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Una persona contempla el mural de la ilustradora Pilarín Bayés en Barcelona

Arte urbano en Barcelona: proyecto NN Wallery

El nuevo muro del arte de Barcelona

Actualizado: 04/09/2024

Exploramos Barcelona en clave “street art” en busca de las obras de NN Wallery, proyecto puesto en marcha en 2018 donde se convierte el vallado de edificios en construcción, parkings y fachadas en galerías de arte urbano. Su objetivo es “transformar la Ciudad Condal en un lienzo en blanco”, que conocemos de la mano de algunos de sus artistas.

“NN Wallery es un proyecto pionero de arte urbano transformador, original y sostenible. Es nuestra manera particular de aportar valor a las calles y barrios de Barcelona a través de la cultura”. Así lo explican desde el grupo Nuñez i Navarro, promotor de la iniciativa NN Wallery, que nace en 2018 con un objetivo: “transformar la ciudad en un lienzo en blanco”. Parkings y vallas convertidas en murales, barrios antiguos en plena metamorfosis underground u hoteles refugio de artistas. Abrimos el mapa de Barcelona para buscar las direcciones del nuevo muro del arte urbano.

Obra de Sergi Delgado para el parking del Hotel Jazz Barcelona
Obra de Sergi Delgado en el hotel Jazz.

La metamorfosis de las vallas y los parkings

Taladros, lijadoras, grúas y hormigoneras. No hay descanso para el laborioso ni tampoco para el vecino obligado a convivir durante meses con espacios en rehabilitación o construcción. En esta ocasión, aterrizamos en Barcelona. “Transformamos los muros de obra de nuestras promociones en construcción y los espacios compartidos de nuestros locales y parkings en espectaculares galerías de arte urbano al descubierto”. De esta manera lo explica el equipo de NN Wallery. En otras palabras: “Convertir el contratiempo que puede suponer la construcción de un edificio en una fantástica oportunidad para disfrutar del arte urbano en estado puro, aportando sensibilidad y alma a las calles”, añaden fuentes del grupo.

El artista DXTR frente a uno de sus muros en Barcelona
El ilustrador Dennis Schuster, más conocido como DXTR.

Desde hace seis años, NN Wallery se ha ido consolidando como un proyecto pionero en la capital catalana, reuniendo a destacados grafiteros, ilustradores, historietistas, diseñadores y grandes nombres del mundo del cómic para rendir su particular tributo a Barcelona y sus habitantes. “El proyecto contempla dos tipos de acciones: una recopilación de obras pictóricas efímeras, representadas sobre muros de obra temporal, y una recopilación de murales perennes, creados sobre las persianas y puertas de nuestros locales y parkings repartidos por las diferentes calles de la ciudad”, indican.

Obra de Margalef en la puerta de un aparcamiento
Algunos, como el diseñador Margalef, han ilustrado el acceso a aparcamientos.

Cada artista, sea novel o de gran proyección internacional, plasma su estilo y visión de la ciudad para contar historias que hablan de música, de arquitectura, de gastronomía y de la idiosincrasia barcelonesa “con altas dosis de fantasía”, como apuntan desde NN Wallery. La única premisa, “mantener la Ciudad Condal como inspiración para crear su obra”. De esta forma hablaremos de artistas como Pep Brocal, Brosmid, Marina Capdevila, Danide, Dani Bermúdez y Fidel de Tovar, Óscar García, María Llovet, Laia López, Pez o Sagar. Son solo algunos nombres de la gran diversidad de autores que han colaborado y otros tantos que aún están por colaborar. Pues NN Wallery es un proyecto en plena metamorfosis que cambia cada temporada. Vamos a explorar la ciudad tras su rastro.

