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1. La Fuente de los Leones tuvo dos tazas –recipientes de la fuente– desde el siglo XVI hasta el XX, cuando se restituyó a la forma original de Mohamed V en el siglo XIV, aunque hay otras teorías.
2. Hay guardada una réplica idéntica de la fuente, con las incisiones en la frente de cada león. Cada uno de estos doce animales está delante de los versos del visir y poeta Ibn Zamrak.
3. Los sultanes y sus familias contemplaban sus jardines y estancias desde la posición de sentados. Desde esa perspectiva, la visión del Patio de los Arrayanes o de los Leones es diferente.
4. Los recorridos que se hacen hoy para visitar la ciudad palatina no tienen que ver con los de los tiempos de los nazaríes. Cada palacio –el Mexuar, Comares, los Leones– era una unidad en sí misma. Hay dos maneras de observar la Alhambra, la cristiana y la nazarí.
5. La Alhambra ha sobrevivido a los terremotos durante siglos gracias a que los muros son de tierra apisonada y las columnas tienen una lámina de plomo entre la base y la columna, que hace que el edificio baile si hay temblores. Hay columnas en los patios en donde se ve perfectamente la lámina gris del plomo. Es un prodigio arquitectónico.
6. En tiempos de los nazaríes las diferentes clases sociales no se cruzaban en pasillos y estancias, otro reto para un arquitecto. El recorrido áulico, el de la belleza del sultán y los suyos; el recorrido burocrático, de los administradores y escribas del sultanato; y el recorrido del servicio, los que limpiaban o llevaban leña para las calderas por ejemplo, no se topaban.
7. Cuando te indiquen el harén, tómalo con cautela. Ningún estudioso tiene claro hoy, con rotundidad, dónde estaba. Lo de encima del Patio de los Arrayanes es una suposición.
8. La Alhambra habla, se describe a sí misma. En cada estancia, quien sabe árabe puede ir recorriendo su historia, desde el enorme respeto a Alá, pasando por la belleza del lugar, jardín del paraíso en la tierra, a las amenazas sutiles del señor, el sultán. Hay poemas maravillosos, cumbre de la poesía árabe.
9. Es una ciudad fortaleza viva, no la que abandonó Boabdil el 2 de enero de 1492. Se han integrado los arreglos y modificaciones cristianas, como el Peinador de la Reina o las habitaciones Carlos V y Washington Irving. Pero también ha sido víctima de restauraciones canallescas.
10. En el Palacio de Comares, en el Patio de los Arrayanes, si miras desde el pórtico frente a la Torre de Comares, la fila de "almenitas" son un añadido de los restauradores "que adornaban", un concepto del siglo XIX. Lo peor lo eliminó ya el gran Torres Balbás.
11. Leopoldo Torres Balbás, arquitecto, restaurador, intelectual de la Alhambra desde 1923 hasta 1936, cuando estalló la Guerra Civil, salvó lo que ves y marcó el camino para restaurar la joya más visitada de la península ibérica y uno de los edificios de Europa siempre entre los 10 primeros. También del mundo, depende del ranking que escojas.
12. En el Museo de la Alhambra –dentro del Palacio de Carlos V– se visita dos de los míticos jarrones enteros de la Alhambra, son cumbre de la cerámica árabe. Existe una docena de jarrones localizados por diferentes partes del mundo, algunos perdidos por los espolios a los que fue sometida la ciudad durante el siglo XIX. El museo no tiene mucha gente y es un sitio delicioso para terminar de hacerte una idea de lo que has visto.
13. Los ladrones de azulejos que dibujó Gustave Doré, pintor y grabador francés prolífico, retratan una realidad. Desde Fernando VII hasta Alfonso XIII, la Alhambra fue sometida al robo de desaprensivos nacionales y extranjeros, pero también de sus propios responsables. A veces incluso gobernadores de la ciudad palatina. Los hubo que vendieron azulejos únicos para poder pagar una corrida de toros, según cuentan las crónicas.
14. Es mentira que el Palacio de Carlos V destruyera una parte increíble de la Alhambra, no se sabe bien qué había debajo, pero parece que no grandes construcciones. Quedó inacabado, no por falta de dinero como escribieron los cronistas extranjeros, sino porque Carlos V perdió interés por Granada.
15. La sangre de la fuentes de los Abencerrajes es óxido y de la Bella Zoraida, igual que de Lindaraja, no está claro dónde empieza la historia o la leyenda. Existieron, pero como hubo tantas zoraidas y lindarajas, prisioneras cristianas de las que se enamoran los árabes. Y viceversa: princesas capturadas por católicos que caían fulminados ante su belleza. Sí que jugaron papeles importantes personajes únicos como Aixa, la valiente madre de Boabdil. Pero esa es otra historia.
16. Las leyendas fueron difundidas inicialmente por el escritor y diplomático Washington Irving, que recogió una parte de la tradición oral entre los granadinos, algunos habitantes de la Alhambra y algún archivo. Los cuentos de la Alhambra son un tesoro que fue utilizado como manual para aprender inglés por su escritura moderna. Extendió la belleza y magia de la Alhambra –existe pese a lo sobado del concepto– por toda la Europa romántica.
17. El libro de Owen Jones sobre la arquitectura y significado de la Alhambra es lo más serio de todo lo que se escribió en el XIX sobre la ciudad palatina, y es tomado por los estudiosos como fuente fiable. Hay una edición española estupenda, realizada por el catedrático Juan Calatrava.
18. Los recorridos son tan rápidos que conviene llegar a la Alhambra habiendo leído, escuchado o visto algún libro, reportaje o vídeo. Es imposible entender lo que significa la única ciudad palacio árabe que queda en Occidente en media hora, una e incluso tres horas.
19. Existe una traducción reciente de José Miguel Puerta de las inscripciones de la Alhambra, ese lugar que habla entre el murmullo del agua y la brisa de sus corredores. Si quieres hacer algo diferente, busca una inscripción por habitación. Antes de la de Puerta, hubo otra traducción de Fray Darío Cabanelas, un respetable monje franciscano que durante la Transición democrática española ayudó a entender la Alhambra actual.
2o. Y por último, que quizá debería ser lo primero, no puedes emprender el viaje por dentro de las murallas de la ciudad roja sin tener claro que la fortaleza responde al concepto de crossbreading, de mestizaje cultural, que extiende la ONU. "Visto desde el momento actual, en Granada se ha hablado más tiempo árabe –800 años– que castellano", recuerda Daniel Gramatico, periodista, traductor del árabe y uno de los guías con que se ha elaborado esta información. Las dos personas clave han sido el catedrático Juan Calatrava y el arqueólogo y alhambrólogo Jesús Bermúdez.
21. La Alhambra es el monumento de España que mayor interés despierta y es Patrimonio Mundial de la Unesco con todos los merecimientos. Los criterios de conservación y mantenimiento de lugar tan especial aconsejan restringir sus visitas anuales a menos de tres millones. Es imprescindible la protección de la que goza, por eso se regulan las entradas.