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La tirolina es una práctica común en las maniobras militares que se ha ido popularizando en todo el mundo como actividad lúdica y deportiva, gracias a que existen tirolinas accesibles para todas las edades y estados físicos asegurando, además, grandes dosis de emoción y diversión. La tirolina consiste en una polea suspendida por cables montados en un terreno inclinado diseñada para que los participantes se puedan deslizar desde la zona más alta hasta la más baja del terreno.
Es posible realizar esta actividad durante todo el año, en espacios urbanos (las menos) o naturales de gran belleza paisajística, aprovechando zonas de ríos y barrancos. Siguiendo las instrucciones de monitores expertos, los intrépidos participantes se amarran a la estructura de cables por fuertes arneses y se dejan caer al vacío ayudados por la fuerza de la gravedad, disfrutando de sensaciones tan placenteras como la velocidad y la libertad. Desde luego, la tirolina no es apta para pusilánimes.
En el municipio navarro de Igantzi, donde sus verdes bosques evocan leyendas mágicas y misteriosas, se encuentra IrriSarri Land un parque que cuenta con el mayor circuito canopy de España y uno de los más largos de Europa. Los circuitos canopy están compuesto de varias tirolinas, cada una de ellas de diversa longitud y dificultad. El de IrriSarri Land cuenta con siete tirolinas de distintas longitudes y colocadas a diversas alturas hasta completar tres kilómetros de recorrido –aseguran desde el parque–. "La última de ellas es la mayor de todas, con 370 metros de longitud a más de 50 metros del suelo". Ahí es nada. "Además, la instalación alberga una tirolina más de 900 metros de longitud que sobrevuela un valle a 100 metros de altura. En total, son casi cuatro kilómetros de tirolinas". Y si se quedan con ganas de más, pueden completar su hazaña con el Péndulo, situado sobre la ladera de un abrupto valle abierto por una regata.
"Se construye trazando dos cables paralelos de un lado a otro del cerrado valle y, mediante dos tirantes que cuelgan de los cables, se agarra el arnés. Sujetos de esta manera y desde una plataforma, saltamos al vacío para realizar un vuelo oscilante. La sensación es similar a la de hacer puenting". Este salto de 40 metros que produce un vuelo pendular de casi 80 metros, no es apto para cualquiera pero si buscan sensaciones menos radicales, pueden optar por un paseo en bici o a caballo que también hay en IrriSarri Land. Y, para reponer fuerzas, reserven mesa en el Restaurante 'Palacio de Yrrisarri', comandado por la chef Teresa Gil, que propone una carta con elaboraciones tradicionales y guiños a las últimas tendencias de la cocina en la que utiliza productos de temporada a base de carnes de Navarra, pescados y verduras de la propia huerta.
Disfrutar de la belleza del Pirineo oscense es posible gracias a sus senderos pero, si prefieren, también pueden hacerlo desde las alturas gracias a la Tirolina Valle de Tena, considerada la tirolina doble más larga de Europa. Hoz de Jaca, con sus 1.270 metros de altitud, colgado sobre el pantano de Búbal, constituye un balcón sobre sus aguas. Desde el mirador situado en el núcleo urbano, se puede admirar prácticamente todo el valle y es, además, el punto de partida de esta atracción. "Ahí se encuentra la torre desde la que se da el salto hasta recorrer los 950 metros que nos separan de la plataforma de llegada –aseguran desde Valle de Tena–. En el recorrido aéreo, se tiene la oportunidad de contemplar el valle desde un punto de vista nuevo, volando sobre el pantano y descendiendo hasta 115 metros en el aterrizaje".
