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Sierra de Javalambre.

Vía Verde de los Ojos Negros: de Teruel a Castellón

¿Por qué no debes perderte la Vía Verde de los Ojos Negros?

Actualizado: 24/04/2015

Recorrer una Vía Verde es siempre una experiencia única. La de los Ojos Verdes, además, añade el encanto de ser la Vía Verde más larga que existe, con 160 kilómetros de recorrido que van desde Teruel hasta Castelló (o la inversa, como prefiramos). En la ruta nos espera un camino lleno de sorpresas donde pasaremos por 20 túneles, 21 puentes, embalses, sierras, mesetas, parajes naturales y pueblos llenos de encanto donde hacer un merecido descanso.
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Aunque esta ruta es ideal para ciclistas, también podemos recorrerla a pie, por pequeños tramos o incluso haciendo algunas partes en tren, ya que la vía convencional discrurre casi en paralelo. De entre todos los motivos para no perderse la Vía Verde de los Ojos Negros, te contamos 5 que te harán incluirla sin duda entre tus próximos destinos de viaje.

1. La naturaleza te rodea durante todo el camino

Al ser una ruta tan extensa, a lo largo de esta Vía Verde el paisaje cambia totalmente desde su inicio en Santa Eulalia (Teruel), a los pies de la sierra de Javalambre, hasta Algímia d’Alfara, en València, a escasos kilómetros del mar Mediterráneo. En el viaje entre estos dos puntos, la naturaleza nos rodea en 360 grados, un auténtico placer para la vista. Nos dejarán especialmente embelesados las tierras casi virginales de Javalambre, el bosque Mediterráneo que predomina a lo largo de casi todo el camino, repleto de encinas y coníferas, y el Paraje de la Dehesa, casi al final de la ruta.

Sirra de Javalambre. Foto: CC Flickr Marcela Escandell.
Sirra de Javalambre. Foto: CC Flickr Marcela Escandell.

2. Consigues panorámicas de película

Uno de los atractivos de las Vías Verdes es que, a menudo, el circuito de las vías de tren recorre viaductos, que ahora sirven como excelentes miradores. En esta ruta encontraremos muchos y muy apetecibles. Uno de los más impresionantes es el de Albentosa(Teruel) que se levanta, con 7 impresionantes arcos, 50 metros sobre un barranco. Otro de los puentes que nos dejarán boquiabiertos esdel Chispo (también en tierras turolenses), más bajo (22 metros) pero de casi 90 metros de largo.

Puente Albentosa. Foto: CC Flickr Vicente de Miguel.
Puente Albentosa. Foto: CC Flickr Vicente de Miguel.

3. Recorres pasajes misteriosos

En este recorrido encontramos hasta 20 túneles, la gran mayoría iluminados y perfectamente acondicionados para el paso. Entre los más impresionantes, el de Albentosa, en curva y con casi 400 metros de longitud, y otros más cortos pero con el mismo encanto, como el de Arrión (352m) y el de Ragudo (237m). El más largo de toda la ruta es el túnel de Caudiel (en Castellón), de más de medio kilómetro de largo. El el camino encontramos otros lugares enigmáticos, como las estaciones de tren abandonadas o incluso un antiguo búnker nido de ametralladoras de la Guerra Civil, que podemos ver a la altura de Caudiel.

Vía Verde de los Ojos Negros. Foto: Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
Vía Verde de los Ojos Negros. Foto: Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

4. Descubres pueblos con mucho encanto

Los altos en el camino están más que justificados cuando pasamos por lugares como Sarrión (Teruel), situado a casi 1000 metros de altura y con grandes tesoros como el portal de Teruel (una de las puertas de acceso a su recinto amurallado del siglo XII), la iglesia de San Pedro (s. XVIII) o la exquisita Feria de la Trufa que se celebra en el mes de diciembre. También Jérica, en Castelló, merece una parada.

Aquí no podemos perdernos su torre mudéjar de las Campanas (s. XVII), levantada sobre un promontorio donde conseguimos una excelente panorámica de toda la población, la antigua iglesia de El Socós, y por supuesto, su exquisita horchata. Y, por supuesto, Navajas, casi al final del recorrido, donde podemos ver la impresionante cascada del Brazal (un salto de agua de 30) y el Salto de la Novia, candidato a El Mejor Rincón 2014.

Sirra de Javalambre. Foto: CC Flickr Marcela Escandell.
Sirra de Javalambre. Foto: CC Flickr Marcela Escandell.

5. Te permite vivir emociones fuertes

Cualquier Vía Verde es una gran opción de turismo activo pero, sin lugar a dudas, una de las rutas más apetitosas para amantes del deporte es la de los Ojos Negros. Además de estar especialmente indicada para cicloturistas, por su extensión y condiciones del terreno, cuenta con otras opciones de aventura muy interesantes. Una de ellas la encontramos en el viaducto de la Fuensanta (en la vertiente castellonenese de la ruta), con buenas condiciones para la práctica del puenting que organizan empresas de la zona especializadas en ello. A la altura del viaducto, se une el encanto de que junto a él se levanta otro puente prácticamente igual, por donde circulan actualmente los trenes. Quienes prefieran una opción acuática, pueden aprovechar el embalse del Regajo (también en Castelló) donde se pueden alquilar kayaks y disfrutar de un paseo con un entorno natural de película.

Embalse del Regajo.
Embalse del Regajo.

En la página web de Vías Verdes puedes descargarte el itinerario completo de la ruta, con todas las etapas, paradas e indicaciones del camino.

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