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El Sporting de Gijón puede presumir de tener un campo con un título único: el de ser el estadio de fútbol más antiguo de España. Empezó a construirse en 1908 y el primer partido se disputó en 1913. El director de cine José Luis Garci, seguidor del equipo, llegó a decir de él: “El Molinón no es un estadio de fútbol, sino un estado de ánimo”. Es de justicia decir que también consta como campo más antiguo de España El Rubial, del Águilas C.F., aunque el terreno de juego no cuenta con las medidas mínimas establecidas por la UEFA. Si nos acercamos hasta el estadio del Sporting, podemos aprovechar para dar un paseo por el barrio de Cimadevilla y disfrutar de unas espectaculares vistas del Cantábrico. Si, por el contrario, preferimos ver El Rubial, una buena idea es subir hasta el castillo de San Juan desde donde tendremos la mejor panorámica de Águilas.
El primer ladrillo del ahora desaparecido estadio del Athletic de Bilbao se puso en 1913 y se ganó el sobrenombre de 'la Catedral del fútbol'. Cien años después, la historia del club continua en este nuevo edificio, calificado por la UEFA con 4 estrellas, la máxima categoría que puede otorgarle por su aforo. Destaca especialmente por la cercanía de las gradas al terreno de juego, lo que nos permite vivir los partidos con la máxima emoción. Conocer este estadio es una buena excusa para perdernos por el Casco Viejo de Bilbao, formado por sus famosas Siete Calles, un conjunto urbano declarado Monumento Histórico-Artístico donde podemos ver impresionantes fachadas y palacios urbanos, además de una gran oferta comercial. Y si nos apetece comer algo después de celebrar una victoria, nada mejor que pasar por el restaurante Zortziko (Alameda Mazarrero 17; 944 239 743).
Se trata del campo más pequeño de primera división, permitiendo la entrada de 14.708 aficionados como máximo. De hecho, el solar en el que se levantó (el que ocupaba el antiguo estadio) tenía el espacio tan restringido que se construyeron solo tres graderías y en lugar de la cuarta se levantó un pequeño muro. Desde este frente, los vecinos de los edificios colindantes aprovechan para ver los partidos sin necesidad de bajar al campo. El estadio, además, es el lugar en el que cada 31 de diciembre finaliza la conocida carrera madrileña San Silvestre Vallecana que, curiosamente, se inicia en otro campo de fútbol, el Santiago Bernabéu. Por supuesto, muy cerca de Vallecas tenemos infinidad de propuestas turísticas, como dar una vuelta por las tiendas de la famosa Gran Vía y acercarnos hasta el Círculo de Bellas Artes, desde cuya terraza tenemos una gran panorámica de Madrid.
Al igual que el Osasuna, el Elche también ha descendido en alguna ocasión segunda división. Sin embargo, cuenta en su haber con el honor de ser el club con el terreno de juego más grande de toda la liga española. Sus medidas son 108x70 metros, cuando la longitud recomendada por la FIFA es de 105x68. El estadio se inauguró en 1976 y en él se disputaron algunos de los encuentros del Mundial de Fútbol de 1982. Visitar este campo es una propuesta ideal para quienes sean amantes de las playas, ya que Elche cuenta con una gran infraestructura destinada al turismo estival. La ciudad tiene 9 kilómetros de costa, gran parte de ella en estado virgen. Aquí también podemos ver el mayor palmeral de Europa, con cerca de 200.000 ejemplares.
Los seguidores del Club Atlético Osasuna son los que más gritan animando a su equipo. Así lo hicieron, por lo menos, en el partido que en 2009 les enfrentó al Real Madrid. Según el portal de internet, TeInteresa, los gritos en el campo llegaron a los 115.7 decibelios, el máximo registrado. La euforia estalló con el gol de Juanfran que adelantó al equipo local en el marcador. Antes de asistir a un partido aquí, podemos aprovechar para visitar el pulmón verde de Pamplona, la Ciudadela. Se trata de un gran parque creado alrededor del complejo defensivo pamplonés, considerado uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura militar en la península. Paseando por este recinto no solo tendremos ocasión respirar aire puro sino también contemplar una buena panorámica de la ciudad y las murallas que la rodean.
