Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
La imponente situación geográfica de Ronda es sin duda uno de ss aspectos más célebres. En una cornisa de gran belleza, el río Guadalevín fluye por un profundo tajo y divide el pueblo en dos partes, unidas por el famoso Puente Nuevo. Terminado a finales del siglo XVIII por el maestro Jose Martín de Aldehuela, este puente conecta el barrio antiguo –La Ciudad– y el más moderno, fundado a raíz de La Reconquista –El Mercadillo–.
La imagen del Tajo de más de 150 metros de profundidad, cosido por este puente monumental, representa la visión más emblemática y característica del paisaje rondeño, la que enamoró a los viajeros románticos y la que causó una impresión profunda en el mundo del bandolerismo y de la tauromaquia. Así lo podemos ver en las citas de Rainer María Rilke, de Ernst Hemingway o en las del cineasta Orson Welles.
Durante la evolución de la ciudad en el siglo XVIII se consolida su condición de gran mirador sobre la gran depresión circundante, la denominada Hoya del Tajo. Surge la fantástica Plaza de Toros, los jardines de la Alameda del Tajo, y todo el borde oeste se convierte en imprescindible por su capacidad panorámica. Justamente desde uno de los miradores de este borde puede vislumbrarse, a una distancia de unos tres kilómetros, una loma alargada que presenta en su ladera unas pequeñas edificaciones, casi a la misma altura desde la que estamos observando el paisaje: el conjunto Rupestre de la Virgen de la Cabeza, lugar al que sin duda merece la pena acercarse.
De origen mozárabe (siglo IX-X), este conjunto rupestre, al que también conocen como Cuevas de San Antón, se encuentra excavado totalmente en la roca y su situación y entorno son absolutamente insólitos. Es interesante plantearse el recorrido desde Ronda a pie o en bicicleta de montaña, ya que se encuentra a apenas 2,5 kilómetros del pueblo. Partiendo del barrio de San Francisco, situado extramuros, y a través de una pista en buen estado que atraviesa fincas de tierras de labor y olivos, se van abriendo a nuestra derecha las preciosas imágenes de la ciudad musulmana.
A medida que avanzamos, el panorama se despeja de vegetación y podemos avistar una hermosa estampa tanto del Tajo de Ronda como de la Hoya del Tajo, con sus cultivos de cereales y vides. Estas han propiciado la aparición de casi una veintena de bodegas de gran calidad, a través de la denominación de origen Vinos Sierras de Málaga, en la que los vinos de la Serranía de Ronda cuentan con una subzona de requisitos específicos.
Tras alcanzar la cota máxima de esta larga elevación de terreno rodeados de pinos piñoneros, divisamos Ronda en su integridad. Se nos presenta como una fachada de roca (hendida por el Tajo) vertical inigualable, singular, que convierte toda la ciudad en una suerte de Acrópolis paisajística.
A partir de aquí descendemos un trecho siguiendo la ladera, que nos conduce directamente a las cuevas y a la ermita. Cuando fue restaurada, en 1997 por el Ayuntamiento a instancias de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza, se recuperó su uso religioso, olvidado desde el siglo XVIII. La zona eclesiástica, de unos 300 m2, está compuesta por una nave con el altar principal, una sacristía adosada lateralmente ocupando una nave menor, y dos naves laterales, ambas con altar, y una de ellas con acceso a la cripta.
Resulta interesante comprobar cómo el culto religioso puede albergar su espacio sagrado en esta roca excavada. También impresiona la zona doméstica, que dispone de cuatro habitáculos a modo de celdas, morada de la pequeña comunidad de monjes inicial (no más de diez) que encontraron en este lugar su forma de vida. Ya en el exterior y junto a las cuevas se localiza un almacén de alimentos y un espacio que se utilizó como albergue para el ganado. Todo ello se abre a una terraza-mirador, también excavada, que nos proporciona el lugar de encuentro de todo el conjunto, y desde el que podemos divisar una vista panorámica de toda la meseta de Ronda.
Todos los años, en la primera semana de mayo, miles de personas van en romería a este lugar, a venerar a la Virgen de la Cabeza. Esto implica que se esté planteando una serie de intervenciones, como una puesta al día del patrimonio, la creación de un restaurante-mirador en la parte más alta, y otros servicios, como un albergue o espacios exteriores para celebrar misa.