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Almeja

Al tamiz de la ría

Actualizado: 13/10/2015

Entre las provincias de Pontevedra y A Coruña, la ría de Arousa da la espalda al Atlántico y deja paso a un paisaje tranquilo de aguas transparentes y profunda tradición mariscadora. Los amantes de la cocina gallega saben que ésta es tierra de almejas y vino blanco. La naturaleza salvaje, los pueblos marineros con pequeñas casas al borde del mar, el olor a sal, la historia y la tradición de los baños termales naturales completan la oferta por el sur de las Rías Baixas.
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La ruta

Desde las ocho y media de la mañana, cuando el sol comienza a brillar perezoso, se puede ver a las mariscadoras rebuscando entre la arena para sacar con esfuerzo los moluscos escondidos. Esta estampa es habitual en toda la ría de Arousa, un paraíso de marismas y playas que conserva intacta su melancólica alma marinera. La almejaes uno de los moluscos más apreciados de la comarca pontevedresa de O Salnés, donde confluyen la desembocadura del Ulla y la ría de Arousa.

Al natural, con unas gotitas de limón, a la plancha o cocinadas a la marinera, siempre están deliciosas. De entre todas, la variedad de almeja babosa es la que se degusta en la afamada y multitudinaria Fiesta de la Ameixa que, cada año desde 1992, viene celebrándose en Santiago de Carril, parroquia de Vilagarcía de Arousa. Vilagarcía, octava villa más numerosa en población de toda Galicia, está emplazada estratégicamente en el margen derecho de la ría de Arousa.

Su puerto, históricamente vinculado a Santiago de Compostela, se encuentra a sólo unos pasos del parque de Miguel Hernández, que marca el comienzo del paseo marítimo. A lo largo de dos kilómetros, el mar luce tranquilo su mejor cara y los días de temporal, más enfurecido, extiende su olor a sal por toda la ciudad.

El paseo es uno de los puntos de referencia de la localidad. Otro es la iglesia románica de San Martiño de Sobrán, del siglo XII, que tiene una característica fachada con una ventana con doble par de columnas y doble arquivolta. En su interior se encuentra el sepulcro yacente de Juan Mariño de Sotomayor.

A continuación damos una vuelta por el casco antiguo, que se encuentra al lado del cauce del río del Con, por la rúa de Vista Alegre y el parque urbano de Buenavista, junto al convento de las Agustinas. Si se cruza el río por O Castro, podemos entretenernos caminando por la zona antes de continuar hasta el recoleto puerto de Carril y disfrutar de las panorámicas sobre la isla de Cortegada y la desembocadura del Ulla.

Islote de la ría de Arousa.
Islote de la ría de Arousa.

Nuestro itinerario continúa hasta Catoira, a sólo 30 kilómetros de Compostela. Por este municipio pasa la conocida como ruta del mar de Arousa y río Ulla, una de las vías de peregrinación jacobea más concurridas fuera del tradicional Camino Francés. Podemos aparcar el coche junto a la estación y, desde la playa fluvial, tomar la pasarela de madera que llega hasta las torres del Oeste. Estos restos fortificados son Monumento Nacional y fueron fundamentales a principios del siglo XII, cuando el obispo Diego Gelmírez hizo fuerte el enclave para prevenir los asaltos por mar a Jacobusland.

Las excavaciones arqueológicas en la zona han sacado a la luz significativos hallazgos que demuestran su relevancia como puerto comercial durante la Pax romana, la posible existencia en el lugar de un faro fenicio y también la de un poblado de la Edad del Hierro (siglo I a. C.). Más allá de su indudable valor histórico, las torres son además el escenario de la romería vikinga que se celebra cada año el primer domingo de agosto, en la que se representa el asalto a las torres de los ejércitos vikingos a bordo de sus drakkar.

