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“Laura, ¿vienes para Murcia?”, pregunta una mujer a otra en la playa de los Cocedores, de San Juan de Los Terreros, en Pulpí, el último pueblo de Almería hacia Levante. Esta invitación es, para los oriundos de la zona, realmente un ritual y se hace con la curiosa intención de dar un paseo por aguas almerienses para recalar, a la vuelta de la esquina, en aguas murcianas -en el pueblo de Águilas-; pero se ha de dar la vuelta a la esquina.
La playa de los Cocedores, o Cala Cerrada -que toma su nombre porque allí, en sus aguas mansas, se cocía esparto para la fabricación de utensilios de todo tipo y era una importante fuente de ingresos para los vecinos de la zona-, es de Almería. “Se ha hecho un rasponcillo en Murcia”, comenta otra madre mientras cura la herida que se ha hecho su hijo jugando en los acantilados de la parte murciana de la playa.
En los Cocedores tanto Almería como Murcia han plantado su pica. Almería con el chiringuito ‘Los Cocedores’ (Solete Guía Repsol) y Murcia con el centro de interpretación Cuatro Calas, un lugar en el que se explica, además del oficio de espartero, la singularidad de esta zona costera en la que conviven cuatro calas de manera consecutiva: dos de Almería -Cocedores y Palmera- y otras dos de Murcia -Higuerica y Carolina-. Todo es paraje natural.
La que más fascina es la playa de Los Cocedores. No es muy grande (150 metros de extensión), pero su agua es cristalina, su arena fina y cuenta con una especie de piscina natural -donde se cocía el esparto- protegida por grandes rocas que la separan del mar Mediterráneo. En esta microzona es habitual ver a los niños que aún no saben nadar disfrutar del agua salada bajo la atenta mirada de sus padres y acompañantes.
Los acantilados son otro gran atractivo de la playa y un gran reclamo para el buceo, pero la singularidad de este espacio natural es su paisaje. Hay una montaña que protege la playa y que ha sido erosionada por el efecto del mar, dejando una imagen parecida a la de una casa en mitad del desierto con chimenea, que recuerda a una de las construcciones arcillosas de Star Wars. La amenaza fantasma.
No en vano, la playa es una de las decenas existentes en la provincia de Almería que han sido objeto de rodajes cinematográficos. En concreto, en Cocederos se rodó Camino, de Javier Fesser. En esta montaña erosionada se encuentran cavidades que utilizan los bañistas como pequeño habitáculo en el que encontrar sombra y cobijo para dejar sus enseres y tener buena vista hacia la costa. Algunas de estas cavidades son de grandes dimensiones y se encuentran protegidas con rejas para evitar que se acampe y, progresivamente, se pueda deteriorar este espacio natural.
Desde la costa de esta playa, en el límite entre Murcia y Almería, se puede divisar la isla de Terreros, un Monumento Natural de origen volcánico con una gran importancia ecológica por la variedad de aves marinas que encuentran en este islote un lugar de asentamiento y reproducción. Terreros alberga la comunidad más importante de aves marinas que nidifican en la provincia de Almería y sus fondos marinos también son de gran riqueza. Posee la conocida Posidonia oceanica, que sirve de refugio, alimento y reproducción de numerosas especies de peces, crustáceos, cefalópodos y otros invertebrados marinos.
En Cocedores se puede hallar descanso. No es una playa especialmente bulliciosa, aunque no es una cala aislada por descubrir. Está menos masificada que las playas de Pulpí y de San Juan de los Terreros, por ejemplo, y tiene fácil acceso con una zona amplia de aparcamientos, que también sirve para visitar la vecina cala murciana de Higuerica. Cuenta con aseos, vigilancia,primeros auxilios y un chiringuito con gran historia que toma el nombre de la playa.
‘Los Cocedores’ es un negocio familiar en el que tíos, primos, hermanos, cuñados y amigos íntimos se distribuyen el trabajo. Y hay mucho por hacer. Es un chiringuito muy cuidado en el que la sombra es la nota general. Se sitúa en la cima de la playa y las vistas son espectaculares. Como sus arroces,entre los que hay uno muy demandado: el arroz con bogavante. Y la puntualidad en el servicio es una de sus máximas.
Este chiringuito abre a partir de Semana Santa y cierra en octubre. En verano está abierto de 11:00 a 20:00 horas cada día y es aconsejable reservar, sobre todo si se prefiere comer fuera, para disfrutar de la costa. “Hoy tenemos a gente de Málaga capital, de Estepona, de Torremolinos”, comenta sorprendido Jacinto, uno de sus trabajadores de este negocio familiar. Algo tendrá este chiringuito que llama a los malagueños. Rape, paella de marisco, sardinas o mejillones también tienen gran demanda y, como postre, pastel de frutas o tarta de queso.
Después de comer, es hora de volver a la playa y de disfrutarla en horario vespertino para contemplar cómo han cambiado tanto el color del agua como el de las montañas que le dan la forma de media luna. Los bañistas advertirán cómo, con el paso de las horas, tanto la orilla está más caliente como frías se vuelven las aguas centrales de la playa, en las que se puede contemplar un bosque de posidonia.
CHIRINGUITO ‘ LOS COCEDORES’ - Playa Los Cocedores, s/n. Pulpí, Murcia. Tel. 607 57 25 02.
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