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Chufa de Valencia

Eterna y saludable

Actualizado: 13/10/2015

Los árabes no sólo aportaron su lengua y costumbres a la zona de Valencia, sino también implantaron nuevos cultivos, como un tubérculo procedente de Chuf (Sudán), conocido como chufa. Fue el rey Jaime I quien bautizó como horchata a la bebida que se obtiene de ella, un brebaje único y dulce que ha moldeado el paisaje de la zona y que nos acompaña en las tardes de verano.
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La ruta

¿Por qué esperar si podemos empezar nuestra ruta dando un trago a un vaso de horchata? Lo hacemos además en uno de los establecimientos más tradicionales y reconocidos de la Alboraya, Daniel, donde nada más entrar nos recibe un mural de azulejos que relata la leyenda popular sobre el origen del nombre de este dulce néctar. Dibujado en las baldosas, el rey Jaime I montado a caballo prueba un zumo vegetal lechoso de las manos de una doncella. Impresionado por su exquisito sabor, el monarca exclama: “Açò és or, xata”, que en castellano significa: “Esto es oro, chata”.

Tras saciar la sed, una vuelta por la huerta de Alboraya, con sus barracas centenarias y acequias que desafían el avance de la modernidad, es un deleite para la vista. Además, el litoral dibuja las playas de La Patacona, que limita con la Malvarrosa, y Port Saplaya. En ambas, la brisa del Mediterráneo invita al descanso gracias a una temperatura suave durante casi todo el año. El paseo marítimo de Port Saplaya cuenta además con seductoras heladerías en los bajos de los coloridos edificios de apartamentos que rodean un embarcadero de lanchas y yates deslumbrantes.

Playa de la Malvarrosa, Valencia.
Playa de la Malvarrosa, Valencia.

Luego subimos hacia el norte por la carretera que sigue la senda que marcaba la antigua Vía Augusta. En la subida, empezamos a divisar campos de naranjos y, sobre el mar, algunos veleros de recreo. Enseguida llegamos a la Pobla de Farnals, con un puerto deportivo que cuenta con más de 800 amarres, y, más adelante, a Puig, donde destaca el monasterio de Santa María, construido por mandato de Jaime I tras recibir la noticia de la aparición de la Virgen en este enclave. Es imprescindible visitar las salas reservadas al Museo de la Imprenta y de las Artes Gráficas. Ascendiendo aún más al norte, almendros y olivos escoltan el trayecto con destino a Puçol hasta que las tímidas estribaciones iniciales de la Sierra Calderona dejan paso el paraje natural de La Costera. Si seguimos hasta la parte urbana de Puçol, veremos como se alza ante nosotros la denominada Torreta, erigida con piedras y barro.

Seguimos luego nuestro recorrido hasta Sagunto. Aquí nos esperan el teatro romano, el barrio de la judería, los restos del muro del templo de Diana y su castillo. Por si éstas fueran pocas razones para visitar esta ciudad, a sólo cinco kilómetros tenemos una extensa playa con dunas repletas de vegetación. Tras un descanso disfrutando de este fenomenal paraje, nuestros siguientes objetivos serán Godella, al lado de Moncada, que garantiza el goce de los adictos a la pintura y a la escultura con la casa-Museo Pinazo, y luego Burjassot, donde debemos detenernos en la iglesia de San Miguel Arcángel, en la plaza del Furs.

Aquí también podemos admirar un monumental castillo, que en la Edad Media cumplió funciones defensivas, y los silos del siglo XVI donde se almacenaban los cereales para prevenir épocas de escasez. Desplazándonos hacia el suroeste del mapa, alcanzamos Paterna, presidida por su torre arábiga. Bajo sus casas y calles descubriremos unas curiosas cuevas subterráneas. Algunas de ellas, como la de Batán, se pueden visitar. Y así llegamos hasta nuestra última parada, Tavernes Blanques, donde se encuentra el Museo Lladró de Porcelana. En una sosegada visita al museo podemos recordar la ruta, reviviendo mentalmente el espectáculo de la huerta y los paseos por sus inolvidables pueblos.

El sabor

La chufa aterrizó en esta población hace doce siglos, cuando los árabes trasladaron su cultivo desde la remota región de Chuf (Sudán) hasta tierras levantinas, ya que el clima de estas latitudes era el idóneo. La chufa de Valencia se cultiva en terrenos con textura franco-arenosa bajo un clima suave y con alto grado de humedad. Esta planta herbácea de entre 40 y 50 centímetros de altura posee un sistema radicular del que parten raicillas en cuyos extremos se forman las chufas. Éstas pueden ser de dos formas: alargadas o redondeadas. La horchata, bebida a base de chufa molida, agua y azúcar, se bebe y se disfruta tradicionalmente con fartons, un bollo alargado típico de Alboraya y muy popular en toda la zona, elaborado con huevos, harina, azúcar, aceite, levadura y leche. La horchata posee un elevado valor energético y es una fuente significativa de hidratos de carbono. Su contenido en lípidos es alto, principalmente de tipo monoinsaturados. Además, contiene hierro, zinc, potasio, vitamina E, ácido fólico, y es rica en fibra. Todos los detalles de la chufa puedes verlos aquí.

Más información

Productos de la zona

Si la horchata es la reina de la gastronomía valencia, el arroz es el rey. Se cocina de múltiples formas: paella de conejo, paella de coliflor, arroz con bogavante, arroz con habichuelas y nabos… Entre los guisos más apreciados están el all-i-pebre y la Olleta. También destacan las Tellinas, las clóchinas al vapor y el Esgarraet.

Qué comprar

En L’Horta Nord se mantienen vivas las tradiciones del ganchillo y de los abanicos artesanales. En Sagunto son típicos los botijos de corcho, denominados “colchos y colchas”, que se fabrican con la corteza del alcornoque. Tienen una forma cilíndrica y aros de metal labrados. Servían a los agricultores para mantener el agua fresca.

Fiestas

La Fiesta de la Horchata, en honor a San Cristóbal, patrón de Alboraya, tiene lugar la primera semana de julio. En la avenida de la Horchata se reparte gratuitamente la bebida con fartons, bizcochos dulces alargados. En Port Saplaya, se celebran las Fiestas del Carmen el 16 de julio y el 23 de junio, la enigmática noche de San Juan.

Alojamientos

En Valencia, el espectacular Caro Hotel nos permite viajar en el tiempo. Sus portones de madera dan paso a un vestíbulo con piezas arqueológicas encontradas durante el proceso de reconstrucción del hotel, anteriormente palacio. En otro edificio histórico de la ciudad se encuentra el clásico The Westin Valencia, de estilo art decó. Ubicado en un lugar inmejorable, cerca de La Ciudad de Las Artes y Las Ciencias de Valencia, es perfecto para desconectar, con varios patios, jardines y palmeras con fuentes.