A lo largo de los dos kilómetros de paseo marítimo en Vilagarcía, el mar luce tranquilo y los días de temporal extiende su olor a sal por toda la ciudad

A continuación ponemos rumbo a Padrón. La leyenda sitúa este lugar como la localidad que recibió el cuerpo del Apóstol Santiago, que llegó en una lancha amarrado a un ara romana o pedrón, a orillas del Sar. En su casco antiguo visitaremos la iglesia de Santiago, el Jardín Botánico-Artístico y la casa-Museo de Rosalía de Castro, donde la poetisa vivió los últimos años de su vida. Hacia el sur se llega a Caldas de Reis, donde pasearemos entre el puente romano, la zona de las Burgas –fuentes donde mana agua termal– y el Jardín Botánico. Luego alcanzamos Cuntis, que se cree que está levantada sobre la ciudad romana de Aqua Calidae.

Personaje de la romería vikinga catoirense.
Personaje de la romería vikinga catoirense.

En el centro de la villa destaca la zona de las Burgas, la iglesia de Santa María de los Baños y la plaza de los Árboles, donde se encuentra la Fundación Terra Termarum, un museo-taller donde se pueden observar réplicas de piezas de alfarería del cercano castro fortificado de Castrolandín. La ruta termina en el santuario de Nuestra Señora de los Milagros de Amil, en Moaña, para visitar luego Campo Lameiro, sede del Parque Arqueológico de Arte Rupestre, considerado por los expertos como el Atapuerca gallego por sus importantes petroglifos.

El sabor

La almeja babosa de Arousa, que se encuentra enterrada en la arena de la ría entre 15 y 30 centímetros de profundidad, es más pequeña que la almeja fina y tiene la concha pulida y levemente grisácea. Sus valvas son más ligeras y posee una carne especialmente tierna. Hay numerosas formas de prepararla. Al natural con unas gotitas de limón, a la plancha o cocinadas a la marinera (con un refrito de cebolla, una pizca de harina y pimentón, un chorrito de albariño, perejil picado y aceite de oliva).

Las almejas tienen un bajo valor calórico y están compuestas por proteínas. Al carecer de hidratos de carbono, su contenido en lípidos es mínimo. Son ricas en minerales como el hierro y el yodo (una ración cubre el 81% de las ingestas recomendadas para hombres entre 20 y 39 años). Al tomar almejas se incorpora a la dieta vitamina A, que ayuda a la buena visión y formación y mantenimiento de mucosas y piel, y niacina. El recetario gallego aconseja acompañar las almejas con una copa de vino blanco de la tierra, aportando además antioxidantes al plato de marisco.

Más información

Productos de la zona

Cada domingo, Padrón acoge un mercado formado por más de 600 puestos que se colocan a lo largo de todo el paseo del Espolón. En él podemos encontrar ricas hortalizas y frutas, pescados, mariscos, carnes, plantas, ropa y objetos artesanales. Durante la visita también podemos hacernos con una buena ración de pimientos de Padrón y probar el pulpo a feira que ofrecen numerosos puestos.

Visita obligada

En pleno centro de la ciudad, a escasos metros del convento de Vista Alegre, se encuentra el Castro de Alobre. Un yacimiento descubierto en el siglo XIX que fue necrópolis romana. El recinto aún conserva algunas tumbas, un ara dedicada al dios Neptuno y una fídula etrusca, que probablemente trajeron los fenicios al castro vilagarciano.

Fiestas

Durante la Fiesta de la Ameixa, el tercer domingo de agosto, la alameda de Carril acoge un homenaje al molusco más famoso de la ría. Durante la fiesta se llegan a consumir unos 2.000 kilos de almejas a la marinera acompañadas de vino de la tierra. Además se celebra un concurso gastronómico y los nombramientos de caballero y dama por parte de la Orden de la Almeja de Carril.

Alojamientos

El Hotel Pazo O Rial es una típica construcción del siglo XVII situada en Vilagarcía de Arousa, en el corazón de las Rías Baixas. La propiedad dispone de piscina, capilla y amplias zonas ajardinadas para pasear. Para adentrarnos del todo en la cultura gallega, su restaurante ofrece además una cocina tradicional con platos típicos de la región. El Hotel Scala, ubicado en Padrón, dispone de fantásticas vistas al valle Rosalía de Castro y es el alojamiento perfecto para quien quiera visitar el campo de golf de la ciudad o los peregrinos que quieran descansar antes de llegar al Obradoiro. Los paladares más exigentes se verán satisfechos con su amplia carta de vinos y los mejores mariscos y pescados de la ría.

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