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El DiY o Do it yourself no sólo es una moda, es un arte. Y en Barcelona encontramos diferentes tiendas donde sustituyen las prendas importadas por rollos de hilo y máquinas de coser. Te damos tres direcciones de tiendas de costura donde coger una aguja y, entre puntada y puntada, podrás sentir esa satisfacción de crear tú mismo lo que después llevarás puesto.
Lo primero que te encontrarás al cruzar el marco de la puerta de Costuretas es una pequeña selección de artículos “muy cuquis” elaborados artesanalmente por pequeños diseñadores: baberos, petos, fundas de gafas, fundas de móvil, cactus de tela decorativos, banderolas, dudus (pañitos con texturas para bebé), muñecos de tela, gorritos de bebé, bolsitas para el almuerzo con forma de pez, neceseres... así como artículos para coser: telas de algodón, hilos, tizas, cintas métricas...
De vez en cuando organizan showrooms de pequeños diseñadores. Laia Papio, KRACUMILU, SitiKuliti, Laia Mauri, Les Volutes de Laura o MOFA Barcelona son algunos de los que ya han pasado por allí. Dentro se encuentra la zona de alquiler de máquinas de coser por horas y, si seguimos avanzando por esta tienda llena de sopresas, descubriremos una zona de talleres donde se imparten infinidad de clases de costura, una pequeña sala con cocina e incluso un coqueto patio, ideal por si vienes a la clase con tu bebé o si quieres tener una charla al aire libre.
Esther Sánchez, la propietaria de este peculiar negocio, nos desvela que ella concibe “la costura como un hobby”, y es así, de esta manera lúdica y distendida, como ella la quiere transmitir a sus alumnos. “Tanto las clases como el alquiler de las máquinas de coser dan acceso a un café o un té con galletas, así como a los espacios comunes”. La idea es que cualquier persona que entre en el local forme parte de este club social de amantes, principiantes o curiosos de la costura. Para Esther, “Costuretas es como ir al cine o al teatro”, es decir, un sitio dónde vienes a divertirte pero que, al salir, “te llevas una prenda hecha por ti”. Además de los cursos más convencionales de introducción a la costura, patronaje, overlock... ofrecen otros tan originales como: saquito de bebé tiburón o sirena, cabeza de ciervo, kimono, alpargatas, agarra ollas, delantal, leggings, funda para el bocadillo, etc.
Pilar Gonzalo, la propietaria de esta tienda taller, lleva al frente del negocio 15 años. Como ella misma dice, “he visto abrir y cerrar un montón de negocios en esta zona”. En su caso, saber adaptarse a la situación y evolucionar en sintonía de sus clientes ha sido la clave de su supervivencia. Bulbo empezó como tienda de ropa que vendía prendas importadas desde Argentina y, tras muchas vueltas y una demoledora crisis económica, el negocio ha ido evolucionando hacia las clases de costura creativa. Se trata de un pequeño negocio de toda la vida con personalidad propia y en constante evolución.
En la tienda podemos encontrar todo tipo de prendas de vestir elaboradas artesanalmente por la propia Pilar: vestidos, bolsos, camisetas, faldas, ropita de niño y complementos. Los precios oscilan entre los 5 y los 60 Euros. Además de la marca de la propietaria también hay algo de bisutería y las maravillosas faldas de Nicola Quilter.
Además de tienda, Bulbo ofrece clases libres de costura que se adaptan a los gustos, necesidades y horarios de cada cliente. “Los clientes pagan por horas y aprenden a hacer aquello que tienen en mente: desde una falda, un abrigo, hasta el disfraz para su hijo”, cuenta. Pilar supervisa el proceso y ofrece las máquinas necesarias para llevarlos a cabo. Las clases pueden ser individuales o en grupo y se pagan en función del número de personas. El máximo son diez euros la hora si es para tí solo. Y los sábados organizan amenos "Desayunos entre costuras".
Pilar, al igual que su negocio, se adapta y se atreve con todo, incluso con los niños. Tiene un grupo de pupilas a las que enseña regularmente desde que tenían cinco años. Han hecho desde muñecos que previamente dibujaron en un papel, hasta mochilas, sudaderas...
Con apenas 23 años y varios años de experiencia en una multinacional de moda, Rosa González decidió cambiar de rumbo, capitalizar el paro y usar todos sus ahorros para tejer un sueño. Un pequeño local en el que poder compartir todo su conocimiento en torno a la costura y las manualidades.
Y es que Rosa, hija de modistos, más que entre algodones se crió entre agujas. En tres años su negocio prosperó y se quedó pequeño. Fue entonces cuando abrió la tienda/taller que hoy visitamos. El local era un modesto supermercado que Rosa remodeló a consciencia. Rescató la bóveda catalana e incorporó mobiliario de madera reciclada de la vecina tienda Rekup & co.
En Carrusel encontramos una amplia zona para la venta de ropa y colecciones selectas de pequeños diseñadores nacionales, muchas de ellas de ediciones limitadas. Destacan “Lavandera” del País Vasco, “Suite 13” de Mallorca -que trabajan con tejidos orgánicos y moda sostenible-, y Nuria Posa, de orígen catalán, entre otros. También disfrutaremos de las prendas confeccionadas por la propietaria bajo la marca de “Rosa Salmón” y algo de bisutería. Los precios oscilan entre los 30 a los 80 euros. El piso de arriba lo ocupa un espacio pop up para diseñadores franceses que tiene la intención de renovarse cada dos semanas con productos galos artesanales. Y en el backstage de la tienda es donde se imparten los talleres regulares, monográficos o intensivos de fin de semana.
El curso estrella de esta tienda-taller es el de costura creativa. Su duración es de tres meses y se adapta al nivel de cada participante. En este curso, a partir del patrón base, cada alumna se confecciona la prenda con las variaciones que desee. El objetivo es que se vea todo el proceso y adquiera la autonomía necesaria.
Además de cursos de costura, de punto y de ganchillo también enseñan otras manualidades diferentes, como bisutería con hilo de plata, resina, macramé o piedras engarzadas, jabones artesanales, decoupage (técnica decorativa en la que se emplean papeles impresos o telas para pegar sobre madera, cerámica etc. utilizando técnicas de pátinas y pintura), patchwork (piezas tejida uniendo fragmentos de otras telas), scrapbook (personalizar con recortes, cintas y adhesivos todo tipo de álbumes, libretas, diarios...). ¿Te animas a coger las agujas?