end of the "Caminito Del Rey" hiking trail in Andalusia

Escapadas ideales para hacer en Andalucía

Ocho rincones para descubrir Andalucía en una escapada

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Actualizado: 20/01/2025

Desconectar con un viaje para descubrir más secretos de España es uno de los mejores planes para pasar tus días libres. Por suerte, Andalucía cuenta con cientos de estos rincones. De rutas subterráneas a parques naturales con impresionantes vistas, la Comunidad Autónoma más extensa del país es capaz de dejar postales inolvidables en todos sus recovecos. Por eso, aquí os traemos ocho destinos a los que escaparse para seguir enamorándose de Andalucía.

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1. Caminito del Rey (Málaga)

El contraste de las playas malagueñas es el Caminito del Rey, a sólo una hora de la capital. Con cerca de tres kilómetros de longitud y cien metros de altura, este paseo te asegura frenetismo y unas postales espectaculares de los yacimientos que abrazan al río Guadalhorce. Partiendo del pueblo de Ardales y bajando hasta El Chorro, también cuenta con una oscura ruta alternativa de sólo un kilómetro, que te hará pasar por un túnel. Sus pasarelas fueron construidas por marineros durante las crisis navales, hechas completamente de madera, lo que provoca el nerviosismo de muchos turistas.

La última parte del camino es la más impresionante. Foto: Alfredo Cáliz.

El otoño, según sus guías, es el mejor momento para visitarla, debido a los colores que aparecen en el camino con las lluvias. La mejor parte del recorrido es, sin duda, el final cuando aparece el puente colgante del Desfiladero de los Gaitanes, que se mueve como si se fuera a derrumbar. La reserva es obligatoria y habrá que abonar 10 euros si se quiere ir por cuenta propia, aunque con guía asciende a los 18.

2. Parque Natural Sierra Mágina (Jaén)

A media hora en coche de Jaén podemos pasar el día en uno de los pequeños escenarios que nos deja la provincia, el Parque Natural Sierra Mágina. Con apenas 20.000 hectáreas de espacio, cuenta con una gran cantidad de elementos naturales, entre los que destaca el punto más alto de Jaén, el Pico Mágina, con 2.165 metros de altura. Su piedra caliza absorbe todas las propiedades del agua y ha creado manantiales, fuentes naturales y cuevas durante siglos. Además, las encinas, los chopos y los característicos olivos le dan el toque andaluz que tanto se busca.

El torreón de Albanchez asoma entre la vegetación. Foto: David Fernández.

Las especies en extinción no lo parecen en sus recintos, como cabras montesas u ovejas montesinas. Una de sus rutas parte del blanquecino pueblo de Torres y se dirige hacia el sur hasta el paraje de Fuenmayor. Aquí se presentan las condiciones ideales para celebrar un picnic, por lo que es ideal para venir con niños. Otra alternativa es ir hacia el este, también desde Torres, hasta Albanchez de Mágina, donde hay miradores al monte Aznaitín y se puede avistar el castillo del pueblo, uno de los más imponentes de la zona.

3. La Gruta de las Maravillas (Huelva)

En lo más profundo de Aracena, y siendo la cueva turística más longeva de España, se esconde la Gruta de las Maravillas, uno de los paisajes subterráneos más impresionantes del país. Milenios de erosión han creado la combinación de lagos y estalactitas que deja boquiabierto a todo el que la visita. Con tres galerías descubiertas, sólo dos siendo visitables, se empezaron a descubrir a mediados del siglo XIX, aunque pasaron más de 60 años hasta que se abrieron al público.

Una maravilla geológica se esconde dentro de la Gruta de las Maravillas. Foto: Javier Sierra.

Unos metros de profundidad más hacen que aparezcan las primeras luces, con elementos que sólo se pueden encontrar en un ambiente así. Estalactitas, estalagmitas, gours y muchas más peculiaridades se ganan todo el protagonismo de la gruta. Este brillo que emana de los materiales es totalmente natural, debido a los compuestos que las forman. Con disposiciones de más de medio millón de años y un precio que ronda los 15 euros, dependiendo de la edad, tanto niños como mayores pueden disfrutar de esta inusual pero impresionante estampa.

4. Desierto de Tabernas (Almería)

El Desierto de Tabernas es una de las innumerables localizaciones andaluzas que han sido elegidas para rodar decenas de películas, lo que le convierte en un atractivo instantáneo para los más cinéfilos. Tanto es así que en 2020 fue nombrado “Tesoro de la cultura cinematográfica europea”. Algunas de sus partes son privadas, aunque no suele haber problema con los propietarios y se suele poder visitar en su totalidad. Todavía quedan algunas edificaciones de la época de la Reconquista, además de minas de oro que han aparecido en varios largometrajes.

Rambla Tortuga, una de las más populares formaciones de esta zona. Foto: Francisco Bonilla.

Entre sus puntos más destacados está el Llano del Búho, uno de los primeros si seguimos a los guías que trabajan aquí. También está la Rambla Tortuga, conocida así por su forma, que ha sido protagonista en películas como Indiana Jones o en Juego de Tronos. Siempre rodeado de salicornia, una planta de agua salada, el desierto deja paisajes únicos allá por donde pasas. Otros detalles son la Cola de Dragón, unas líneas rocosas que simulan la retaguardia de este animal mitológico. Por último, el Cañón de Genaro nos deja ver algunos de los planos que aparecen en las míticas Cleopatra o Lawrence de Arabia. Una vez terminamos de ver el desierto, pasarse por el homónimo pueblo para degustar su carne con tomate es una gran opción.