Un hotel refugio de creatividad

Partimos desde el hotel REC, un alojamiento de tres estrellas situado junto al Arco del Triunfo y en el barrio de San Pedro, Santa Catalina y la Ribera, que se contempla desde su privilegiada azotea, donde los desayunos merecen un capítulo aparte. Estamos en uno de los cuatro barrios que forman la Ciutat Vella de Barcelona, de calles estrechas y retorcidas que guardan comercios independientes y galerías de arte por doquier bajo la silueta de la basílica de Santa María del Mar (s. XIV). Esta zona se fue configurando desde el momento en que Barcelona necesitó expandirse más allá del recinto romano, cuando se empezaron a poblar sus ramales y la acequia condal (en catalán “Rec Comtal”) fue un foco de atracción para las industrias textiles de la pre revolución industrial. El hotel toma el nombre de este importante canal que transportaba el agua desde Montcada a la Barceloneta, moviendo molinos, regando tierras y sirviendo como alcantarillado a la capital.

Una de la obras presentes en el hotel REC de Barcelona
Varios artistas han intervenido en diferentes espacios del hotel REC.

Pero si nos refugiamos en el Rec es porque constituye en sí un ejemplo de arte urbano. Pues este moderno alojamiento, sólo para adultos, “ha contado con la participación de creadores y artistas que se han vinculado estrechamente al proyecto, y desde sus especialidades han contribuido en el desarrollo de su identidad tan característica”. Así lo explica el equipo del hotel, que recibe al huésped con un juego lumínico constante y evocador donde la oscuridad contrasta con los colores vivo y las creaciones que elevan sus diferentes espacios en tonalidades azul, amarillo y verde. Fotógrafas como Bea Schulze, muralistas como Joan Tarragó, ilustradoras como Marga López o escultores como Michael Roschach han dejado su impronta y creatividad en las estancias del hotel, en sus espacios comunes, su decoración y en su esencia, en definitiva. Según su director, Paramjot Randhawa, “no queríamos ser el típico hotel de esquina de Barcelona. Queríamos ser algo más”.

Azotea del hotel REC de Barcelona
En la azotea, con bonitas vistas, se sirve un espectacular desayuno.

¿Para comer? Su planta baja, junto a la recepción, está dominada por uno de los iconos de la gastronomía madrileña que desembarcó aquí hace unos años para predicar su fe por el producto, la calidad y el origen. Hablamos de 'Fismuler'. “Esto no es ¡mira que creativo soy!”, comenta Nino Redruello, chef y portavoz del grupo La Ancha. “Es un restaurante en el que los productos naturales se expresan tal cual”, añade. “Hay una inercia hacia el sabor y el producto, en lo que nos da la naturaleza. En base a eso construimos nuestra propuesta”, concluye Redruello. “Más que fusión, la palabra clave es libertad”.

Pescado en el restaurante Fismuler de Barcelona
El pescado tiene gran protagonismo en 'Fismuler'.

Esta se traduce en la mesa en una propuesta que empieza con platos como la ostra fresca al natural o aliñada con ponchu choricero, el canapé de tartar de gambas, la burrata con fresa encurtida y arenque o el pan txino relleno de bacalao y alita crujiente. Seguiremos con el tartar de atún de almadraba o la dorada semicurada, con la tortilla de bacalao o el arroz meloso de almejas que rivalizan con el chipirón de anzuelo y chalotas asadas. En los principales destaca la corvina a la brasa, con kimchi casero y col, el rodaballo a la vasca o la lubina a la brasa. Pero si hablamos de clásicos hablaremos del escalope San Román con huevo y trufa como icono del grupo La Ancha. Su última apertura en Barcelona es ‘Molino de Pez’, situado entre los barrios de Gracia y el Eixample. Defiende una cocina de costumbres y sabores que no caduca jamás y que rinde homenaje a los clásicos de siempre reflexionados.

