedes adquirir alguno de una calidad aceptable por apenas 35 euros”, nos indica Eneida Domínguez, hija del fundador. Además, venden toda suerte de accesorios y disponen de taller, de modo que también reparan y ponen a punto instrumentos, comprados allí o no. Por cierto, Silvio Rodríguez y Alejandro Sanz han sido clientes suyos en alguna ocasión.