5. Parque de La Breña y Marismas de Barbate (Cádiz)

A pesar de ser el más pequeño de Andalucía, el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate contiene muchísimas historias y recorridos para descubrir con familia y amigos. Situado entre Vejer de la Frontera y Barbate, cuenta con cinco ecosistemas dentro de sus inmediaciones: el pinar, el dunar, la zona costera, los acantilados y las marismas. El Sendero de Mondragón es uno de los más recomendados por los guías de la zona. Este te lleva por arenosos caminos, ya que, hasta finales del siglo XIX, este paisaje lleno de pinos y alcornoques era una gran duna.

Ruta La Breña y Marismas Barbate (Cádiz) pareja caminando

La ruta Arroyo Mondragón, uno de los recorridos de La Breña. Foto: Juan Carlos Toro.

A mitad de camino se llega al hotel ‘El Palomar de la Breña’, que nos deja visitar de forma gratuita, seamos huéspedes o no, su palomar tan bien conservado. Una vez lo abandonamos, llegamos al punto más alto de la ruta, una de las dunas originales con más de 160 metros de altitud sobre el nivel del mar. Cuando la Torre de Meca nos comienza a hacer sombra, quiere decir que estamos terminando el recorrido, que finaliza en un mirador desde donde se ve el Faro de Trafalgar, una de las insignias de la provincia gaditana.

6. Barrio del Realejo (Granada)

Muy cerca de la Alhambra, recordando siempre sus orígenes y tradiciones, se encuentra el Barrio del Realejo. No sólo está cercano al edificio más emblemático de Granada - y el más visitado de toda España-, sino también a otros puntos que todo turista se apunta en su lista de deseos. Este pequeño barrio es conocido como la zona judía cuando los árabes habitaron gran parte de la Península, donde ambas religiones pasaron por procesos de paz y conflictos hasta la conquista de los Reyes Católicos. Todavía quedan algunos vestigios de su historia, además de una amplia selección de conservaciones centenarias.

Plaza e iglesia de Santo Domingo en Granada. Foto: Fermín Rodríguez.

La calle Pavaneras aloja el Museo Casa de los Tiros y el Museo Palacio Condes de Gabia, con obras de diferentes etapas de la historia, además de bares y pubs donde comenzar el día con energía. La Plaza del Realejo se considera el centro neurálgico de este distrito, teniendo cerca edificios como la Corrala de Santiago, que te acoge nada más entrar a verla. La Plaza del Príncipe, con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada, y el Teatro Alhambra se sitúan en la calle Molinos, otra de las más atractivas de la zona. Sin duda, Granada sigue cubierta de historia y tradiciones y visitar el barrio del Realejo te hace darte cuenta enseguida.

7. Parque Natural de la Sierra Norte (Sevilla)

Noventa minutos en coche separan Sevilla del parque natural de la Sierra Norte de Sevilla, protagonizado por el río Huéznar. Debido a toda la actividad minera durante décadas, centrada en la extracción de hierro, se han formado unos inusuales paisajes que le dan un aspecto variopinto a la excursión. Entre la erosión del agua y el trabajo de los mineros, diferentes túneles sirven de alojamiento para los murciélagos, que conviven con otras aves como el vencejo, la golondrina dáurica o el avión roquero. A todas estas formaciones le rodea la vegetación, que se ha ido adueñando del lugar desde que se abandonó la actividad minera. La más común es la jara pringosa, usada en perfumes lujosos por su cobertura de ládano.

Aún se pueden localizar los restos de la antigua mina en el paisaje.

La Vía Verde, por la que antes pasaban los vagones llenos de hierro, se ha convertido en la ruta habitual para recorrer el parque. Pasarás por el curioso nacimiento del Huéznar, además de sus cascadas, donde el baño está prohibido y avistarás nutrias y mirlos acuáticos. Para los amantes del deporte también se puede disfrutar de deportes de aventura y 16 vías de escalada, que harán que tu estancia se te pase volando. Por último acabarás en la playa artificial del arroyo de los Parrales, lugar perfecto para tomarse algo.

8. Castillo de Almodóvar del Río (Córdoba)

Desde el año 760, en pleno dominio musulmán en Córdoba, el Castillo de Almodóvar del Río se impone desde la lejanía. Ha sido protagonista en Juego de Tronos y es una visita obligada si se pasa por este pueblo lleno de historia. Cada vez, la visita está más adaptada a todas las edades, entreteniendo a los niños con un mapa donde tienen que ir marcando todas las partes del castillo. La Torre del Homenaje es la principal de su composición, que acoge el Salón del Rey y, más abajo, las mazmorras. Siendo este uno de los sitios favoritos de los más pequeños, aquí les cuentan que los muros tienen hasta tres metros de grosor y que una gran araña custodiaba la entrada.

Con más de mil años de historia, el castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba, es uno de los mejor conservados de España.

La leyenda del fantasma Zayda también es uno de los grandes atractivos, además de las catapultas y las exposiciones de espadas míticas y elementos de Juego de Tronos. Cientos de escaleras te llevan a las otras torres, como la del Mestre o la de la Escucha, donde se pueden descubrir muchas más curiosidades. Puedes terminar tu visita en el patio de albero, tomándote un refresco y disfrutando de algunos de sus salones. Restaurado hace más de 100 años y con un mantenimiento diario, el Castillo de Almodóvar del Río es un imprescindible de la provincia cordobesa.