“Buscando a Wallery”

“Intenté crear una especie de mural Dónde está Wally? fresco y funky; un homenaje divertido y desenfadado a la hermosa ciudad de Barcelona, sus habitantes, monumentos y espíritu en general”. Así lo explica el ilustrador Dennis Schuster, más conocido como DXTR. Es el autor de la obra temporal que decora otra obra menos vistosa, situada en la calle Valencia 595, en el barrio de Sant Martí. Este mural de 50 metros de largo muestra el estilo del ilustrador con gusto por los motivos tipográficos, urbanos y personajes empleando colores intensos. Siguiente parada: Sant Gervasi.

La obra artística del ilustrador DXTR en Barcelona
La obra efímera de DXTR, en el barrio de Sant Martí.

“Esta obra gira en torno a la vida que comparten los abuelos y los niños. Es un recordatorio de como ambas generaciones viven las situaciones cotidianas”. De esta manera describe su creación la caricaturista e ilustradora Pilarín Bayés. La artista catalana, de 83 años de edad, ha diseñado el muro de construcción de 60 metros de longitud situado en la calle dels Madrazo 79. Su mural, que ocupa un espacio de 200 m2, se ha reproducido en vinilo y muestra escenas cotidianas donde los abuelos y abuelas interactúan con sus familias, resaltando el protagonismo de la gente mayor en la vida familiar. Al finalizar las obras, el muro se retirará.

La ilustradora Pilarín Bayes junto a uno de sus muros en Barcelona
A sus 83 años, Pilarín Bayes sigue decorando las calles de la Ciudad Condal.

“Lo interesante del proyecto es poder formar parte de una colección de artistas con talento que trabajan en un proyecto común, bajo una curadoría cuidadosa y buscando generar un proyecto sólido enfocado en el arte urbano de la ciudad”. Así se expresa Margalef, el diseñador y arquitecto que ha firmado varias creaciones para NN Wallery, como las que se pueden contemplar en las puertas de los aparcamientos de Lepanto 199 (Eixample) y Sardenya 68 (Sant Martí). Pero volviendo a la Ciutat Vella, buscamos el mural de Soem, otro destacado artista urbano que ha colaborado en el proyecto NN Wallery. Se ha encargado de transformar el parking de la Plaça Bonsuccés en una original composición que ilumina todo el espacio para los transeúntes. “Quise hacer una ciudad bailando al son de SOEM. Significa el sol, la luz y los edificios bailando al unísono. Quería mostrar que podemos convivir en armonía y no al revés. Sobre todo, quería transmitir libertad”, apunta el artista.

El artista Soem frente a su mural en Ciutat Vella (Barcelona)
Soem frente a su creación en el parking de la Plaça Bonsuccés.

¿Más direcciones de street art? Buscaremos la obra de Sergi Delgado para el parking del Hotel Jazz Barcelona, de Aleix Gordo para el de Folgueroles 5, Daniel Buch para el parking NN en Marqués de Semtmenat 54, Nadia Hadif en Joanot Martorell 18–20, Pol Montserrat en la Plaça Bonsuccés 7 o el de Kenor en la calle Pau Claris 194. Justo aquí al lado, entre los barrios de Gracia y el Eixample, encontramos otra opción de alojamiento con sello artístico.

White Hall del hotel Seventy en Barcelona.
El White Hall del hotel Seventy, con sus librerías.

El hotel Seventy destaca por su impresionante fachada acristalada en la calle Còrsega, que da paso a su White Hall, un vestíbulo con gigantescas instalaciones de libros. Este hotel de 152 habitaciones destaca por su estilo arquitectónico, donde el orden, la simetría, el color y el contraste de texturas establecen el equilibrio en sus espacios, su propuesta gastronómica y en el aura del hotel. Este acoge una cuidada colección de obras de artistas como Luján Marcos, Simon Edmonson, Emilio Gañán, Ricardo Labougle o Sebastián Rosselló. También es sede de todo tipo de exposiciones de arte, eventos de moda, sesiones de ilusionismo o hasta actuaciones musicales entre otros eventos culturales.

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