Los incondicionales seguidores del Barça, llegados de cualquier lugar del mundo, han convertido a este estadio en el más visitado de toda España. De hecho, su museo es el que más turistas recibe en Catalunya, por delante del Museo Picasso de Barcelona y el Teatro-Museo de Dalí, en Figueres. Su gradería, además, puede acoger hasta 99.354 personas, lo que convierte en el estadio español de mayor capacidad. Cerca del campo (a 4 paradas de metro) tenemos la plaza de España, donde los fines de semana podemos ver el espectáculo de luces y sonido de las fuentes de Montjuïc. Aquí tenemos dos buenas opciones para conseguir panorámicas de la ciudad. La primera de ellas está en la misma plaza, en la azotea del centro comercial que se ha construido en la antigua plaza de toros Las Arenas. La segunda está en el alto de la montaña de Montjuïc (el ascenso, ya sea a pie o en funicular, merece la pena).
Poco menos de 200 metros separan el estadio del Real Club Deportivo de La Coruña del Atlántico. Aquí los goles vienen acompañados de la brisa marina. El campo tiene capacidad para 33.000 personas y tuvo el privilegio de ser uno de los lugares donde se disputaron los encuentros del Mundial de Fútbol de 1982. Aunque el estadio se construyó en 1944, ya desde principios de siglo el Deportivo jugaba en esta zona de la ciudad, en un campo del mismo nombre situado donde se ubica hoy en día el colegio de las Esclavas. Ya sea antes o después del partido, no podemos perder la oportunidad de acercarnos hasta el paseo marítimo de la ciudad, con más de 13 kilómetros que van desde el castillo de San Antón hasta el Portiño. Si continuamos con ganas de caminar, es casi obligatorio llegar hasta la Torre de Hércules, el faro en activo más antiguo del mundo
El Eibar es probablemente uno de los equipos más modestos que ha ascendido a la primera división española. Por eso, durante la temporada 2014, las 5.200 localidades de su campo se quedarán pequeñas para acoger a los miles de espectadores que quieran ver a su equipo enfrentándose a los gigantes de la liga, como el Real Madrid o el Barça. El estadio se construyó en el año 1947, aunque ha sufrido numerosas remodelaciones desde entonces, adaptándose a las nuevas exigencias de seguridad e instalaciones. Si asistimos a un encuentro en el Ipurua, podremos aprovechar para respirar el aire puro de Eibar, un municipio guipuzcoano situado en la cuenca del río Deva y rodeado de montañas. También es muy recomendable acercarnos hasta el Santuario de la Virgen de Arrate, lugar emblemático para los vecinos del pueblo.
Nos queda poco tiempo para disfrutar del campo del Real Madrid tal y como lo conocemos hasta ahora, ya que el estadio está pendiente de un ambicioso proyecto de reforma. Según las previsiones, será en la temporada del 2017 cuando el Santiago Bernabéu lucirá una imagen totalmente renovada. Entre los cambios más importantes que supondrá esta reforma se encuentra la ampliación de la capacidad del estadio así como la creación de nuevas zonas comerciales y de restauración. Tanto si visitamos el campo antes como después de la remodelación, tendremos la oportunidad de conocer una de las zonas más famosas de Madrid, el paseo de la Castellana, en el que se encuentra ubicado. Si nos gusta pasear, podemos llegar andando hasta la misma plaza de Cibeles, aunque nos espera casi una hora de camino. En nuestro recorrido pasaremos, entre otros, por la plaza de Colón y la Biblioteca Nacional.
El estadio donde juega la Unión Deportiva Las Palmas desde el año 2003, es el campo de futbol insular más grande de España. Ocupa cerca de 60.000 metros cuadrados y tiene capacidad para 31.250 espectadores. Al tratarse de un estadio multifuncional, además del terreno de juego tiene también pistas de atletismo y un gimnasio de 1.000 metros cuadrados. Si nos animamos a visitarlo, nos costará decidirnos por un solo lugar al que dedicar nuestro tiempo antes o después del partido, ya que Las Palmas de Gran Canaria tiene una amplísima oferta turística. Además de conocer sus magníficas playas, merece la pena que nos acerquemos hasta el barrio fundacional de la ciudad, la Vegueta. Sus calles empedradas y casas de arquitectura tradicional harán de nuestro paseo por la zona una auténtica delicia.
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