Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Una de las características de la comarca de La Serena son sus tierras llanas que permiten otear un horizonte sin límites. Sin embargo, también encontraremos en el recorrido algunas sierras cuyos estratégicos pueblos nos ofrecerán las mejores vistas de la zona. Como es el caso de la pequeña población de Benquerencia de la Serena, situada en la sierra de su mismo nombre, donde empezamos el recorrido tras el rastro del queso de La Serena. Si recorrer el pueblo es ascender por sus empinadas calles, visitar su castillo es casi escalar la escarpada cresta rocosa en la que se encuentra. Pero la subida merece la pena.
Se dice que este castillo, del que ahora ya sólo se mantiene en pie parte de lo que fueron sus torres, fue en origen una alcazaba que albergaba a la población. Sin embargo, por lo accidentado del terreno en el que se encuentra, con el tiempo los habitantes se desplazaron fuera de los muros, a los pies del castillo. Desde estas ruinas del siglo XI se ven campos de labranza, verdes, ocres y rojizos, unos cultivados, arados o yermos y otros de olivos y encinas. Otro atractivo de esta localidad es el Abrigo de las Calderetas, donde se pueden observar pinturas rupestres.
Desde Benquerencia de la Serena, seguimos la carretera dirección a la capital de la comarca, Castuera. El monumento más importante de la localidad es la iglesia de Santa María Magdalena, del siglo XVIII, que conserva en su interior un retablo barroco. También merece la pena visitar el Museo del Turrón, situado en una antigua fábrica de harina. Es un edificio de principios del siglo XX donde se expone toda la maquinaria original de la fábrica. Además, ofrece una extensa exposición a través de la que conoceremos la historia y tradición de la elaboración del famoso turrón de Castuera.
Las ruinas del castillo de Magacela, del siglo XII, nos regalan unas vistas a pueblos, campos coloridos, caminos y senderos de toda la comarca.
Salimos de nuevo a la carretera en dirección al siguiente destino: Zalamea de la Serena. Aquí encontramos rastros del paso de diferentes civilizaciones a lo largo de la historia. En un mismo día podemos pasar de observar la torre de Trajano o Distylo, un monumento conmemorativo del siglo I a.C.; el castillo de Arribalavilla, del siglo XV-XVI; o el palacio de Don Juan de Zuñiga, último Gran Maestre de la Orden Militar de Caballeros de Alcántara.
Entre las fiestas populares de Zalamea destaca la representación teatral de la obra El alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Todos los vecinos de la localidad participan en la representación y aún se conserva en la plaza de la Justicia la casa en la que, según la tradición popular, habitó el protagonista de la obra.
Continuamos la ruta tomando la carretera en dirección Quintana de la Serena. A unos tres kilómetros desde Zalamea, realizamos una parada obligatoria para visitar el santuario de Cancho Roano. Se cree que es un monumento funerario construido en el siglo VI a.C. por los tartesos. Está orientado al sol y consta de tres edificios superpuestos, de forma cuadrada. El conjunto está rodeado por un foso de agua y los diferentes edificios están divididos en grandes estancias. Por el hallazgo de figuras con formas de animales, telares, vasos, ánforas y otros objetos, se cree que el edificio tuvo carácter religioso, aunque también pudo tratarse de un palacio. El yacimiento cuenta con un Centro de Interpretación, donde se puede conocer con más detalle el origen e historia de este descubrimiento.
Después de esta visita, retomamos de nuevo la carretera en dirección a Quintana de la Serena. La ciudad del granito. Y es que, precisamente, se llama Gris Quintana al color del granito que se extrae en las canteras de esta localidad y que está presente hasta en los dinteles de las puertas de sus casas o en las mismas paredes. En sus cercanías encontramos pinturas rupestres en la cueva de San José y otro ejemplo del paso romano por estas tierras: el recinto fortificado de Hijovejo, una fortaleza del siglo I a.C. que se levanta, por supuesto, sobre rocas de granito.