En la bajada se pueden alcanzar velocidades de hasta 90 kilómetros por hora y a una altura de más de 120 metros. Es tal el éxito de la tirolina diurna que Valle de Tena decidió emprender otra experiencia diferente pero igual de apasionante: el salto nocturno. "Se realiza tanto bajo la luz de la luna llena como en noches de luna nueva en completa oscuridad. En ambos casos disfrutamos de la tirolina iluminada solo por el cielo estrellado, por lo que se aprovecha mucho más la intensa sensación de descenso vertiginoso". Durante los meses de verano, se realizan dos saltos de cada modalidad al mes. "Además, para los tirolinos –que así llaman cariñosamente a los aficionados– repetidores tenemos una oferta de doble salto (el mismo día con luz solar y sin ella) a un precio especial" y, si quieren un salto inolvidable, esperen a octubre cuando realizan el de Halloween, en el que "los clientes, además, del descenso en tirolina, vivirán una terrorífica noche por las calles de Hoz de Jaca, con un espectáculo que se renueva cada año" y que pondrá los pelos de punta incluso al más valiente. Por supuesto, para que la experiencia sea redonda, se aconseja disfraz ad hoc.
En una Europa bendecida por el Acuerdo Schengen por el que quedan abolidos los controles entre fronteras comunes y los ciudadanos del viejo continente pueden moverse a sus anchas, el río Guadiana sigue ejerciendo de límite natural entre España y Portugal… Hasta que llegó LímiteZero. Esta tirolina de 720 metros de longitud a unos 25 metros de altura, alcanzando en el salto los 70 u 80 kilómetros a la hora, es la primera tirolina transfronteriza del mundo. Esta experiencia de cruzar de un país a otro por los aires comenzó en 2013. "Básicamente es como una máquina del tiempo –asegura David Jarman, director de LímiteZero–. En el salto el público gana 59 minutos gracias a la diferencia horaria entre las dos naciones".
La plataforma de salto se encuentra en la localidad onubense de Sanlúcar de Guadiana y la de llegada, en Alcoutim. Una vez aterrizados, los participantes pueden pasear por la localidad del Algarve portugués para luego, regresar a España en el ferry cuyo trayecto va incluido en el precio del salto. Lo único necesario es llevar ropa cómoda y ni siquiera casco, "hace unos años lo usábamos porque era obligatorio pero ahora es opcional", puntualiza David. Eso sí, para realizar el salto hay límites: tener más de 14 años y pesar menos de 110 kilos. Al emprender el trayecto hacia la plataforma, el público suele mostrarse nervioso. "Hay personas que no se han lanzado nunca en tirolina por lo que es normal que estén un poco asustados –prosigue David–. Pero nuestro equipo da al cliente la seguridad y confianza necesaria. Normalmente nos suelen decir '¿pero esto es seguro?', '¿No me voy a caer, no?' pero, cuando regresan tenemos en nuestra memoria una gran variedad de expresiones y gritos diferentes, incluidas muchas palabrotas de admiración", relata.
Valladolid es una ciudad centrada en el turismo gastronómico y cultural… pero también en el de aventura. A 12 kilómetros, en Cabezón de Pisuerga, se encuentra La Tirolina del Pisuerga, la gran experiencia voladora a la que ya se han sumado visitantes europeos y hasta norteamericanos que buscan sensaciones fuertes. Esta tirolina es un viaje de 1.300 metros de longitud y 150 metros de desnivel a unos 130 kilómetros por hora. Una descarga de adrenalina inolvidable en la que es considerada la tirolina más grande de España y la cuarta de Europa. "Desde arriba las vistas son impresionantes", comentan desde sus oficinas.
"En un día claro se pueden ver la Sierra de Burgos, los Picos de Europa, la ciudad de Valladolid y Palencia más a lo lejos. Además, va por encima del río Pisuerga, que es un río muy caudaloso. Merece mucho la pena", explican. Incluso en invierno resulta irresistible porque "arriba hace sol y, abajo, niebla, cuando bajas te tiras a un mar de nubes que hace que vayas a ciegas. Tiene un encanto muy especial". La Tirolina del Pisuerga es, sobre todo, una tirolina perfecta para adultos amantes de las emociones fuertes, algo así como "si te tiraras de un edificio de 50 plantas de altura alcanzando los 140 kilómetros por hora". Además, en el precio de la entrada va incluida una consumición, un detalle perfecto para templar los nervios.
