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Nada de fast food ni de bebidas sobresaturadas en azúcares; festival indie y buena gastronomía no tienen por qué ser conceptos antagónicos. Los jóvenes (y no tan jóvenes) que cada verano pueblan esa media España que se llena de festivales tienen en Aranda de Duero una cita ineludible para educar y mejorar sus gustos musicales, pero también su paladar.
El Sonorama Ribera cumple su XIX edición mimando cada vez más no sólo el plantel de grupos sino también el buen vino y la buena comida castellana. El festival que cada año reúne a mediados de agosto en esta pequeña ciudad burgalesa a lo más granado del indie nacional e internacional se ha convertido también en un abanderado de los vinos de Ribera de Duero y del lechazo de la tierra, un evento en el que la buena música y la degustación de los productos de la zona se dan la mano para mostrar la cara más amable y hedonista de este tipo de eventos.
Desde 2008, la Denominación de Origen Ribera del Duero se 'coló' en el nombre del festival para darle un buen apellido, pero también un nuevo abanico de posibilidades: amor por la música, la cultura (hay concurso de cortometrajes, ciclo de conferencias…) y culto a los caldos de la zona, a esa tradición vitivinícola tan arraigada en el subsuelo de Aranda, a esa especie de queso gruyer que forman sus bodegas subterráneas, declaradas Bien de Interés Cultural.
El vino de Ribera ha ido calando en la propia idiosincrasia del festival y su público, hasta el punto de que en esta edición, ante la demanda detectada en años anteriores, emerge un nuevo concepto que se ubicará en el centro del recinto festivalero. Se trata del Wine Bar Ribera del Duero, un nuevo espacio en el que "se ofrecerá una suculenta carta de vinos a precios muy atractivos. Rosados, jóvenes, crianzas, reservas y vinos con otro tipo de envejecimiento en barrica se servirán en copa para el disfrute de los asistentes.
Asimismo, se ampliará la oferta de vinos exclusivos de la zona VIP, que este año cambiará de aspecto y que tiene a Ribera del Duero como su principal patrocinador. "Vinos exclusivos que se ofrecerán a precios simbólicos, muy alejados del coste en el mercado", en palabras de sus organizadores.
Impagable imagen la de poder disfrutar de un concierto de psicodelia 'noventera' de los británicos Kula Shaker con una copa de Ribera en la mano. Hay en esta edición tal variedad de grupos y estilos como de vinos de esta famosa Denominación de Origen.
Por los escenarios del recinto ferial del Sonorama Ribera pasarán Second, León Benavente, el Niño de Elche, Corizonas, Love of Lesbian, Triángulo de Amor Bizarro, Quique González, Manel, Fuel Fandango, The Hives, Mando Diao o Molotov, entre unos 140 grupos repartidos entre el miércoles y el domingo, si bien lo mollar del festival se concentra de jueves a sábado.
Uno de los platos fuertes, en lo que ya se ha consolidado como marca de la casa Sonorama, se reserva para hoy jueves: consiste en colocar de cabeza de cartel a un grupo 'retro-moderno cañí', algo muy español, que sea clásico y moderno a la vez. Este año le ha tocado al Dúo Dinámico. Manuel de la Calva y Ramón Arcusa, con sus 79 años a la espalda, 'reventarán' el escenario principal (escenario Ribera de Duero, como no podía ser de otra forma) a partir de las 22:45, al igual que el año pasado hizo Raphael.
Clásicos modernos muy del terruño que aportan al festival otra de sus señas de identidad, el atrevimiento y eclecticismo musicales, idea muy alejada de ese fenómeno ahora en boga al que, de forma impostada, se ha apuntado algún que otro festival de los muy grandes (y muy caros) para frivolizar aún más los gustos de las hordas hipster.
En paralelo a las tardes y noches de conciertos, Aranda se abre a los festivaleros para que a cualquier hora puedan disfrutar de su oferta gastronómica. El Sonorama ofrece toda una red de establecimientos colaboradores, la mayoría de ello bares y restaurantes, en los que se tratará con especial mimo a los que presenten su pulsera de 2016.
Tomar un buen lechazo o un pincho de morcilla con unas copitas de Ribera del Duero para afrontar la noche festivalera se ha convertido ya en todo un clásico. Como también lo son las tradicionales catas #EspirituRibera que organiza la Denominación de Origen, en las que un sumiller acercará a los “sonorámicos” al mundo del vino con un lenguaje cercano y simple. Eso será el viernes 12 y el sábado 13 en la bodega subterránea del Centro Cultural Caja de Burgos (Plaza del Trigo, 8), a las 12:00 y a las 13:00 horas.
Tampoco faltarán este año los escenarios repartidos por el casco urbano, fuera del recinto del Sonorama, uno de ellos especializado en bandas latinoamericanas, otro dedicado a revivir los "bailes-vermouth", con las actuaciones de Micky y los colosos del ritmo, Paco Clavel y el grupo arandino La Trova.
En definitiva, un puente de agosto en pleno corazón de Burgos para darle al cuerpo buenas dosis de baile, vinos y comida castellana.