Volvemos de nuevo a la carretera en dirección Villanueva de la Serena para llegar a Magacela, donde encontramos las cuevas Abrigo de la Peña del Águila, con pinturas rupestres, y los dólmenes o sepulcros megalíticos de Campillo, Campillo II, el Revellado y el de Cerca del Marco o Marzoco, llamado dolmen de Magacela.
También visitamos las impresionantes ruinas de su castillo, del siglo XII, que se alzan sobre un cerro rocoso. La fortaleza estaba dividida en tres recintos y su elemento más destacado es una torre de planta octogonal construida a finales del siglo XII. En el conjunto se conserva también el cementerio y la iglesia de Santa Ana, en uso hasta hace pocos años. Pero sin duda la mejor imagen es la panorámica que nos regala este castillo, unas vistas a pueblos, campos coloridos, caminos y senderos de toda la comarca de La Serena.
La ruta se puede alargar siguiendo hasta Villanueva de la Serena y a Don Benito, las dos poblaciones más grandes de la zona; la otra opción es dirigirse al embalse de la Serena; el más grande de España. Un buen lugar para culminar la ruta disfrutando de los paisajes que ofrece esta tierra.
El queso de la Serena tiene un aroma y un sabor muy particulares. Es el único queso que se elabora con la leche cruda de las ovejas merinas y que se extrae de las hembras reproductoras.
De esta raza de ovejas sólo se extraen 0,350 litros de leche diarios, mientras que del resto de las razas son dos litros. Es por eso que para la fabricación de un kilo de queso de la Serena se necesita la producción de quince ovejas.
Para cuajar el queso se usa un coagulante natural, que se obtiene del cardo silvestre llamado yerbacuajo. Con él se hace una infusión que se incorpora a la leche, para después seguir un proceso de elaboración artesanal que finaliza con un tiempo de maduración en condiciones de humedad y temperatura constantes. La tradición de su elaboración se hereda de padres a hijos y es Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) desde 1991.
El queso de la Serena tiene un alto contenido energético y su nutriente mayoritario son los lípidos, especialmente los ácidos grasos saturados. Es también una buena fuente de proteína de elevada calidad, así como de calcio, magnesio, fósforo, hierro, zinc y vitamina A. Todo sobre el queso de la Serena puede verse aquí.
Como en toda Extremadura, destacan especialmente en esta zona los productos derivados del cerdo, entre los que el jamón es el principal protagonista. Otras carnes recomendadas son el cordero o el cabrito, preparado de múltiples formas, y también el conejo, la perdiz o la liebre. Entre los platos de su gastronomía: gazpacho, caldereta o las migas con torreznos y sardinas.
En Zalamea de la Serena perdura la industria de la marroquinería y podremos encontrar equipamientos para la caza como monturas, zurrones, bolsos… Otro de los productos estrella de la zona es el aceite de oliva, hecho con las variedades cornezuelo y jabata. Además, en Castuera se realizan artesanalmente turrones con miel y almendra y otros tipos de dulces.
En Castuera, el 2 de febrero se celebra la fiesta de la Candelaria y el 15 de mayo, San Isidro. La tercera semana de agosto, en Zalamea de la Serena, los vecinos representan la obra de Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea, con la ambientación de un gran mercadillo. Y en agosto, tanto en Benquerencia como en Magacela tienen lugar las fiestas del emigrante.
El Hotel Santa Cruz ocupa un antiguo cortijo extremeño del siglo XIX. Situado en Villanueva de la Serena, la finca se encuentra a orillas del Guadiana y en las faldas del castillo de la Encomienda, ofreciendo tranquilidad y visitas culturales. Amplios y luminosos espacios son la carta de presentación del Hotel Vegas Altas. En pleno centro de Don Benito, el alojamiento cuenta con una estancia funcional y la posibilidad de saborear la gastronomía extremeña en el restaurante Los Porches o en el cenador de verano, disfrutando de su jardín.
En general... ¿cómo valorarías la web de Guía Repsol?
Dinos qué opinas para poder mejorar tu experiencia
¡Gracias por tu ayuda!
La tendremos en cuenta para hacer de Guía Repsol un lugar por el que querrás brindar. ¡Chin, chin!