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Mojácar es sinónimo de Indalo, de sofisticados chiringuitos a pie de playa en los que degustar los productos más frescos del Mediterráneo y, también, en los que disfrutar de fiesta a la espera del siguiente día. Su casco antiguo de casas blancas y balcones vestidos de coloridas flores forman una preciosa estampa convertida en un imán de turismo.
Y es que con sus 17 kilómetros de costa y su microclima, especialmente
cálido durante todo el año, Mojácar pronto se convirtió en el municipio
turístico almeriense por excelencia. Con todo, el municipio conserva varias playas vírgenes alejadas del bullicio.
Es el caso de Macenas y el Sombrerico, dos playas vírgenes en las que tan sólo ha intervenido la mano humana para construir torres vigías: el Castillo de Playa Macenas y la Torre del Pirulico. La playa más cercana al núcleo mojaquero es la primera, Macenas, un lugar aislado dentro de un relajante y bello entorno natural que adopta el nombre de esta torre, de la época de Carlos III.
Sus arenas son grises y su oleaje moderado, pero en los días de viento se torna más salvaje, por lo que se han de tomar precauciones; y más, teniendo en consideración que no cuenta con servicios de playas ni vigilancia. Tan sólo un pequeño negocio de kayak da vida a esta playa, que ha podido dejar atrás un proyecto urbanístico de gran envergadura que amenazaba su estado natural y a cuyo esqueleto de hormigón aún hoy sigue dando la espalda.
El acceso a Macenas es sencillo, así como su aparcamiento, que se puede hacer junto al castillo y en la vereda que conduce a la siguiente playa, Bordenares, una pequeña cala de tránsito hasta El Sombrerico, otro bastión costero natural de Mojácar. En el camino de una a otra -y antes de llegar a Bordenares y Cuerda la Chacona- se encuentra la Torre del Pirulico, una atalaya origen nazarí que ha sido usada como torre de vigilancia y que se puede visitar para tomar unas buenas imágenes de la costa.
La torre tiene forma troncocónica, se eleva sobre piedra viva y está ejecutada con muro de mampostería de piedra del lugar sin labrar. Tiene un hueco en su base que la atraviesa, permitiendo, desde su interior, comunicar con el acantilado y con el mar. Los acantilados de la Cuerda la Chacona merecen una parada, así como detenerse para bañarse entre las rocas tan características de la Cala de los Bordenares, un pequeño escondite en el que poder disfrutar de un poco de paz y relajarse con el sonido de las olas al chocar con las grandes rocas.
Desde este lugar, y hasta llegar a El Sombrerico, se ha de avanzar por un pequeño camino de tierra que se encuentra entre la montaña y los acantilados, y se ha de conducir con precaución, puesto que en muchos de los tramos la carretera se estrecha de tal manera que tan sólo puede continuar un sólo vehículo.
Hay márgenes en la vía en los que poder detenerse para permitir que avancen los turismos que nos encontramos a nuestro paso, pero las prisas en esta maniobra, como dice el refrán, son malas consejeras. La recompensa en este angosto viaje se encuentra al visualizar la playa de El Sombrerico, la última de Mojácar antes de entrar en la vecina Carboneras.
Esta playa toma su nombre por una gran piedra que preside este enclave y que, según quienes la bautizaron, tiene forma de sombrero. Es tres veces más larga que Macenas (de 200 metros de costa) y es, igualmente, virgen y se encuentra aislada, además de estar protegida para el nudismo, aunque no es una playa nudista. Está formada por roca volcánica y arena de gran un atractivo, que cautivó a Orson Welles, protagonista de La isla del tesoro, uno de los largometrajes rodados en esta playa natural.
El único servicio hostelero lo constituye el chiringuito ‘Manaca’, construido sobre los cimientos del escenario que dejó el largometraje del año 1972. Pescado fresco y paella son las especialidades de este establecimiento en el que predomina la madera y en el que los piratas-bañistas pueden deleitarse con el atardecer degustando uno de sus suculentos cócteles. El fin de semana es aconsejable reservar, pero, eso sí, hay que llamar antes de las 10:00 horas de la mañana o después de las 22:00; no hay cobertura en esta isla.
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