A 25 minutos de Bilbao se encuentra Sopuerta Abentura, un parque cuya particularidad es que las atracciones pasan entre árboles y por encima de ellos. Una experiencia que deja sin habla a los que lo han probado ya. "Disponemos de 10 recorridos de diferentes dificultades, desde un metro hasta 24 metros de altura de las cuales, 42 son tirolinas y, una de ellas, es la más larga de España dentro de un circuito arbóreo", aseguran desde el parque. Tiene 250 metros de longitud y alcanza los 24 metros de altura. El circuito tiene una duración de dos horas desde que el monitor acaba con sus charlas sobre seguridad. "Primero equipamos a los asistentes, después se dan las explicaciones, dan una vuelta al circuito para que el experto compruebe que respetan lo expuesto sobre seguridad" y, es más, el equipo de expertos vigilan los circuitos y realizan los rescates de aquellas personas que se quedan paralizadas por el miedo o no quieren seguir haciendo los recorridos.
Los circuitos están señalizados por colores, desde los más sencillos en rosa, indicados para los más pequeños hasta los de mayor dificultad, en rojo, para los más atrevidos. Incluso tienen originales tirolinas "como en la que se va montado en una tabla de windsurf, otra en una balsa de juncos o una en la que se baja en una barrica de vino convertida en avión". Aunque siempre ayuda el tener una buena forma física, no es necesario haber entrenado previamente aunque, eso sí, "la gente confunde el vértigo con el miedo y los niños, como están deseando empezar, siempre quieren ir directamente a lo más difícil".
Fly Toledo es la única tirolina urbana que hay en el país. En ella se contempla la capital de Castilla-La Mancha de una forma diferente ya que sobrevuela el puente medieval sobre el Tajo a vista de pájaro. Esta tirolina abrió sus puertas en 2015 y se ha convertido en otro de los atractivos de la ciudad. Además, cuenta con importantes avances técnicos –como el freno magnético ZistopTM– que hacen que la tirolina sea confortable y apta para casi todos los públicos, incluso para personas con discapacidad. "La instalación soporta el peso de varias toneladas pero el freno automático está calibrado para frenar confortablemente entre los 20 y 140 kilos de peso", cuentan desde la empresa.
No hace falta llevar un calzado o ropa en particular. "Se han lanzado incluso con traje de novia", comentan desde Fly Toledo, y, además, aseguran que la mejor época y la de mayor afluencia es la primavera. El salto es emocionante pero "los nervios previos son también parte del encanto de la actividad, y se compensan con creces con las expresiones de alegría de los que ya lo han hecho. Lo ideal es repetir, al menos, una vez al año", finalizan desde FlyToledo. Además, si quieren rememorar el salto una y otra vez, los participantes pueden llevarse a casa una foto digital y su propio video grabado con una cámara GoPro instalada en el casco.
Forestal Park es perfecto para ponerse a prueba. En este parque, muy cerca de la capital e inaugurado en 2011, hay múltiples juegos entre los árboles pensados de menor a mayor dificultad para que todo el mundo, independientemente de su edad o estado físico, pase una jornada inolvidable. "Es el único parque donde las tirolinas atraviesan un embalse y tenemos, además, la tirolina entre árboles más larga de España con 380 metros de longitud", aseguran desde Forestal Park. La experiencia es muy motivante porque los participantes pueden combinar el salto en tirolina con otras actividades como los puentes colgantes, la liana a lo Tarzán o el rocódromo.
Eso sí, antes de empezar se imparte un cursillo previo por razones de seguridad y se aconseja llevar pantalón hasta las rodillas, zapatos cerrados y el pelo recogido. En cuanto a requisitos físicos para saltar en tirolina el más destacado es que hay que pesar menos de 130 kilos de peso. "Cuando bajan les oyes decir de todo pero todos quedan flipados y con la adrenalina a tope", comentan desde Forestal Park. En verano, todos los sábados durante el mes de julio organizan su 'salto a la luz de la luna' y, si prefieren completar sus 27 tirolinas con otra actividad más acuática y refrescante, pueden optar por un relajante paseo en alguna de sus piraguas.
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