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Iniciamos nuestro recorrido en Agaete, una villa a los pies de los riscos del Parque Natural de Tamadaba que conserva las tradiciones isleñas. Podemos ver, por ejemplo, a las mujeres de los pescadores vendiendo las capturas del día frente a la iglesia de la Concepción antes de ir al Huerto de las Flores, un centenario jardín botánico con especies arbóreas de todos los continentes que está en el hermoso casco viejo. Cerca se encuentra el acceso al Parque Arqueológico del Maipez, la mayor necrópolis aborigen de la isla, con casi mil túmulos funerarios. El valle de Agaete es un agreste territorio que nos impresiona por su verdor exuberante y fecundo. Aquí, además del plátano, se cultiva caña de azúcar y vid.
Marchamos hacia Gáldar y nos cruzamos en sus alrededores con numerosas plantaciones plataneras, en especial en la zona del barrio de Los Dos Roques y la playa de El Agujero, cercana a la necrópolis de La Guancha.
En Gáldar está el Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, un yacimiento rupestre descubierto por casualidad bajo una plantación bananera
Su casco antiguo se levanta en torno la plaza y la iglesia de Santiago de los Caballeros, construida sobre el lugar donde se situaba la casa del guanarteme –término para designar a los reyes aborígenes de Gran Canaria– de Gáldar.
En la misma plaza, y junto a un enorme drago, está el Museo y Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, un yacimiento rupestre descubierto por casualidad en 1987 bajo una plantación bananera. El lugar conserva unas excepcionales pinturas murales policromadas.
Llegamos por la carretera de la costa al vecino municipio de Santa María de Guía y nos paramos a pasear por su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico y que rezuma el sabor de las ciudades neoclásicas canarias: la iglesia de Santa María es su principal monumento, aunque también destacan la casa Quintana, el antiguo cuartel y el Ayuntamiento. A las afueras, en la cuesta de Silva, en dirección a San Andrés y Arucas, tenemos el cenobio de Valerón, un parque arqueológico con multitud de cuevas prehispánicas.
Más adelante nos espera Bañaderos, lugar de celebración de la Fiesta de la Quema del Plátano y, sobre todo, nuestra siguiente parada, la villa de Arucas, que está construida sobre el primitivo poblado aborigen de Arehucas. Ésta, a su vez, se emplazó sobre el cono volcánico de la montaña de Arucas. Aquí recalamos en el solemne edificio de la Heredad de Aguas, frente a los jardines de Gourié, y en la iglesia de San Juan Bautista. Y podemos elegir alguno de los lugares del paseo de El Puertillo, a orillas del mar, para disfrutar de las vistas de las olas golpeando contra la masa rocosa que protege la cala de arena dorada y, de paso, tomarnos un plátano frito. O dos.
Concluimos la ruta en la villa mariana de Teror. La basílica de Nuestra Señora del Pino, Monumento Nacional, es su edificio más importante y uno de los más destacados de la arquitectura religiosa canaria. Pero no es el único del lugar. Visitamos la señorial Calle Real, el palacio Episcopal, el parque Teresa de Bolívar y el Museo de los Patronos de la Virgen. A las afueras, encontramos la finca de Osorio, que forma parte del Parque Rural de Doramas, uno de los bosques más importantes de la isla. En este recinto se han conservado restos de bosques de laurisilva y una amplia extensión de castaños. Ejemplos de una región que es un oasis donde el plátano es el rey.
El clima de Canarias, más variable que el de los países tropicales, hace que el tiempo de permanencia del plátano en la planta sea mayor (seis meses) respecto a la banana (tres meses), confiriéndole mayor madurez, sabor y aroma. Hay muchas recetas canarias con plátano, tanto de entrantes como de platos principales o postres. Una de las más populares en Canarias es el plátano frito con miel. Hay que pelar los plátanos y córtalos por la mitad longitudinalmente. Se quitan las hebras y se rebozan con harina; si se desea, se pueden pasar por huevo batido. Se fríen en aceite caliente hasta que estén dorados. Después se retiran, depositándolos sobre papel absorbente para desechar el exceso de aceite. Se colocan en los platos y se riegan con miel. Se puede añadir un poco de nata.
La composición del plátano destaca por su riqueza en hidratos de carbono y en fibra. Además, tiene inulina y otros frustooligosacáridos con efectos beneficiosos en el tránsito intestinal. En relación a los micronutrientes, resalta su contenido en potasio y también contiene cantidades apreciables de vitaminas como la vitamina B6 o la vitamina C. Este plato se completa con miel, que aporta azúcares como la fructosa o la glucosa.
En Santa María de Guía, el queso Flor de Guía es un manjar que no podemos saltarnos, una delicia cuya forma de elaboración era alto secreto hasta hace bien poco. Tampoco debe faltar en nuestra maleta el Gofio, harina de cereal tostado, que es parte esencial de la dieta canaria y se usa en todo tipo de recetas.
El puerto de las Nieves es la salida al mar del valle de Agaete, un apacible rincón turístico desde el que, si el siroco no lo impide, se puede ver el Teide. Junto al puerto, donde se coge el ferry hasta Tenerife, está la playa. Aquí se alza el Dedo de Dios o Roque Partido, formación de piedra basáltica y uno de los símbolos isleños, hoy parcialmente destruido por una tormenta. La ermita de las Nieves, además, guarda un valioso tríptico flamenco.
En Bañaderos, a finales de julio y como cierre de las Fiestas de San Pedro Apóstol, se realiza la procesión y quema del plátano, una figura de cartón de tres metros rellena de petardos. En Agaete se celebra la Fiesta de la Bajada de la Rama a finales de junio. Una tradición aborigen que consiste en transportar ramas para golpear con ellas al mar en petición de lluvias (en la actualidad se entregan a la Virgen de las Nieves).
La Hacienda del Buen Suceso (ctra. de Arucas a Bañaderos, km 1; 928 622 945) está dedicada al cultivo de plátano y al cuidado del turista, que puede descansar y comer en su estupendo restaurante rodeado de la exuberante plantación. El Puerto de las Nieves (Alcalde José de Armas, s/n, Agaete; 928 886 25) ofrece spa junto al mar.
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